Call me Desstiny.

V E I N T E.

And all I gave you is gone
Tumbled like it was stone
Thought we built a dynasty that heaven couldn't shake
Thought we built a dynasty, like nothing ever made
Thought we built a dynasty forever couldn't break up

(Dynasty—MIIA)

Estuvimos bajando la montaña durante un buen rato hasta que finalmente llegamos abajo y nos subimos en el coche de nuevo.

Mientras yo conducía, podía ver por el espejo retrovisor interior como Vicky y Agnes le daban mil vueltas a la hoja intentando descifrar el mensaje secreto que contenía.

En apenas un par de horas casi todos estaban dormidos, excepto Agnes y yo.

Frené de forma cuidadosa para no despertar a nadie y ambas nos bajamos en silencio. Nos separamos un poco del coche para poder hablar sin riesgo a despertar a alguien.

No me olvidaba del encantamiento del juramento involuntario que le había pedido para Connor.

Le extendí disimuladamente un poco de nieve que había cogido de las montañas del norte sin que nadie se diera cuenta.

Ella asintió y se lo guardó en un lugar fresco y seguro para poder usarlo cuando recolectara todos los ingredientes. Después, me tendió la hoja.

—Llevo ya un par de horas dándole vueltas a la cabeza y lo único que he conseguido son unas migrañas bastante desagradables. ¿A tí no se te ocurre nada?

Me encogí levemente de hombros.

—He estado dándole vueltas a algo pero no creo que sea eso.

Agnes me animó a seguir hablando con una simple mirada.

—A ver —murmuré—, el controlador de mentes adquirió ese mote por poder atravesar el bosque mental pero en realidad él es un simple humano. ¿Y si no hay que usar un hechizo para desvelar las palabras, y si se trata de algo humano?

Agnes parpadeó, pensativa.

—No lo había pensado, es bastante posible que tengas razón.

Rebuscó apresuradamente en el interior de su bolso y alcé una ceja cuando vi lo que había sacado.

Un mechero.

¿Se iba a poner a fumar en aquel momento?

—Sé lo que estás pensando, no es para fumar. Hay una tinta especial que a veces usan los humanos para cosas como esta que solo reacciona ante el calor. Sólo puede verse si una fuente de calor se acerca a la hoja.

Encendió el mechero a toda velocidad y lo situó debajo de la hoja pero a una distancia prudente para no quemarla.

Entonces, una palabra apareció con una claridad aplastante en el centro de la hoja.

La leímos en voz alta.

''Desperatum tristozem ukta''

—Suena como el culo, tiene pinta de ser un insulto.

Ambas nos sobresaltamos al escuchar una voz a nuestras espaldas.

Garret se frotaba los ojos con un puño mientras bostezaba y se acercaba a nosotras.

—No es un insulto —informó Agnes—. Es un hechizo, y de los peores que existen.

Garret y yo intercambiamos una mirada de reojo.

—¿Para qué sirve? —pregunté.

—Es uno de los peores hechizos de tortura jamás conocidos. Sirve para sumir a una persona en la desesperación y en la tristeza. Su alma se llena de pena y siente que se ahoga en sus peores pesadillas.