❝Capítulo 4❞

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—Demonios, Kakashi. Me salieron unas compras de improvisto ¿Podrías venir al supermercado y ayudarme?

Por algo Anko me llama: "El chico que copia". Por andar copiando a todo el mundo y ayudándolo. Pero, está bien. Además, teníamos planeado vernos uno de estos días. Creo que es buena excusa. Llegaré pronto, ¿Es en el supermercado que está cerca de tu universidad, cierto?

—Sí.

Voy en camino.

Y la llamada terminó.

Obito mataría a Zetsu, no podía tener un bendito fin de semana en paz gracias a él. No lo entendía, de verdad que no lo entendía en lo absoluto. Primero insistía en el hecho de que si llegaba a necesitar algo lo compraría por su cuenta, y después lo levantaba temprano en un sábado para que fuera a hacer las compras para una cena que se sacaba de la cola, y las cuales no podía realizar por estar fuera todo el día haciendo sabrá Dios qué. Okay, también era su culpa por ofrecerse, pero, en su defensa, sólo aplicaba para ese día en que estaba de buen humor y ya estaba levantado, no para ese donde estaba durmiendo mientras soñaba que se ganaba la lotería y se iba a una isla a vivir lejos de todos.

Sí; una fantasía que muchos tienen, o eso creía el Uchiha.

Había dado varias vueltas en ese pasillo y no encontraba la estúpida salsa de soja, donde se suponía que tenía que estar sólo habían de las marcas baratas que más que ayudar a condimentar te echaban a perder todo el plato. No, no iba a comprar de esas.

Los Uchiha's y sus estándares.

Se rindió eventualmente y arrastrando los pies empujó el carrito por el resto de los pasillos hasta que pasó por el del productos de higiene personal. Miró todo con desinterés pensando si debía comprar más dentífrico o esperar a que el otro se acabara, para al final encogerse de hombros y sin ganas de vivir agarrar un tubo de pasta dental para luego notar que detrás de eso... ¡Había una salsa de soja de las que le gustaban!

Le cogió con desconfianza y le miró con detenimiento para cerciorarse de que el hecho era cierto, ¡Y vaya que lo era!

Cosas de vidas tercermundistas.

La puso con cuidado en su carrito y siguió con su camino. Pagó todo y esperó pacientemente a que su mejor amigo llegara y, cuando éste lo hizo viéndolo extrañado. Le tendió una bolsa para no tener que cargar con todo eso solo y así se dirigieron a un parque cercano.

Sentados en un banco, ambos apreciaban el cielo azul que se lucía esa mañana, totalmente hermoso.

—Si vas a hacerme cargar esto a tu casa, al menos invítame a cenar —Dijo Kakashi soltando una risa.

—Oh, claro que lo haré. Zetsu tendrá que cocinar más de esa manera —Argumentó Obito revisando su celular y tachando de su lista de pendientes el visitar a Kakashi. Bueno, no lo estaba visitando, pero en esencia estaba con él, el cual era punto de esa tarea; así que la puso como realizada.

—Siempre demasiado rencoroso, Uchiha.

—¿Y qué? Al menos no me pierdo en el sendero del porno —Contraatacó el azabache señalando el libro que el otro tenía entre manos; Icha Icha Paradise. Su inseparable compañero.

Psicología para Fracasados ϟ 𝐎𝐛𝐢𝐃𝐞𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora