Capítulo 32

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POV DE LISA

-Mi bebé ha regresado a casa -mamá me apretó las mejillas

-Ya, Ma -agarré sus muñecas- Me avergüenzas

Volvimos a Los Ángeles, desgraciadamente. Aterrizamos a las 4 de la mañana y cuando fui a recoger mi maleta, mi familia estaba esperándome. Minnie con cara de tengo sueño y mis padres felices. 

-No te vi por dos semanas y así me recibes -besé su mejilla

-Te extrañe, Chitthip

-Hola, hija -papá me abrazó

-También te extrañé

-Hola idiota -dijo Minnie

-Awww que tierna -besé su cabeza- Ya sé que me extrañaste

-Quisieras

Saludé de lejos a la familia de mis amigos y salimos del aeropuerto rumbo a casa.

Suspiré profundamente cuando mis pulmones se llenaron del olor a lavanda- En casa, finalmente -caminé a la cocina, abrí la heladera y había un brownie

Saqué la bandeja y me senté a devorarlo.

-Ey, deja un poco

-No -le respondí a Minnie- Come conmigo ahora o te quedas sin nada -no dudo ni un segundo en sentarse

-¿Acaso no te alimentaron? -preguntó mamá

-Si, pero tengo hambre igual. Si me haces una chocolatada no me quejo, mami -sonreí como una niña

Sí, sigo tomando la chocolatada.

¿Algún problema?

-Yo tampoco me quejo -después de unos minutos, mamá puso dos tazas en la mesa

-Gracias -dijimos las dos

-Nos iremos a dormir -avisó papá y se dieron la vuelta a su dormitorio

Tomando mi último sorbo de chocolatada, escuché el maullido de un gato.

Lily.

Cuando apenas abrí la ventana corrediza, la gata entró y se refregó en mi pierna.

-Hola, manipuladora -la levanté- Espero que te hayan alimentado bien- la gata maulló- ¿La alimentaste, no? -miré a Minnie, que se comía el último pedazo de brownie

-Si

-Mas te vale -me acosté con Lily en el sillón- Te extrañé cosa peluda -acaricié su cabecita

Estuve un poco más con ella hasta que tuvo ganas de comer y entré a mi habitación con la maleta. Desempaqué la ropa y la llevé al canasto de ropa sucia afuera en el patio. En ese momento Lily trepaba la pared y me despedí.

-Chau. Te veré cuando me despierte -regresé adentro, lista para dormir

En mitad de mi sueño me desperté por pequeños susurros.

-Déjala dormir

-Son las 15 de la tarde

-No debió dormir mucho con sus amigos. Déjala descansar -fue lo último que oí antes de caer en los brazos de Morfeo nuevamente

No sé cuánto tiempo seguí durmiendo cuando un golpe suave chocó con mi mandíbula. Abrí los ojos y lo primero que vi fue la nariz de un gato a centímetros de mi cara. Otro golpe en mi mandíbula y me alejé.

Lily vino a despertarme.

Bostecé y acerqué mi mano a su naricita- ¿Hace cuánto estás intentando despertarme? -fue inútil preguntar, jamás me respondería

La vida de los adolescentes - JENLISA g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora