Capítulo 26

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POV DE LISA

Me desperté antes de que mi familia se levantara. Apenas eras las 7:03 y no tengo palabras.

Era la primera vez que me pasaba.

Miedo.

Aunque debo decir que me dormí a las 21.

Si, leíste bien.

A las 21.

Ayer cuando terminé de cenar, me cepillé los dientes y caí rendida en mi cama. El entrenamiento me mató, no me daban las piernas, los brazos, me dolía la espalda y llegué a casa como una zombi.

Caminé sin hacer ruido a la cocina y por la ventana corrediza del patio el sol iluminaba la sala.

Abrí la heladera rascándome la cabeza. No era buena preparando comida, soy un desastre, y lo mejor que podía hacer es tomar agua y esperar a que mamá se despertara e hiciera el desayuno.

Con un vaso de agua en la mano me dirigí al sillón y me senté cómodamente mirando la televisión apagada.

Que divertido.

Mis ojos se posaron en la revista situada en el apoyabrazos y la agarré. Mataré el tiempo mirando una revista de Calvin Klein. La portada era un chico en ropa interior.

Que lindo ver el bulto de un hombre en la mañana.

Sarcasmo.

Seguí escaneando las páginas y paré en seco cuando mis ojos captaron una cara conocida.

Jennie.

¿Qué mierda hace Jennie en esta revista?

¿¡Y POR QUÉ JENNIE ESTÁ EN PAÑOS MENORES!?

Me restregué los ojos. Tal vez estaba mirando mal. Cuando los volví a abrir todavía veía a Jennie.

Ilegal.

Esto debería ser ilegal.

Los demandaré por mostrar demasiado el cuerpo de mi chica.

Mi chica. Tragué saliva ante el pronombre posesivo. Técnicamente no es MI chica, pero ustedes entienden.

Aguarden.

¿Qué hace está revista en mi casa?

No era momento de pensar en esa pregunta, mejor me concentro en seguir mirando. Di vuelta la página y ella volvió a aparecer otra vez, y otra vez, y otra vez como 5 páginas seguidas.

Mirar como posaba a la cámara, mirar sus curvas, mirar su cara y mirar sus piernas, provocó una semi erección. No tuvimos la oportunidad de acostarnos y ya me había olvidado cómo era su cuerpo debajo de la ropa.

En cualquier momento voy al baño, me bajo el pantalón y me masturbo. Aunque eso no será suficiente porque mi mano no se siente igual que cuando entro en su coño.

-¿Qué haces? -me asusté

-Nada -le respondí a mamá y tiré la revista- Solo esperando que hagas el desayuno -sonreí como una buena niña

-Cariño, en algún momento tendrás que hacer tu propia comida

-Pero falta para eso. Ahora te tengo a ti para que lo hagas -rodó los ojos mientras caminaba a la cocina

-Pobre de la chica con la que te cases

-Ey -me quejé- La chica que estará conmigo será afortunada de tenerme

-No cuando se dé cuenta que puedes quemar las tostadas -hice un mohín

-Eres mala -prendí la televisión con volumen bajo, pero no prestaba atención a lo que se transmitía

La vida de los adolescentes - JENLISA g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora