Hireath

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Estaba aburrida, de nuevo en esa habitación sola, esperando a que Lyla dijera que tenia una misión, pero no, no pasó, no pasó en dos, ni en tres horas.

Decidida me levante de la cama, visitaría a un viejo amigo, a Peter B Parker.

El tenía ahora un desenlace feliz, casado de nuevo con el amor de su vida y con una hija fruto de ese amor, tenía un poco de envidia, pero al mismo tiempo tenía dudas, su evento canónico era quedarse solo, un spider-man deprimido el cual se había divorciado y no podía hacer nada para recuperarla, cambio su historia y su universo seguía fluyendo, existiendo sin ninguna anomalía o error. Extraño.

Llegue justamente a la sala de los Parker, ninguno estaba ahí; acomode mi cabello tratando de peinarlo un poco y después acomode mi falda, trataba de verme un poco presentable, nunca iba bien arreglada a ver a las personas, mucho menos a ellos, pero me aceptaban. Vi mi reflejo en la televisión y sonreí levemente, era aceptable mi presentación, vi el reflejo del reloj era 4:40 P.M seguro estaban en la cocina, así que comencé a caminar hacia allá.

Me quede en el marco de la cocina, eran una familia feliz, casi igual a la mía.

—Hola.— Todos voltearon a verme, en cuanto Mary Jane me miro sonrió calidamente, casi como mi madre, Mayday estaba en sus brazos pero no permaneció ahí, se abalanzó hacia mi. Sus poderes arácnidos se estaban manifestando rápidamente.-Hola pequeña May.

—Toma asiento por favor.— Me senté con la pequeña Mayday en brazos.

En cierto punto me sentí feliz de estar con esa familia, era extraño pero no era yo, no era Mika la que estaba con los Parker, era spider-woman la que estaba con ellos, ella era su amiga. Mayday tocó mi nariz y comenzó a reír, sus brazos eran rellenitos, levemente apreté uno de ellos con dos de mis dedo y ella empezó a reír, era como un juego entre nosotras.

Mire a Peter, el estaba al pendiente de su hija mientras la sostenía en brazos, tenía una taza de café frente a él, era verdad, un padre no duerme cuando tiene un hijo.

—Diecinueve y con un hombre que puede ser tu padre en otro universo.— Sorbio su taza de café.

—¡Peter!

Sonrió al escuchar la frase.— Casi cuarentena...— Miro a Mayday y suspiro.—Y un niño de quince tuvo que solucionarte la vida.

Miro a Mayday, ella no tiene la culpa de nada, tampoco Mary Jane. Peter era demasiado pesado conmigo, sabía lo que teníamos Miguel y yo, y no era algo romántico, nunca hemos buscado eso, pero Peter molestaba, odiaba eso de el.

Peter volvió a tomar de su café y ambos nos miramos.- Los tres hicimos un pastel por tu cumpleaños.- Dice Mary Jane para cortar la tensión.

Yo la miro y sonrió al ver como saca un pequeño pastel que dice felicidades, me ofrece una cuchara para poder comerlo, antes de hacerlo miro a la pequeña Mayday. Al mirarla recuerdo todas las veces que había dicho Peter que no quería hijos, eran una carga, pero ahora, no la dejaba ni siquiera para ir al baño.

—¿Tu lo hiciste pequeña May?— Ella comienza a reír y sonrió al verla, es tierna, demasiado. Mary Jane me mira con una sonrisa mientras mira como ríe.

Es divertido visitarlos a veces y hablar con ellos a veces, la mayoría de spiders son de medio tiempo, ellos tienen que salvar a su universo de las amenazas, aparte muchos tienen prohibido hablarme.

Entrego a Mayday a su madre y ambas salen de la cocina, me quede sola con el hombre que ahora cree que todos son sus hijos, pero no es así, no puede si quiera compararse con mi padre, mi padre nunca espero que un consejo de un niño de quince años.

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