Kirmizi

Jazba

¿Por qué debería permanecer en la habitación? Yo también era una spider-woman, yo también debería ser llamada para las misiones de captura a esas "anomalias" que por una extraña razón aparecían por cada tierra regadas como líquido. Estaba decidía a ir a la tierra 65, ya que importaba si Miguel se enojaba, tenía una propuesta de irme a vivir un rato con los Parker.

Abrir un portal era fácil, viajar a través de el también era fácil, lo que no era fácil era estar en la tierra 65 mirando como todos los policías rodeaban el museo, las personas salían con pánico <¿Qué había dentro?> Era la pregunta que me hacía mentalmente mientras entraba en el museo y miraba salir volando a Miguel.
¿Por qué mientras sacaba a las personas había acción? Si, sabía que tampoco me podía meter en la pelea, probablemente porque no sabía ni que mierda estaba pasando en ese lugar.

Cuando entre al museo había demasiada gente dentro, tanta que no podía entender porque chingados seguían ahí, tomaba a algunos para dirigirlos a la salida, "ninguna vida se pierde mientras esté yo" almenos eso me motivaba a seguir siendo spider-woman. Subi la mirada al escuchar un fuerte golpe, era Miguel cayendo de literalmente el cielo y junto con el un helicoptero detrás de él, estaba totalmente en shock, no sabía que hacer, si detener el helicoptero, ir corriendo a verlo o capturar a la anomalía. La spider-woman de blanco reacciono más rápido que yo, comenzó a tejer una telaraña de un lado a otro para que, suponía yo, el helicoptero no llegara a caer.

Mientras ella hacia eso, yo comencé a sacar a los civiles, a algunos los tomaba con una telaraña del pecho para sacarlos aunque fuera volando, nada me garantizaba que aquel helicoptero no cayera sobre aquellas inocentes personas; un oficial de policía comenzó a estresarme por su maldita gana de estar en ese lugar.—A ver con un carajo ¿Se quiere morir?—Lo volví a tomar de la cadera para llevarlo a la salida, nada me aseguraba que se iría, pero tampoco no había nada que me aseguraba que no se fuera.

Corrí para continuar sacando a los civiles observe que el helicoptero estaba a escasos metros de aplastar a la gente, por un impulso de "superhéroe" tomé a almenos unos cinco con las telarañas, los jale hacia mi y con una desesperación cuando mire que el helicoptero comenzaba a tambalearse grite.—¡Corran! ¡No se queden como idiotas mirando!—Aquellos que había tomado los solte, algunos me hicieron caso y comenzaron a correr, a otros los tomé con las telarañas.

Al terminar de sacar a los civiles corrí a ver a Miguel, el ya había capturado a la anomalía, parecia un dibujo, pero no una "caricatura" si no, un dibujo, dibujo, boceto. Toque la cara de Miguel, después me acerque a Jess con preocupación por su embarazo, seguía insistiendo en que ella no debería estar en misiones por su embarazo.—¿Están bien?—Abrace a Jess mientras trataba de respirar con tranquilidad.

—¿Qué haces aquí, Mika?—Pregunto Miguel, escuchaba un poco de enojo y preocupación en su voz.

—Vine a ayudar.

—No tienes el entrenamiento suficiente para este tipo de misiones.—Tense la mandíbula al escuchar sus palabras <Aquí vamos de nuevo>

—¿Y tu si? Vi como caías desde allá arriba, casi te mata este estúpido.—Señale a aquel villano que Miguel tenía en brazos.

Después de eso no respondió, almenos notaba que su deseo de pelar conmigo estaba disminuyendo cada vez más. Jess sonrió cuando miro que Miguel había suspirado para evitar comenzar con una pelea innecesaria, luego de eso se levanto para abrazarme con un poco de fuerza, me separe con mucho cuidado de no lastimarle, era algo extraño pero me gustaba cuidar de su embarazó, ya que para mi ese bebé sería como mi hermano o quiza seria como un hijo.

Pasaron máximo tres minutos cuando escuche un disparo, ahora recordaba que la spider-woman de blanco, no estaba, seguramente estaba teniendo problemas con aquel oficial, era extraño como en cada tierra el enemigo más mortal de spider-woman o spider-man siempre es un policía, también un reportero. Miguel y Jess actuaron rápido, yo simplemente los seguí, cuando llegue el oficial estaba en una de esas jaulas holograficas de la sociedad, la chica estaba en brazos de Jess, notaba la desesperación en sus ojos, en sus acciones, en su posible llanto que estaba por salir de sus ojos.