Y eso era todo, un conversación más con otro Peter, si esta vez había sido completamente diferente, en verdad me había escuchado sin decir algo que tuviera que ver con el. Mientras estaba en el portal la tranquilidad recorría mi cuerpo, era el momento que disfrutaba de mi vida.
Recordaba la primera pelea con Miguel, había sido algo estúpida porque en verdad solo nos pelemos por la edad, no por mi edad, si no por la de el; en verdad detestaba que lo tratará como si fuera de mi edad, pero no era mi culpa, yo no sabía su edad, hasta que Lyla lo dijo y era gracioso porque no era que a Miguel le importará eso, si no que le importaba porque el deseaba sentirse "respetado", es estúpido porque teóricamente soy mayor que el.
—¡Soy mayor que tu!—Le grite mientras me miraba con un odio demasiado grande en sus ojos.
Su mandíbula se había tensado, sus ojos se hicieron rojos, lo típico que le pasa cuando se enoja, es irónico porque así como se enojaba se ponía feliz de nuevo. Pero después de un tiempo ese enojo permanecía hasta los dos meses, había momentos en los que me dejaba de hablar pero no me dejaba salir, o me mordía, era terrible no poder mover ninguna parte del cuerpo por un buen tiempo.
En cierto punto llegue a entender sus atenciones hacia mi cuando era apenas una niña, el había perdido a su hija y la encontró en mi, había situaciones en las que me trataba como a su hija, era muy sobreprotector pero cuando me dio mi primer beso eso comenzó a ser incómodo, porque, no entendía como una figura paterna se enamoraba de una chica a la que trataba como a una hija. Miguel sabía a que se enfrentaba deseandome, se enfrentaba a la mentalidad de amor de una niña de dieciséis años que había perdido todo, se estaba enfrentando a un apego emocional por mi parte muy fuerte, y, eso paso por dos años, nunca lo quise dejar, no importaba como me tratará o como llegara a actuar conmigo, yo estaba para el.
Viajar por los portales era tranquilizante, el aire se sentía tranquilo, cuando tocaba mi cara me relajaba, era interesante estar en uno porque a pesar de tantos años sigo sin saber como es posible el viaje entre tierras; una vez Miguel y Lyla me habían explicado pero me había quedado dormida, después de eso nunca más me quisieron explicar, porque los había "herido con mi ignorancia."
—Sabes que no puedes ir a visitarlo.—La voz de Lyla resonaba mientras estaba en el portal.— Miguel está enojado.
—Pues que se coma una empanada.—Mi tono de voz se escuchaba enojado, la paz que tenia me habia dejado en un segundo. Mire el "reloj", odiaban que lo llamara así pero era más fácil decirle de esa forma, marcaba otra tierra diferente a la de Hobbie, entonces entendí que no me había equivocado de tierra.—Lyla deja de interferir en mis asuntos.
No respondió, era obvio que no lo iba a hacer. Entendía que básicamente ella estaba programada para seguir específicamente las órdenes de Miguel y eso era lo que más me frustraba porque no entendí como era que Miguel llegaba a ser tan maldito. Suspiré, me había resignado a terminar en otra tierra para esperar a que Miguel llegara por mi para que la paz dejara mi cuerpo y pelearnos de nuevo. El miedo estaba presente porque era lo que tenía, miedo, miedo de que llegara, de que me obligara a dejar de ver a Hobbie, me gritara o hiciera alguna idiotez.
Llegue a la tierra, el sol me cegó por unos instantes, había mucha tranquilidad, escuché el canto de los pájaros y el sonido de un saxofón; desde arriba de aquel edificio agache un poco la mirada, las personas de esa tierra se miraban tan felices, ahora deseaba vivir ahí. Colgué una telaraña y baje solo un poco, no deseba que nadie me viera; una pareja paseaba, la chica llevaba un vestido azul con posiblemente un embarazo de siete meses, su pareja estaba a un lado, sonreí al mirar esa escena de amor puro, ahora envidiaba el amor. Baje un poco más, Pav tenia razón, los rayos de sol en verdad daban mucha paz.
Cuando baje un poco más a lo lejos miré un puesto de helados y a una chica que pasaba corriendo a un lado de él, se veía apresurada, como si llegara tarde a un lugar, sonreí al verla y comencé a seguirla por lo alto de los edificios. La chica llegó a su destino,observe que era una escuela, casi como yo, siempre llegaba tarde; la escuela era idéntica a la que yo iba en mi tierra, de echo, muchas cosas eran idénticas a ella. Mientras observaba la ciudad me di cuenta que había muchísimas cosas que eran idénticas a mi tierra, la tranquilidad era la parte mas identica, estaba segura que al fin me habían consedido el deseo de regresar a ella.
Regrese al edificio al que había llegado, cuando puse un pie ahí Miguel apenas salía del portal. Suspiré era momento de que la tranquilidad se fuera; mis piernas comenzaron a temblar al igual que todo mi cuerpo. Miguel se siguió al llegar, se recargo en la pequeña pared del edificio.
—¿Te gusta?—Preguntó serio. Se notaba estresado.
—Pues es mi tierra.—Escuche como chasqueo la lengua, frunci el ceño y me acerque temblando a él.—¿Qué?
Miguel me miro a los ojos, pero no respondió solo soltó un suspiro, otra vez estábamos con las incógnitas. Mi cuerpo estaba temblando de miedo y por una estúpida razón de deseo por besarlo, pedirle perdón aunque el fue el que me había tratado mal.
Yo miraba la tranquilidad de la ciudad, hasta que Miguel se acercó a mi, demasiado cerca.— Exceptuando que no lo es.—Tomó levemente mi cintura con ambas manos.—Pero es idéntica... tienes prohibido ir a la tuya y lo sabes.
En cuanto sentí sus manos sobre mi, un escalofrío recorrió mi cuerpo, ¿Miedo o deseo? Tal vez ambas. Se acercó un poco más a mi acortando la distancia trataba de mantener la compostura por no hacer una estupidez.
—¿Y porque?—Era momento de preguntar todo, el miedo ya estaba pero también mi enojo comenzaba a aparecer.
Sabía que era estúpido enojarme porque tirara mi libreta de dibujos, pero no lo era porque me prohibiera ver a mi amigo, eso sí era algo ilógico. Miguel sabía que era imposible enamorarme de Hobbie, es que a pesar de que era mejor en todos los aspectos, no tenía ningún otro sentimiento hacia el, solo era mi amigo, también sabía que era imposible enamore de Miguel porque 'traumas y problemas psicólogos', por parte de ambos. Solo que Miguel llevaba todo a un extremo, el amaba hacerse sufrir, tener problemas de irá y cualquier otra cosa que literalmente lo metería a la cárcel, pero eso no pasaba porque el sentido de la justicia de el estaba tan podrido que había envenenado a los demás con su misma mierda.
—Porque es una orden.—Respondió firmemente.
<Vaya respueta de mierda> Porque eso era, ni siquiera sabía que decirme acerca de mi tierra; aparte que cuando intentaba ir a ella terminaba con Jess o con alguna otra spider-woman, jamás con un hombre, a menos que fuera Pav o Peter, uno de ellos, solamente porque esta casado y el otro es menor de edad, jamás con nadie que tuviera mi edad, como Hobbie.
Miguel comenzó a acercarse a mi, mientras que sostenía con más fuerza mi cintura, trate de safarme, sabía que iba a hacer.—No, sueltame.—Me comencé a mover tratando de safarme pero era estúpido, en verdad era muy fuerte. Miguel me miro, en su mirada se veía un poco de estrés o quizá era enojo; cuando se acercó por una extraña razón mire sus colmillos, ¿Eran más grandes de lo normal o mi imaginación trataba de hacerme desmayarse del miedo?—Por favor, Miguel, sabes que no me gusta.—Trague saliva, sentí como una lágrima comenzó a recorrer mi mejilla.
—Lo sé.—Cuando sentí sus colmillos perforar mi piel grite fuertemente, la tranquilidad de esa tierra había terminado cuando sentí el veneno entrar en mi cuerpo, trate de arañar la espalda de Miguel pero las fuerzas me estaban abandonando. Miguel saco sus colmillos de forma lenta, era un dolor terrible. —A mi tampoco me gusta hacerte esto, tampoco me fascina que no me obedezcas, Mika yo...—No alcance a escuchar la última palabra cuando me desmaye del dolor.
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Kirmizi
FanfictionKirmizi, significa rojo en turco, es curioso, porque ese color representa tantas cosas en esta vida, pero también representa a ese amigable vecino que se columpia entre edificios. Quizá si el deseo que siento por ti se convirtiera en otra cosa sería...