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열 다섯

Park Yoo-jung era una chica adolescente de apenas 15 años, era extremadamente una belleza, popular en la escuela con las más exelentes notas ya que tenía unos padres exigentes y estrictos además de muy religiosos.

—YooJung es la cuarta vez en el día que vomitas —dijo una chica quien sostenía le sostenía el cabello mientras vomitaba—.

—De-Debí de haber comido algo y me calló mal

—Oye sabes estaba pensando y me pasó en la cabeza que...

—¡¿Qué?!

—¿No estarás embarazada? Ya sabes las chicas vomitan mucho cuando están embarazada

—¡Por supuesto que no! Yo... —entonces sus pensamientos se detuvieron—

Ella recordaba y podía ser posible ya que recientemente ella había tenido su primera vez con su novio.

—¿Qué te pasa Yoojung?

—Nada no es nada.

Ni bien termino sus clases e iba camino a su casa se puso a pensar en el camino, si estaba esperando un hijo y sus padres se enteraban ellos la iba a asesinar viva, eso ya lo sabía ya que todos los días le recordaban lo decepcionante que es un embarazo, deseaba con todas sus fuerzas que eso solo fuera producto de un error y solo la comida le haya caído muy mal.

Mientras iba caminando su novio llegó por su espalda

—¿Por qué pones esa cara? Mi novia siempre tiene una cara linda

—Bueno yo... Tenemos que hablar de algo muy importante —dijo teniéndolo a la par aunque haciendo que este se separara de ella—.

—¿A si? ¿De que?

—Bueno yo he tenido demasiados vomitos estos días y viene por mi cabeza que tal vez yo, esté embarazada.

El chico quitó la sonrisa a la expresión más sombría que se pudiera poner

—¿No lo dices en serio verdad?

—Estoy hablando muy en serio

—Es probable que algo te haya caído mal en el almuerzo

—Yo no lo sé pero no dormiré tranquila hasta ver qué no pasa nada

—No estoy listo para ser papá, soy muy joven y guapo tengo mucho que vivir —Dijo entre serio y en broma para no espantarse más de lo que ya estaba— tenemos que asegurarnos

El chico la tomó de la mano y salió casi arrastrándola hasta llegar a una farmacia, él mismo pagó la prueba y fueron a un baño público.

Mientras Yoojung esperaba a que la prueba se revelará miraba el reloj de su teléfono y ni bien paso 1 segundo de la hora a la que su mamá sabía que llegaba le empezaron a llegar millones de mensajes exigiéndole saber dónde andaba, por qué se tardaba y las múltiples consecuencias que tendría si no llegaba.

—Yo tengo que irme —dijo alterada a su novio.

—¡Espera! Todavía no se revela

—No tengo tiempo, si no llego pronto a mi casa...

Yoojung agarro la prueba la metió en su caja para después en su mochila y salir corriendo.

—te mostraré el resultado mañana

En seis minutos llegó a su casa muy agitada y cuando vio la entrada de su casa estaba su madre.

—Madre lo siento, llegué tarde porque no había autobuses