Se encontraba mirando por la ventada, sentado en su pupitre de clase con los codos apoyados sobre la mesa y su rostro relajando sobre sus manos. Era irónica la calma que veía fuera mientras todos los alumnos se hallaban en su clase, una calma y silencio que había vivido durante dos días, una calma y un silencio que debería valorar como una extensión de su fin de semana fantástico pero... no era así.
Recordaba el momento en el que un huracán caminaba a través de una ciudad, causando el pánico, el terror, gritos, llantos, caos y destrucción a su paso pero, unos segundos de calma... unos segundos en el que te encontrabas en el ojo del huracán, ese lugar en el que sabes que algo malo ocurrirá, ese lugar en el que sabes que en poco tiempo todo volverá a ser un caos, destrucción e infierno de nuevo, y ese... ese era el escenario en el que Luhan se sentía estar sin saber nada de Kai.
Había terminado el fin de semana sin un mensaje suyo, el lunes acudió a clases esperando órdenes sobre la hora en la que tendría que aparecer en su casa pero... Kai no vino. No apareció en el instituto ni en el entrenamiento, fue a su casa para asegurarse de no ganarse algún castigo por no preocuparse pero allí le dijeron que había salido de viaje y volvía en la noche pero, al día siguiente Kai volvió a faltar.
Sabía que tenía que sentirse feliz, no estaba obligado a acostarse con nadie, los jugadores no tenían tiempo ni de aparecer por la cafetería, todos en el instituto estaban eufóricos por el partido que ni le interesaba en absoluto y nadie le prestaba ninguna atención, se había convertido en un fantasma en el instituto, ni querido, ni aceptado, sólo un mero espectro vagando por los pasillos entre clase y clase. Tenía que evitar a sus amigos por orden de Kai con lo que su soledad tenía el tamaño de una supernova en cuanto pisaba las puertas fuera de su clase donde sólo hablaba con Kyungsoo.
- ¿Dónde te metiste capitán?- murmuró con la vista perdida hacia el exterior.
- ¿Cómo?- escuchó tras él.
Se giró asustado hacia la voz y se halló a Sehun parado a su lado. Parpadeó varias veces incrédulo y miró alrededor pensando que se había quedado dormido o algo por el estilo, pero se percató que ya había tocado la campana de finalización de clases pero no se había dado cuenta.
- S-sehun... ¿Qué... qué haces aquí?- preguntó sacudiendo la cabeza.
- Estabas distraído, Kyungsoo y yo te estábamos llamando para que nos fuéramos a casa pero estabas... ido- sonrió Sehun –Venga vamos que Lay y Tao también están esperando queremos ir a una heladería para compensar haber estado ocupado estos días.
Alzó la mirada a la puerta y se encontró a sus amigos haciéndole señas con la mano para que se fuera con ellos con sus mochilas colgadas sobre su hombro.
Su mente se permitió el lujo de ilusionarse, pensar en irse con ellos como antes, dejarse llevar y sentirse bien aunque luego pagara las consecuencias pero... eran unas consecuencias muy grandes.
Negó con la cabeza.
- Lo siento chicos, no puedo, mi madre vendrá a recogerme en media hora para ir a comer- mintió forzando una sonrisa- iros vosotros.
- Ammm... - respondió Sehun decepcionado-¿Y quieres que nos quedemos contigo hasta que venga? Hace mucho que no te vemos.
Se levantó de golpe algo nervioso y sus piernas golpearon con el bajo de la mesa.
- Auchhhh.... – se quejó frunciendo el rostro mientras se acariciaba el lugar donde se había golpeado –No... no hace falta Sehun, iros que estaré bien.
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Juguete de dos (SeSoo & KaiLu) Wattys2015
RomansSeSoo La vida de Kyungsoo se tuerce cuando el subcapitán del equipo de baloncesto, Sehun, lo encuentra follando con el capitán Kai, y no contento con verlos en un momento íntimo, les hace una foto. Desde ese momento, el subcapitán le da a escoger a...