Capítulo 15. Juguete roto

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No sabía que era lo que más le molestaba, o el sonido incesante del timbre de la puerta o el pesado cuerpo de la chica tumbada sobre su pecho. Su pelo se le metía de tanto en tanto en la boca y se sentía asqueroso tener que escupirlo cada dos por tres mientras ella insistía en aferrarse a su cuerpo como un koala, pero debía aguantar si quería que las cosas le salieran como deseaba. Después que Irene cumpliera con su mandato pensaba darla puerta.

El timbre volvió a sonar de nuevo, pensaba matar a quien fuera que estuviera haciendo ruido en esos momentos.

Se desprendió del cuerpo de la chica que se quejó adormilada unos segundos. Se puso sus calzoncillos antes de salir por la puerta de su puerta cerrando con rabia, el sonido no paraba de retumbar por toda la casa.

-          ¿Quién llama a estas horas?- se quejó llegando a la puerta.

Sabía perfectamente que sería Luhan pero aún así preguntaba.  

Al abrir la puerta el ciervo pasó de largo sin siquiera saludar, cojeaba un poco por el dolor de la caída anterior.

-          Paga al taxista- ordenó a Kai.

-          ¿Cuántas veces debo decirte que tú a mí no me mandas? No me cabrees ratoncito de laboratorio y lárgate de mi casa- ordenó sin dejar la puerta para que Luhan volviera a salir.

Luhan se giró lleno de furia hacia Kai, sus ojos desprendía odio, rabia y una expresión que Kai jamás había visto antes. Una expresión tan nueva que lo hizo vacilar unos segundos.

-          Mira Capitancito- respondió con las mandíbulas tensas, dio dos pasos hacia Kai cojeando para terminar frente a el- en estos momentos, estoy tan... cabreado, que puedo cambiar todos nuestros planes a destrozar a tu adorado juguete, destripar su vida, reducirlo al mismísimo infierno y asegurarme que no vuelva a mirarte ni para un polvo de depresión. Así que paga a ese maldito taxista que no pude entrar en mi casa para coger mi cartera, y no te preocupes te devolveré el dinero si eso es lo que te preocupa.

Kai alzó una ceja divertido antes de agarrar a Luhan del cuello cabreado.

-          ¿Eso es chantaje ratoncito?

Antes que Kai pudiera reaccionar, Luhan puso una mano sobre las de Kai y apretó con mas fuerza sobre su cuello.

-          ¿Qui...qujires matarme? Adelante.

Retiró su mano rápidamente cuando se dio cuenta que Luhan no pensaba vacilar en estrangularse a si mismo con sus manos, no deseaba pasar su vida en la cárcel por aquel desquiciado, porque eso parecía Luhan en ese momento.

-          Estás loco- se quejó caminando hacia la oficina de su padre donde sacó algo de dinero que normalmente le dejan para urgencias.

Salió a pagar al taxista sin importarle que lo vieran en calzoncillos no era que se avergonzara de su cuerpo. Al volver se encontró a Luhan con la cabeza metida en la nevera sacando comida a diestra y siniestra para dejarla en la encimera que hacía de isleta en el centro de su cocina.

Kai se acercó a una de las sillas de la isleta y se sentó de frente observando a Luhan quitar comida mientras murmuraba cosas sin sentido.

No era la primera vez que Luhan invadía su casa de esa manera, es mas, desde que se habían aliado Luhan hacía lo que le daba la gana en su casa, llegar sin avisar, comer sin que le dieran permiso y parecía carecer de vergüenza alguna para ello, pero ¿Qué vergüenza podía esperar de alguien que estaba traicionando a su mejor amigo por conseguir al novio de sus sueños?

Juguete de dos (SeSoo & KaiLu) Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora