VIII.

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—Seokmin, ya llegue —aviso el chino mientras que cerraba la puerta, Hao por su parte solamente está ahí parado, sin decir nada—. ¡Te estoy hablando Seokmin!

—¡Estoy en la cocina! —gritó saliendo de ella mientras que limpiaba sus manos con una servilleta, enarcó la ceja confundido cuando vio a un chico con un gorro gris y ropa muy holgada—. Ah Jun, tienes a un niño atrás tuyo.

—Se llama Hao —responde el chino con una sonrisa mientras que da un paso hacia atrás colocándose al lado del rizado—. Se perdió en el centro comercial, no podía dejarlo solo, solamente ve su carita.

—Hao... ¿Qué?

Jun borró su sonrisa y se giró hacia Hao, este solamente tenía un leve rubor en sus mejillas y aunque no se notara, sus orejitas estaban hacia abajo demostrando vergüenza.

¡Como se llamaba Hanbin! ¡Hanbin... Hanbin... Hanbin! Pensaba mientras que movía constantemente su colita lastimándose a causa del pantalón, sus labios temblaban. ¡Sung!

—Sung Hao —sonrió mostrando sus perfectos dientes pero fue reemplazado por una mueca de disgusto.

—¿Qué tienes Hao? —preguntó el rubio.

Parecían unas personas muy agradables, quizá... No se espantarían tanto si les decía.

Jun camino hacia Seokmin y beso gentilmente su naricita para después besar sus labios, Hao pego un brinco recordando las palabras de su dueño, eso solamente lo hacen las personas que se quieren.

—¿Ustedes se quieren? —preguntó con una sonrisa el rizado viendo como ambos se separaban, Seokmin río nervioso y asintió.

—Lo amo.

—Que bonito —sus finos bigotes se movieron, se sonrojó aún más—. Yo quiero a alguien pero él no me quiere a mí. No lo puedo besar...

—Deberías enamorarlo —dice Seokmin mientras qué pasa su brazo por la cintura de Jun—. A mí me costó demasiados años, tenía un novio sumamente... —rodea los ojos—. Dios, ni siquiera lo quiero recordar, pero ahora yo tengo el corazón de mi pequeño Jun —besa su mejilla.

—Pero yo no soy atractivo...

—¡Pfff! ¿Desde cuando importa más el físico que la personalidad? —dice Jun, Hao vuelve a dibujar una mueca disgusto—. ¿Qué sucede?

—Es que... Me duele mi colita.

Ambos lo vieron confundido, Hao retiró el gorro demostrando que sus orejitas se movían con ternura.

Seokmin se desmayo.

—¡Es un jodido gato, Seokmin!

(...)

mi espíritu carateca necesitaba poner a junnie y dikey como personajes de este fic, amo a mis nenazos.

little cat ♡ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora