31 de octubre.
—Amor... —murmura el castaño cuando ve al híbrido jugar en los sillones, salta de lado a lado, sus orejitas se mueven al igual que su colita, se siente feliz—. Tenemos que hablar...
—Sí, pero... ¡Mira lo que encontré! —exclama bajándose con cuidado del sillón para después tomar una pequeña fotografía de la mesa de centro—. ¡Soy yo, de niño!
Le extiende la fotografia dejando ver un gato color negro que se encuentra en las piernas de Hanbin, los labios del castaño tiemblan.
—Que lindo eras de niño —añade con un poco de ironía pero Hao no puede captarla.
—¿Verdad que sí? —responde achinando sus ojitos, asoma un poco su lengua por sus labios junto con una sonrisa—. El gato más bonito que exista.
—Exactamente —lo abraza de costado mientras que comienza a besar sus mejillas.
—¿Qué querías decirme? —Hanbin suelta un suspiro y se sienta—. ¿Es malo? —dice preocupado, tiembla un poco.
—¿Recuerdas qué sucedió hace un año? —dice en voz bajita, Hao niega divertido con la cabeza y sonrie caminando hacia sus piernas y se sienta en ellas, el castaño coloca sus manos en la pequeña cinturita de Hao—. Hace un año tú... —toca la puntita de la nariz de Hao—. Te convertiste en humano.
—Entonces... ¡¿Es mi cumpleaños?! —exclama sonriendo mientras que aplaude—. ¿Me vas hacer fiesta? ¿Y me darás muchos, muchos, mucho regalos?
Hanbin le mira con ojos aguados.
¿Dejaría ir ese chico tan tierno por miedo?
—No... —niega constantemente con la cabeza—. No puedo... —abraza a Hao, apegándolo a él.
—¿Binnie? ¿Por qué tiemblas? ¿No puedes darme muchas regalos? —hace un puchero para después borrarlo—. No te preocupes, no quiero esos feos regalos si es que te vas a sentir mal, ¿sí? —besa su mejilla derecha—. Ya no te sientas mal.
—No es eso, amor —comienza a jugar con su cabello pálido—. Cuando yo te convertí en humano... Decían que iba a ver... Consecuencias con eso.
—¿Consecuencias..? —tartamudea un poco, su colita deja de moverse—. ¿Buenas?
—No lo sé... —dice sincero y lo voltea a ver—. No decía que pasaba después, simplemente decía que era: Malo.
—¿Te pasará algo malo? —sus ojos se cristalizan un poco, tiembla, trata de separarse de Hanbin pero el castaño lo toma de la cintura, impidiendo que se aparte—. Suéltame Bin, te lastimaré...
—Hao, escúchame —Hao se niega—. ¡Jjanguri escúchame! —el tintado gira hacia él con sus orejitas hacia abajo—. Eres la única persona que nunca me ha lastimado, eres él único que me hace feliz, al único que amo demasiado... No quiero separarme de ti —las lágrimas bajan del rostro de Hanbin—. No quiero separarme de mi bebé, de mi niño, de mi hermoso pequeño —lo abraza con fuerza—. No haré nada para que te separes de mí, no importa si salgo herido si eso significa estar siempre contigo.
—Pero yo te amo tanto que jamás podría verte sufriendo por mí culpa.
Hao se acerca y besa sus labios con delicadeza, con ternura.
—No me dejes Hao, por favor, te amo con toda el alma.
El reloj pareciera que se mueve con prisa, los minutos pasan y ambos chicos se besan con tranquilidad, como si sus labios bailaran con cada roce que se dan. Como si cada beso definiera el amor que se tienen. Como si cada caricia que proporcionará Hanbin en la cadera Hao mientras que Hao enreda sus dedos en el cabello del contrario hicieran el amor sin tener que profanarse; la definición de un amor sincero y verdadero. Es como si en ese momentos ambos...
Fueran: eternos.
La colita de Hao se mueve con emoción, sus orejitas a la par que sus bigotes. Tanta emoción no puede definirse en el pequeño cuerpo del tintado.
12:00 a.m.
—¿Ya es la hora de que pasen cosas malas? —dice sobre los labios del contrario. Hanbin no quiere abrir los ojos, quiere quedarse así.
—No me dejes, no me dejes, no me dejes, quedémonos así, por siempre —ruega mientras que atrae más a Hao hacia él.
¿Qué es está sensación diferente?
¿Qué es eso que siente?
Hanbin lleva su mano al final de la columna vertebral de Hao y abre sus ojos.
—¡No está mi colita Bin! —dice Hao sorprendido a la par que se sostiene de los hombros de Hanbin y estira su cabeza hacia atrás—. ¡No está!
—Tus orejitas Hao... —murmura el castaño, sorprendido.
—¡No están!
El tintado mira con una sonrisa a Hanbin y lo abraza juntando sus mejillas.
—¡Ahora soy un humano como tú! —añade mientras que da un brinquito aún sobre Hanbin, el castaño ríe y lo abraza demasiado fuerte.
—Gracias... —murmura casi para sí mismo, no sabe a qué o a quien le está agradeciendo, pero se siente sumamente feliz. Hao estaría siempre con él.
—¿Entonces lo malo fue una cosa buena? —dice mientras que toma un poco de distancia con el castaño, Hanbin asiente con una sonrisa.
—Siempre vamos a estar juntos —dice entrelazando su mano con la de él. Hao achina sus ojitos.
—Siempre vamos a tener amor y nuestro mundo será perfecto —alza sus manos con emoción—. Y siempre te voy a dar mucho, mucho, mucho amor. ¿Sí? Y tú me darás más amor porque me amas solo a mí, ¿verdad?
Hanbin sonríe y asiente con una sonrisa que muestra sus pequeños hoyuelos, hoyuelos que solamente Hao puede provocar.
—Siempre.
¿Para qué tener un nirvana?
Un nirvana tiene un punto y final.
Fin de la historia.
Pero...
Ellos no.
Ellos son; eternos.
Fin.
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little cat ♡ haobin
Randomhanbin está solo con un gato. ★ : historia adaptada, créditos a su respectivo autor/a original "gaybillie" ★ : capítulos cortos. inició: 11/07/23. terminó: 14/10/23.