little cat ♡ haobin

XXIII. (sᴇᴏᴋʜᴜɪ)

—¿Qué haces Jun? —preguntó en voz bajita Seokmin mientras que se sentaba a un lado del moreno, el chico de ojos verdes le muestra su libreta.

—Una nueva canción, habla de ti —responde sonriendo.

—¿De mí?

—Sí, con lo que ha pasado con Hao me di cuenta que eres él ultimo de los chicos americanos. Siempre te preocupas por los demás antes de ti y sonríes aunque estés triste o finges que todo está bien, ayudaste al pequeño Hao sin nada a cambio y eso me demuestra que: eres el último en tu especie.

Seokmin ríe enarcando una ceja.

—¿Soy un animal?

—Medio, pero eso no es lo importante, aún no queda perfecta. Como tú.

Seokmin se sonroja y recarga su cabeza en el hombro de su novio.

ȃl es una guerra interminable,
él es un héroe para la causa perdida como un huracán en el corazón de la devastación
Él es un desastre natural,
él es el último de los chicos americanos.«

Jun cierra la libreta de golpee antes de que Seokmin pueda seguir leyendo.

—Todavía no es perfecta... —desvía la mirada sonrojado—. Debe serlo para que puede cantártela.

—Para mí ya es perfecta... —besa su mejilla dejando un sonoro beso—. Y sé que a ambos chicos que están en la habitación 10 también querrán escucharla.

—¿No crees que deberíamos dejarlos solos? —dice Jun enarcando una ceja.

—¿Lo dice el chico que quería quedarse con un gato que no le pertenecía y me hizo un berrinche en la cocina por no darle ciertas instrucciones al dueño original de dejarlo con nosotros una vez a la semana como si se tratase de una pareja divorciada? —se cruza de brazos logrando una mirada ofendida del moreno.

—Solamente sé que lo voy a extrañar —responde Wen logrando una mirada tierna por parte de su novio—. Fue como un hijo para mí y ahora me lo quitan, que ironía.

—Podemos adoptar un gato después de esto —Jun sonríe y asiente eufóricamente—. Ahora acompáñame a ver a la pareja de enamorados.

Jun se levanta y ambos chicos, tomados de la mano, caminan sin prisa hacia la habitación, notando que se escuchan: sollozos tras la puerta.

Seokmin abre la puerta de golpee notando que el cuerpecito de Hao se aferra a Hanbin mientras que lo llama en voz bajita.

—Vamos, despierta —dice el híbrido hacia su dueño mientras que empuja su mejilla con su naricita, maulla.

Seokmin junto con su novio se acercan con prisa, pero sus corazones se relajan cuando escuchan la máquina que marca los latidos de Hanbin funcionar normal.

Simplemente se había desmayado de nuevo.

—Ya no duermas Binnie —pide Hao con un puchero, ni siquiera se a dado cuenta que sus amigos han entrado a la habitación.

—Seokmin —murmura Wen—. Fotografía.

Seokmin rueda los ojos y saca su teléfono y inmortaliza una imagen sumamente bella para cualquiera que la viera: las delgadas piernas de Hao y Hanbin están enredadas y los brazos del tintado se aferran al tronco del castaño mientras que los brazos del más alto están abrazando al tintado de una manera delicada, los ojitos achinados de Hao observan con reproche a Hanbin mientras que este deja a la vista sus largas pestañas y sus labios rosados entre abiertos mientras que los de Hao tienen un puchero, ambos cabellos están desordenados y las orejitas de Hao están hacia abajo demostrando indignación, así es como son ellos, no están posando para la fotografía y mucho menos fingiendo ser otras personas delante de la cámara. Se podría decir que se ve el amor en la imagen.

—Se podría decir que también Hao, es uno de los últimos chicos americanos —murmura Jun.