IX.

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horas atrás.

—Vamos Hao, hay mucha gente en la caja —dice el castaño mientras que acelera el paso de sus pisadas, no se da cuenta de que el mitad minino está entretenido de grabar en su mente todas esas cosas nuevas para él, los colores, los olores, todo realmente.

—¡Hanbin! —una voz femenina lo hace desviar su mirada a un pasillo, Youngeun, viene corriendo hacia él con una sonrisa. Hanbin sonríe y camina hacia ella, desviándose del pasillo que estaba recorriendo—. ¿Cómo estás Hambin?

—Bien Geun, de compras —alza un poco los tintes y la pijama, Youngeun rie un poco—. Oh, no es para mí.

—Entonces... ¿Para quien es? —pregunta divertida a la par se cruza de brazos.

—Es para mi amig... —se gira tan solo un poco notando que Hao no está. Su sonrisa se borra y rápidamente cambia a una de preocupación, camina nuevamente hacia el corredor y asoma su cabeza teniendo la esperanza de que el rizado este ahí; pero no—. ¿Hao? —nada—. ¡¿Hao, Hao?! —ahora comenzó a gritar mientras que camina con prisa, con miedo—. ¡¿Hao?! ¡Esto no es gracioso!

Toda la gente comenzaba a ver a Hanbin de una forma sumamente extraña.

—Hanbin, tranquilizate —murmuró la chica mientras que lo tomaba por lo hombros, el castaño simplemente negó con la cabeza—. Tú amigo puede irse solo a su casa, ¿tienes su número? Podemos marcarle y saber dónde está... Él no necesita de ti para volver solo a casa.

—¡Pero necesita de mí, siempre ha necesitado de mí! —responde separándose de una manera brusca mientras que tira las cosas al suelo, Youngeun lo ve con un poco de confusión y miedo, niega con lágrimas en sus ojos—. Lo siento, pero necesito encontrarlo... Yo... Adiós Youngeun.

Las delgadas piernas del castaño se movieron por todo el centro comercial, gritando el nombre del rizado, la desesperación subía hasta su garganta y oprimía su pecho.

—Dios... No —dijo cuando se vio ahí en medio, solo.

little cat ♡ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora