ＣｏｍｐｌｉＣａＣｉｏn ｅｓ || Levi Ackerman

¿Por qué a mi?

Se limpió las manos en la capa verde que cubría la mayor parte de su cuerpo, frunciendo el ceño y arrugando la naríz por el olor de la sangre en todo el lugar.

Su mirada azulada se volteó hacia los ñiños que ahora estaban ordenados en dos filas diferentes pero específicas. En una fila los que estaban reconocidos como desaparecidos, y en otra los que no.

Entre los desconocidos se encontraba aquel chico de cabellos rubios y ojos verdes sin brillo que desde el primer momento la miraban con indiferencia.

Para ella era interesante.

Observó a Satomi y Satoshi de reojo, ellos le devolvieron la mirada y entendieron a la perfección sus intenciones, asientiendo a modo de respuesta. Sonrió levemente ante aquella acción.

Ambos gemelos se acercaron los muchachos no identificados, preguntándoles si sabían o recordaban algo del lugar del que provenían.

El rubio siemplemente apretó sus ropajes desgarrados al escuchar a la mayoría afirmar aquella pregunta, él era el único estúpido que no tenía una familia, y el recuerdo de la mirada odiosa hacia él de sus padres lo hizo temblar levemente.

-¿Qué vamos a hacer con ellos? -. Levi susurró cerca de Eleonor, tomando suavemente su capa.

-Llevalos a todos a la mansión, buscaremos a sus padres y recidencias para entregarlos sanos y salvos -. Mencionó suavemente.

De alguna manera le vino un déja vu en cuanto el mayor tocó sus ropas, Tsukasa solía tener la maña* de tocar su vestimenta cuando algo que ella hacía no le parecía correcto.
Como si de alguna manera la regañara.

Sonrió levemente ante el recuerdo de una vez que le reclamó aquel comportamiento y él simplemente le dio un golpe en el rostro, provocando la angustia de Alastair y la furia de Neo.

-Como digas.

Se volvió sobre sus pies dispuesta a irse de ahí para vigilar a los caballos hasta que los demás salieran, pero los pasos de unos pies descalzos chocando con el piso la hicieron detenerse, sobre todo cuando alguien se aferró a su torso desde atrás.

Al voltear solamente notó la sucia y desparramada cabellera rubia de aquel muchacho que observaba ya hace un tiempo.

Sintió el temblor de su delgado cuerpo y eso le recordaba a las acciones de sus gemelos cuando llegaba de la Legión, temblando por el llanto de felicidad.

Pero era diferente ahora, sabía que él no temblaba de felicidad o de frío, sino más bien de miedo y angustia. Eso la ponía de mal humor, ¿Quién podía hacerle tanto daño a unos simples niños inocentes? Apretó los puños, no pudiendo imaginarse a sus hermanos o futuros hijos así de desnutridos y asustados.

Tomó al menor en brazos y salió del lugar, con Levi siguiéndola desde atrás como un perro entrenado.

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El llanto de desesperación de los gemelos Galard podía escucharse en toda la mansión, no había nadie para abrazarlos y consolarlos por lo que estaba pasando, ya que todos los empleados estaban cuidando de Alastair y Rube.

Todo ocurrió simplemente de la nada, en un momento estaban todos felices tomando el té y al otro ambos mayores escupían sangre.

Todo era un caos desde hace horas, probablemente el sol ya estaba saliendo, no estaban seguros. Solo deseaban que Eleonor llegara pronto, ella castigaría a todos los involucrados.

Pero para eso faltaban horas.

Cuando Nisha salió de la habitación rápidamente corrieron hacia ella, sollozando cuando los brazos de la anciana los rodearon en un vano intento de calmar el dolor de los tres.