La vida muchas veces es una caja de sorpresa.
Eso lo sabía Donatella Michehell que por casualidades de la vida descubrió que no solo la primera impresión cuenta en la historia, si no que hace falta mucho más que eso para juzgar a los demás.
Ella es una rubia de ojos azules, alta, esbelta, de inmaculada belleza, amante de las pequeñas cosas aunque la rodeara el lujo de su prestigioso camino laboral. Solo su familia conocía aquellos aspectos simples y hermosos de sus gustos, descontando a su madre que por avaricia destruía el camino de su vida. Y es que no era fácil para aquella mujer ver caminar a su única hija por el camino equivocado, aquellos gustos por compartir de lo suyo con los necesitados, por darles hogar a animales que en boca de su progenitora eran asquerosos y enfermizos. Donatella siempre vivió los sueños frustrados que su madre no pudo lograr por su nacimiento. Se sentía culpable y pensó que si dejaba que su madre controlara su vida sería la solución.
Grave error.
La cosa fue empeorando con los años, ella alcanzo los más grandes logros, incluyendo un titulo en medicina general y en cirugía un poco después. Pero eso no bastaba, su madre manipulo cada unos de sus sueños, sus noviazgos incluyéndose a la larga lista que ella poseía en su control.
A los 25 años, cuando estaba recién graduada asistió a su primera entrevista laboral, allí conoció a Emilio Blue, un joven prometedor que al parecer compartía la misma desdicha que ella. El padre de Emilio controlaba sus pasos y lo convirtió en un doctor. Su familia desde generaciones habían sido médicos reconocidos, el solo nombrar su apellido era sinónimo de salud, pero muy al contrario de lo que ella pensaba él odiaba aquel empleo, se graduó por complacer a su padre, por darle lo que quería, pero este se negaba a soltarle las riendas, seguía siendo el títere de papa.
Bueno hasta ese día donde sus ojos azules golpearon lo de Donatella. Desde que lo conoció vio en él un hombre alto y de gran musculatura, digno modelo de alguna revista de moda, de eso ella sabía mucho. Le sonrió nerviosa esperando su turno en la entrevista y él se sentó a su lado atraído por su exótica belleza.
-Hola, mucho gusto. Me llamo Emilio -Fue lo que él dijo, a lo que ella señalo su chaqueta- Cierto, lo has podido leer en mi identificación.
-Mucho gusto señor Blue. Yo soy Donatella Michehell Sudol -Ella extendió la mano a lo que el hombre la tomo y beso en un gesto caballeroso.
-Es un hermoso nombre, digno de una hermosa dama... Pero yo no soy casado, solo dime Emilio. Soy más que mi apellido -Donatella sintió admiración por él y desde ese día él amo la clínica de su padre.
Ella consiguió el empleo, tenía buenas referencias y era la más sobresaliente de su promoción. Además de la pequeña ayuda que tuvo por parte de un muy embelesado Emilio. Él no quería perder su contacto y así ganarían todos, ella un empleo, su padre el que él permaneciera en la clínica y él... Él simplemente se complacía con ver aquel serio rostro. A diferencia de ella que era medico general y estudiante de cirugía él ya era pediatra y realmente amaba a los niños, pero aquella insistencia de su padre por atarlo a aquel sitio era lo que no le animaba.
Juntos pasaban buenos momentos y esa misma navidad, 5 meses luego de conocerla mejor le pidió el noviazgo. Ella acepto gustosa. Por primera vez no era su madre la que elegía el candidato y cuando ella se entero no se opuso. Aún recuerda lo que dijo al conocerlo y todo lo que eso ocasiono, de cierto modo se lo agradecía.
*
-Es perfecto Donatella, al fin has aprendido algo bueno de tu madre. -Ella coloco los ojos en blanco, no podía creer que la mujer que le dio la vida fuera tan superficial.- Solo míralo, es alto, mucho más que tu... -Donatella comenzaba a idealizar el hombre perfecto de su madre, el que siempre le mencionaba y que por alguna razón era casi el físico de su padre, un señor alto, fornido, de 1.90cm y rico, muy rico. -Tiene buena educación, es graduado de la mejor universidad, más avanzando que tu, hijo único y heredero de la clínica de su padre y de todos sus recaudos. -Si fuese por ella estaba segura que la dejaba sola hablándole a la nada, pero solo por respeto la escuchaba además se le hacía lindo que su padre, su hermanito y Emilio se la llevaran tan bien, desde allí podía verlos y muchas ilusiones venían a su cabeza.- Su salario de seguro es mucho mayor que el tuyo... -Y decidió interrumpirla.
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Cuidando Sus Huellas
RomanceOakley es un estudiante de artes escénicas que escapa de su hogar para poder cumplir sus ambiciosos sueños. Es entonces que el joven actor conoce a Donatella, una doctora reconocida por sus habilidades y que además posee grandes negocios, los cuales...