Roció, La Bella.

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Esa noche Oakley se sintió solo en la casa, por más que Hachi corriera por ella y ladrara era como si algo enorme le faltaba. Exactamente alguien. Donatella se había vuelto para él alguien indispensable. Amaba verla cocinar, para su sorpresa lo hacía muy bien. 

Cansado de tanto pensar se sentó en la sala con el guion de un próximo teatro. Este sería en grande, y el realmente quería conseguir el papel principal. 

"La bella y la bestia" 

Tenía como título. Después de varias hojeadas se dio cuenta que el papel era todo un reto. Suspiro cansado y siguió aprendiéndose el guion, en varias ocasiones se vio tentado en escribirle a Tella pero después se arrepentía, no quería molestarla. 

A eso de las 3 am se decidió y de un brinco tomo el celular y escribió con pausa y duda. 

"Hola ¿Despierta?" 

Se quedó mirando la pantalla y casi de inmediato recibió una respuesta. 

"Si ¿Sucedió algo? ¿Qué haces despierto? Mañana debes presentarte en un casting, necesitas dormir."

Eso le hizo sonreír, el que ella recordara eso significaba que lo escuchaba a la hora de comer. 

"Si pero no puedo dormir sabiendo que no estás en casa"

Fue algo atrevido de él, pero esa era la realidad.

"Que tierno, mi cachorro humano me extraña... ¿Seguro que no has hecho nada? ¿Hachi está bien?"

Oakley frunció su ceño molesto ¿Por qué ella se empeñaba en recordarle aquello? ¿Realmente lo disfrutaba? ¿Y porque razón siempre creía que él había hecho algo malo?

"Más que un animal soy humano a diferencia de ellos razono. No te molesto más, de seguro estas ocupada y si, él está bien, al menos es una agradable compañía a diferencia de ti 7.7"

Dejo el móvil a un lado y a pesar de que este sonó en varias ocasiones no quería seguir leyendo los mensajes de ella. 

Ya para las 6 de la mañana acepto que no podría dormir, en vez de eso haría algo productivo, estaba cansado de estar sin hacer nada. Se olvidó de los mensajes que tenía por leer en el móvil y se puso a limpiar, coloco música e inicio con el ritmo de ella lo que jamás pensó que haría. Limpieza. 

Al terminar se ducho y ya a las 8 am en punto estaba de salida para el teatro. Ese día su grupo se presentaría individualmente, todos querían avanzar en su carrera de actuar. Estaba nervioso y cansado, eso se le notaba e incluso por un momento se quedó dormido en la espera.

Roció había llegado con su hermano, ese día estaba más hermosa que nunca, era la más linda de su grupo y por supuesto, la mejor.

Se sentó al lado de Oakley y sonrió para despertarlo con suavidad, él la miro algo agotado y le dedico la misma sonrisa. Cualquiera diría que esos dos se tenían algo.

-¿Te ves muy cansado Oakley? –Dijo ella con su melódica voz.

-No pude dormir –Dijo mientras se encogía de hombros.

-¿Y eso? ¿Tienes problemas? –Le pregunto ella con curiosidad.

Él pudo decirle la verdad o incluso inventar otra cosa, pero su galantería no le dejaba pensar, se acercó a ella y le susurro a su oído palabras que solo él podía decir y sonar dulce.

-No dejaba de pensar en ti, en tus torneados muslos e incluso me hacia la idea de que tan bonitos serian tus pechos –Roció se sonrojo y se alejó un poco de él para luego sonreírle.

Cuidando Sus HuellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora