PROHIBIDO +18 [Fanfic Yizhan]

|¿Mejor que yo?|

{Capítulo 6}

Maratón 2/2

Xiao Zhan:

Las paredes daban vueltas, los objetos eran imposibles de reconocer en mi campo de visión, mi cuerpo era como un saco lleno de piedras: complicado de levantar. Tuvieron que pasar extensos minutos antes de que la niebla en mis ojos se dispersara dejándome apreciar la oscuridad en el cielo y las lucecitas de las estrellas.

Todo se veía tan pulcro y ordenado.

Una bola blanca se acurrucó en mis brazos buscando cariño, quité las manos que estaban acomodadas debajo de mi almohada y me aferré a Nut que me miraba con esos grandes ojos y se meneaba emocionada exigiendo mimos.

Disfruté ese momento, especialmente porque en ese instante no quería retroceder a lo vivido el día antes. Estaba dormido, pero escuché todo lo dicho por el doctor y mi guardaespaldas, a quien por cierto debía agradecerle.

Estaba dispuesto a buscar una solución. Tenía que encontrar una.

—¿Tienes hambre? —besé su cabecita y maulló— vamos a darte comida. —me levanté despacio y yendo con calma eché sus alimentos en su taza, y me tomé una pastilla para el dolor de cabeza.

Queriendo eliminar el sudor de mi piel me quité todo, preparé la bañera y entré. El agua tibia relajó mis músculos, el incienso con olor a sándalo nubló mis sentidos por un largo rato, llevándome a un estado de relajación y letargo que me desconectó del mundo.

La sensación de estar flotando entre la consciencia e inconsciencia era tan extraña pero tranquilizante en partes iguales. No sé si fueron horas, tal vez minutos, sin embargo, toques en la sala estorbaron esa paz haciendo que tuviese que levantarme y esconder mi desnudez con un albornoz.

Miré por la abertura no queriendo del todo abrir, pero toda negativa me abandonó al ver a la persona parada ahí.

—Wang Yibo. —su nombre salió de mis labios mientras detallaba las facciones de su rostro y le permitía entrar.

—Xiao Zhan. —el oxigeno se esfumó de mis pulmones al sentir su mirada puesta en mí, detallando lo que traía puesto, y joder parecía un completo desastre, mi cabello estaba todo mojado, las gotas de agua caían por todo mi rostro hasta mi clavícula ¿y lo peor? lo peor era que solo tenía una bata de baño puesta, contrario de él que se encontraba derrochando sexualidad con unos pantalones de cuero que se moldeaban a su figura y dejaban admirar su estrecha cintura, esa que no solía mostrar mucho por la ropa ancha que acostumbraba usar, pero que sin duda era tan delgada y pequeña como la mía. Tenía botas negras, camisa del mismo color y una chaqueta en color beige, luciendo tan imponente como solo él podía.

—No sabía que vendrías. —tomé su mano ignorando la electricidad en mi piel y lo guié al mueble.

—Te escribí, pero no respondiste, tengo unas horas libres antes de volar a Shanghái.

—No sé dónde dejé mi celular. —traté de que mi voz no se oyera temblorosa y contuve las ganas de abrazarlo al tenerlo tan cerca. Me sentía algo débil luego de mi conversación con Yang Zi ayer, y con Yibo todo de mí se sentía seguro, al punto de querer refugiarme en él— ¿Cenaste ya?

Negó.

—Te prepararé algo. —intenté levantarme, mas no pude, aquellas blancas manos se encerraron con suavidad en mis hombros dejándome en mi lugar con suma delicadeza.

—No es necesario —los orbes marrones seguían detallándome meticulosamente.

—Me gustaría hacerlo.