|Extorsión|

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{Capítulo 5}

Maratón 1/2

Frente al espejo lo primero que sus ojos miraron fue la mancha rojiza en su garganta; un chupetón de dudosa procedencia que lo hizo marearse de repente y agarrarse del lavamanos. «¿Qué carajos hice?» La cabeza le dolía horrores a causa de su resaca, y la laguna mental que se cargaba no lo dejaba recordar nada, sembrando incertidumbre y abatimiento en su ser.

—No estuve con nadie, no estuve con nadie, no estuve con nadie... —el escozor en sus parpados hizo que abriera la llave y rociara una gran cantidad de agua en el rostro. Se negaba a creer que entregó su cuerpo a alguien que no haya sido Wang Yibo.

Deslizó su vista al pantalón fino que formaba parte de su atuendo la noche anterior, al igual que la camisa blanca que encontró a un lado de la cama al despertarse, y el pañuelo rojo que no sabía siquiera donde estaba, pero en cuestión de minutos se daría cuenta de quién se había apropiado de él.

Sus dedos se pasearon por el moretón y la corriente que recorrió su piel lo hizo abrir los labios y respirar con dificultad por los recuerdos.

Las escenas se mostraban una tras otra, desde la llamada realizada hasta imágenes suyas paseando su nariz sobre la piel blanca de su Didi, aspirando su fragancia con vehemencia y repartiendo besos por todo el cuello y la garganta.

Lava caliente corrió junto a sus venas en vez de sangre, por lo que sin dudarlo mucho se despojó de la única prenda de ropa puesta y dejó que el agua de la ducha lo empapara.

Se sentía deseoso, la sensación palpable en la yema de sus dedos por volver a tocar ese cuerpo, oler ese perfume y admirar ese rostro. Una de las razones por las que no se había encontrado con él antes; era esta, se volvía un adicto que al mínimo roce con su droga anhelaba más, aunque no pudiese. Tratando de suprimir todo lo anteriormente dicho, terminó de bañarse, arregló su habitación y recogió la botella de alcohol en la sala, encontrando su celular en el proceso.

Todo esto sucedió a primeras horas de la mañana, puesto que luego de quitar toda prueba de haber bebido la noche anterior, quiso mandarle un obsequio al cumpleañero.

«Llevo años deseando enviarle algo» Por lo que lleno de entusiasmo lo primero que decidió fue hornearle galletas, lo segundo fue un reloj inteligente, regalado con la intención de que estuviesen más cerca, ya que él también tenía el mismo modelo de Apple, y de tercero: los tulipanes, escogidos minuciosamente y con un mensaje directo.

Sonrió cuando Wang Yibo le hizo saber que su regalo le había gustado, se había encargado de que el presente llegara sin complicaciones a su apartamento. Lele fue de gran ayuda para lograr esto.

Lastimosamente su soplo de alegría momentánea se vio interrumpida cuando el peso de la culpa volvió a recaer con violencia en su interior, logrando que luego de su conversación por WeChat con Yibo, llamara a Yang Zi y le propusiera reunirse.

El encuentro fue pautado a las seis y media de la tarde en un restaurante privado, por razones claramente obvias no la invitaría a su hogar, y puede sonar despiadado y egoísta, pero, parte de su privacidad estaba en esas cuatros paredes, simplemente la idea de ella allí no le agradaba.

«Es un nivel de confianza que no tengo ni creo tener con Yang Zi»

Completamente de negro y con un estilo bastante deportivo y despreocupado, a excepción de sus tenis en color blanco, partió en su auto al lugar acordado. No encontró la necesidad de salir con sus guardaespaldas.

—Por aquí señor Xiao Zhan. —una de las encargadas del sitio lo recibió cortésmente, el rubor en sus mejillas al estar cerca de un hombre como Xiao Zhan no tardó en aparecer, y se hizo todavía más fuerte cuando este hizo una leve reverencia de agradecimiento y le regaló una de esas deslumbrantes sonrisas que le caracterizaban.

PROHIBIDO +18 [Fanfic Yizhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora