|No te metas con el conejo o el león se enojará|

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{Capitulo 8}

Toda acción tiene una reacción, tristemente Yang Zi era muy tonta o le daba igual dicha frase, porque sentada frente al espejo de su camerino y preparándose para grabar la última escena del drama "Lost You Forever" que se estrenaría el siguiente año, se encontraba sonriendo mientras el recuerdo de la piel de Xiao Zhan permanecía en su mente y en sus labios, trayendo consigo fantasías y deseos, pero también el incremento de un odio profundo dirigido única y especialmente a su rival: Wang Yibo.

El niñato que se le había metido por los ojos a Zhan Zhan de todas las maneras posibles y que parecía haberlo hechizado con esa muralla de hielo y esa actitud tan arrogante de la que era dueño.

—¿Cómo pudo enamorarlo? Es tan antipático y lleno de sí mismo.
—rabió en voz alta.

—Yang Zi —su agente entró al lugar— la mánager y asistente del señor Wang Yibo acaba de llamarme y me dice que su jefe quiere urgentemente un encuentro entre los dos hoy.

—No quiero. —la molestia comenzó a navegar por todo su torrente sanguíneo, pero lo disimuló de maravilla.

—Esto no es una cuestión de querer o no, estamos hablando de uno de los hombres más famosos de toda China, una oportunidad en un millón, así que debes encontrarte con él. —suavizó el tono de voz lo más que pudo antes de continuar— El encuentro será en el hotel donde nos estamos quedando, por supuesto luego de que termines tus filmaciones y descanses un rato. Ya verás que todo saldrá bien. Sé que puedes sentirte incomoda por el interés que he notado que tienes en el señor Xiao Zhan, pero no debes preocuparte, solo será una charla, no es cómo que vayan a hablar de sus intereses amorosos o algo así.

«Jajaja, si supieras»

—Está bien —aceptó sin más remedio, sintiéndose secretamente curiosa, porque sospechaba el rumbo del asunto y de quién se iba a tratar. Aunque quiso negárselo a sí misma, los nudos que sentía en el vientre y que apretaban fuertemente delataban sus nervios.

En la misma ciudad se encontraba Yibo, sin sentir ni una pizca de nerviosismo. Le habia gustado enterarse de que Yang Zi también estaba en Shanghái. Era el momento de poner algunas cosas claras.

Cabe señalar que su agenda era un caos, y al parecer pasarían unos días antes de por fin poder volver a Beijing y ver a su Zhan-ge. Debía revisar algunas escenas de Born to Fly, terminar de grabar Street Dance of China, cumplir con varias secciones fotográficas, asistir a uno que otro programa e ir a los ensayos para la fiesta de Yuehua.

Además, tenía que acudir a la cita médica que sus padres le habían reservado. No quería ser motivo de preocupaciones y su mamá le había dejado bien claro antes de irse el día después de su cumpleaños; según ella porque su otro príncipe de hielo la esperaba en casa, que tenía que visitarla, chequearse y contarle sobre ese tal "amigo" que le enviaba tulipanes y le horneaba galletas.

—Toma esto. —Yanyan le pasó una servilleta con varias pastillas para el dolor, pues ese día en una de las escenas de la película que estaba grabando tuvo una pequeña lesión.

Inclinó la cabeza hacia atrás y se recostó en el sillón; mareado. Solo había dormido tres horas, salió de Beijing a las doce de la madrugada y llegó a Shanghái a las dos y quince de la mañana, se acostó cuarenta y cinco minutos después y a las seis ya estaba despierto.

No estaba bien no dormir adecuadamente.

Tampoco lo estaba saltarse los alimentos.

Cerró sus ojos por breves segundos, mantuvo su respiración calmada y por inercia sus pensamientos se llenaron de un chico alto, pelinegro, de cuerpo esbelto, sonrisa encantadora y un tierno y sexy lunar debajo de los labios. Habían pasado horas desde que lo vio, pero se sentía impaciente, y no era de menos, después de tanto sin poder al menos besarlo o verlo de frente sin mentiras de por medio, era normal que su ser cosquilleara recordando tenerlo cerca.

PROHIBIDO +18 [Fanfic Yizhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora