Cafuné - Onceler

Yesterday

Al llegar al bosque busque el lugar ideal para armar mi tienda de campaña y quedarme alli un par de días, para poder dibujar el hermoso panorama que había frente a mí.

Finalmente, luego de un buen rato de esfuerzo logre poner todo el orden y tome mi libreta de dibujo y mi lápiz, lista para comenzar.

Sali de la carpa y decidí comenzar a dibujar algunos árboles, a lo lejos escuché alguien bostezando y decidí ir a mirar, si era una persona seria un nuevo amigo.

Me encontré un pequeño osito somnoliento sentado bajo un gran árbol de Trúfula, y al lado de este, una manzana.

Era el escenario perfecto para un dibujo. Estaba terminando el dibujo cuando comenzó a ventear con más fuerza que antes.

- Veo que te encanta la naturaleza- Un escalofrío recorrió mi espalda al escuchar aquella voz provenir justo detrás de mí.

- ¿Hola? - Giré en todas direcciones y me encontraba completamente sola, o eso creí al inicio.

Comencé a retroceder mientras me ponía la mochila, sentía como mi corazón se aceleraba cada vez más.

- ¿Ya te vas? Aún es muy pronto, quédate y seamos amigos- Comencé a correr tanto como mis piernas me lo permitían mientras escuchaba unos pequeños y rápidos pasos a mis espaldas.

- ¡Espera, mis piernas no están hechas para correr! - Escuche aquella voz tan particular y sombría al tiempo a unos cuantos centímetros de mí, el pánico me inundo y tropecé con una roca, cayendo al pasto.

Gire rápidamente y frente a mí se encontraba un pequeño ser naranja con un gran bigote.

- ¿Que- que eres tú? - Se acerco más y poso su pequeña mano peluda en mi frente.

- ¿Estas bien? Estas tan pálida como un papel- Comenzó a hundir su dedo repetidamente en mis mejillas y lo aparte de manera algo brusca.

- ¿Desde cuándo los... animales hablan? Me estoy volviendo loca...- Toque mi frente y cerré mis ojos, frotándolos.

- Con más respeto, señorita, no soy ningún animal. Soy el guardián del bosque.

- ¿Guardian del bosque? Que fascinante pequeño bigotón, ¿Eres algún tipo de mago o hechicero? - Me levanté y sacudí el polvo de mi ropa, mirándolo.

-Ninguna de las dos, soy el guardián del bosque y por los árboles hablo, soy el encargado de protegerlos y mantener la paz en el bosque- Estiro su pequeña mano hacia mí y estrechamos las manos.

- Un gusto, soy ____. Una amante de la naturaleza y todas las formas de vida en ella.

- Me alegra saber que aún hay gente como tú hoy en día. No a muchos les gusta cuidar la naturaleza. Por cierto, no me llamo bigotón. Lorax, un gusto.

Luego de platicar un momento nos sentamos en un claro y se me acerco un pequeño osito tímidamente, lo senté en mi regazo y sentí la mirada del Lorax sobre mí.

- Por alguna razón siento que tienes algo que decirme, ¿Qué es?

- Parece que puedes leerme la mente, Enséñame esa habilidad por favor. Y si, tienes razón, tengo una pregunta que hacerte- Cambio su expresión por completo, esa que antes parecía tan divertida y relajada se había transformado en una de seriedad absoluta.

- Se que no me estoy equivocando de persona, sé que tú eres la elegida. ____, ¿Te gustaría ser guardiana del bosque y entregar tu vida a proteger los árboles?

Lo mire directamente a los ojos, en completo shock por lo que acababa de escuchar. Sacudí la cabeza y me reí, sintiéndome nerviosa.

- Estas bromeando, ¿Verdad? ¿Yo? ¿Guardiana del bosque? Que broma de tan mal gusto, bigotón- Acaricie la pequeña cabecita del osito y me miro, tenía una mirada llena de ternura.