Una vez Once-ler firmo el contrato con la multinacional, todo comenzó a desplomarse.
(Aclaro que después de que firmo el contrato a partir de lo que leerán abajo ya había pasado tiempo, cerca de los dos años, no un par de días. )
- ¿Señorita ____? ¿Se encuentra en su habitación? - Pregunto la secretaria de Once-ler, mientras tocaba la puerta.
- Si, adelante.
Me levante y ella entro con dos pequeñas cajas en las manos, las cuales en sus tapas con bolígrafo verde tenía escrito, "With love to Mr. Once-ler."
- Es el traje hecho a medida el cual el señor mando a hacer, y en esta otra caja sus zapatos, ¿Dónde los puedo dejar?
- Déjalos sobre la cama, gracias- Ladeo la cabeza y sonrió, mientras cerraba la puerta.
Observe la descripción que tenían ambas cajas y mire mis manos, comencé a sentirme insegura por alguna razón. No me gustaba lo que tenía escrito, pero tampoco conocía a la emisora como para poder hacer algo.
Abrí las cajas y contenían un traje verde con un par de guantes extralargos, lo que el pelinegro tanto había querido.
Me dirigi hacia su oficina y aunque allí no lo encontré, todo su escritorio estaba lleno de papeles regados por todas partes.
Me acerqué, curiosa, y comencé a mirar uno a uno, leyendo para que eran.
La mayoría eran bocetos de máquinas, otros describían que eran, como los había creado y su función dentro de la fábrica; talar árboles.
Nunca los había visto, pero no me sorprendí, sabía que una fábrica no podía sustentarse a mano de dos personas talando árboles, era más que obvio que pasaría a mayores y las consecuencias serían peores, pero no quise escuchar a Lorax.
- ¿Qué haces aquí, cariño?
Al escuchar la voz de Once-ler me gire, estaba parado en la entrada de la oficina, con su traje ya puesto y terminando de ajustar sus guantes.
Aparte de guapo, se veía... distinto.
Sentía que ya no era el mismo.
- Venia a buscarte, pero veo que ya notaste que trajeron tu pedido- Dije, algo desanimada.
- Así es, y me siento muy feliz, se me ve muy bien, ¿verdad? - Se acerco a mí y tomo mis manos, besando cada una de ellas.
- No hay que negar que te ves muy bien, pero...
- ¿Pasa algo? Puedes decirme.
- No sabía que tenías planeado pasar de tus hermanos talando arboles a maquinas haciendo tala indiscriminada, ¿Por qué no me avisaste al menos? Se supone somos una pareja, deberías poder confiar en mí.
Me cruce de brazos, mirándolo con mala cara.
- Olvide decírtelo, cielo. Perdón por no consultarte, pero sabes que ahora con este tema de los negocios mantengo muy ocupado y a veces con la cabeza en las nubes.
Se sentó y comenzó a organizar todos los papeles, poniéndolos en orden nuevamente.
- ¿De verdad olvidaste decírmelo? ¿O no querías?
- Cielo, de verdad, se me olvido decírtelo. Ah, hablando de olvidar las cosas... Recordé que justamente después de esta conversación, iras con la chica que te arreglara, esta noche tenemos una reunión con la prensa y debes estar hermosa.
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Cafuné - Onceler
Fanfiction- ¿Acaso sabes todo lo que hice por ti? ¿Sabes todo lo que me humille por ti? Por amarte. Por pensar que lo que hacía lo hacía bien si estabas a mi lado. Pero ahora solo veo que eres un monstruo. "Dame una buena razón para amarte, magnate" Pueden en...