Cafuné - Onceler

Nervousness

Minutos después, me levante y salí a tomar aire, me senté fuera de la carpa y me dedique a contemplar el cielo.

Me puse a pensar en mi vida, mi reciente fracaso amoroso y en aquel pelinegro el cual me comenzaba a atraer, además de mi sueño de algún día viajar y conocer el mundo, pero no tenia con quien. 

Me quede allí un buen rato hasta que escuche unos pasos a mi costado.

- ¿Dónde estuviste todo este rato? Te estaba buscando- Hablo Lorax mientras tocaba su bigote.

- Disculpa, fui a dar un paseo y vine a buscar algo en mi camping, pero me quede dormida- Sonreí e intente sonar convincente.

- Claro...- Entrecerró los ojos y me miró fijamente, era más que obvio que no me creía en lo absoluto.

- Ignoremos el hecho de tu extraña desaparición durante más de una hora. Ven conmigo, con ayuda de los animales estoy comenzando a armar todo para que nada salga mal- Comenzó a caminar y me hizo señas, emocionado.

Luego de caminar durante unos minutos, nos encontramos con los animales al borde del rio y me senté sobre una roca, mientras escuchaba lo que con tantas ansias quería hacer.

Una vez más, intente advertirle de todo lo que podía salir mal, pero tal parece que Lorax no se lavaba los oídos.

Tenía el presentimiento de que algo saldría mal, intente ignorar el hecho, pero entre más tiempo pasaba, más fuerte se hacía.

- ____, necesito que vigiles a ese espagueti, pues necesitamos que este dormido para hacerlo irse pacíficamente- Lorax asigno roles a cada uno de nosotros y luego nos dispersamos, algo me toco la pierna y al girarme, era Pipsqueak, pidiéndome que lo trajera conmigo.

Sonreí, sintiendo calidez en mi corazón, sentía que aquel chiquitín me había tomado cariño. Lo cargue y luego me dirigí hacia un árbol cercano a la casa de Once-ler que diera justo a la ventana donde él dormía.

Al encontrar el árbol ideal me subí a lo más alto y me acomodé, daban ganas de dormir de tan suave que era el follaje del árbol. Pipsqueak se sentó a mi lado y me miro, confundido.

- Esta noche, ternurita, me harás compañía en este trabajo de vigilancia, nos quedaremos aquí a esperar que se duerma y luego llevaremos a cabo la segunda parte del plan- Lo levante en el aire y el pequeñín se rio.

Luego de unos minutos lo vi sentarse sobre la cama con libreta en mano y apunto algo, luego tomo algo rosa que se veía muy suave, con aguja en mano comenzó a tejer, era curioso ver a un hombre tejer, no muchos lo hacían.

- Entonces aparte de dibujar sabes tejer... Y ni hablar de ese pijama de conejitos. Que adorable, por Dios- Pipsqueak giro su cabecita y me miro, entonces caí en cuenta del comentario que acababa de hacer.

- Ah... No me mires así, sé que fue ridículo, pero olvidemos lo que dije, mejor continuemos vigilando- Giré su cabecita en dirección a la casa y mis mejillas se tornaron de un color rosa.

Solté ese comentario sin pensarlo, ¿Qué será de mi frente a él? Qué vergüenza, debo de llenar el ambiente con palabras sin sentido y fuera de lugar... Ahora resulta que debo de cuidar más lo que digo, que bien.

Si bien no me gustaba me parecía atractivo, su azabache cabello se veía tan suave de cerca que daban ganas de acariciarlo y ni hablar de sus brillantes ojos azules.

- Y ahora estoy pensando estupideces, que bien. Mejor me centro en lo que me encomendó Lorax. Sacudí mi cabeza y me centré en la "misión". Lo vi apagar la luz de la habitación y no hubo más movimiento hasta que sentí el árbol moverse.