Cafuné - Onceler

Triggering

- Es que, mira esto, es sorprendente. Estoy muy orgulloso de mi- Admiro con orgullo el boceto y luego me miro a mí.

- ¿Qué tal?

- Bueno... Eres un gran artista, hay que admitirlo- Me dio un beso en la mejilla y sonreí, me giré rápidamente al sentir algo suave rozar mis piernas.

- ¡Pipsqueak! Hace rato no te veía, ¿Dónde te habías metido? - Lo levanté en el aire y lo senté en mis piernas, él sonreía, feliz.

- Ya te extrañábamos, pequeñín- El pelinegro acaricio su cabecita y su madre se asomó a la ventana de pronto.

- ¿Uni? Tenemos un pequeño problema...- Junto sus manos y miro el boceto.

- ¿Problema? - Giro en su silla para mirar a su madre, sosteniendo el lápiz con su mano en el aire.

- Ujum. Si, tenemos que hacer Thneeds más rápido.

Atrás su padre empujaba una carreta llena del follaje de los árboles, con cansancio grito expresando lo tan demorado que era el proceso, mientras quitaba el sudor de su frente.

Nos asomamos por la ventana y vimos como el par de hermanos recolectaban el follaje de los árboles y lo ponían uno a uno en otra carreta.

- ¿Y qué otra opción hay? - Acaricie la pequeña cabeza de Pipsqueak y Once-ler me miro con mala cara, como temiendo algo.

- Bueno, esto... Se me vino a la mente... Esta la idea de comenzar a talar- Sonrió, poniendo ojitos al pelinegro.

- ¿Qué? - Su padre grito el cómo hacerlo aceleraría las cosas y su madre comenzó a ladear la cabeza, en señal de aprobación.

- Pero... Dijiste que no-

Iba a recordarle al pelinegro su promesa, pero ella me interrumpió.

- Sin peros cariño, Uni dirige una empresa ahora. Cielo, debes hacer lo mejor para la compañía y tu mamá.

Se acerco aún más a la ventana y puso un hilillo de voz y ojitos para convencerlo, me desagradaba su manera de manipularlo.

Lo pensó unos segundos, agitando el lápiz mientras pensaba.

- No creo que sea tan grave que algunos árboles sean talados...- Sonrió incómodamente, observándola.

- Como me enorgulleces Uni, ¡Ven aquí! - Se trepo por la ventana y abrazo al pelinegro, feliz. Sonrió observándola con cariño, mientras recibía el abrazo.

Anonadada, lo mire en silencio, no me creía lo que acababa de escuchar.

Soltó a Once-ler y me sonrió, en su sonrisa había una pizca de maldad.

- ¿Hablas en serio? ¡Claro que no! ¡No van a talar ningún árbol! - Me levante y deje a Pipsqueak sobre la cama.

- Pero necesito hacerlo cariño, es necesario para que mi compañía tenga éxito y se expanda.

Me miro con tristeza y también se levantó de su silla, acercándose a mí.

- Tú sabes que no es necesario, es tu madre la que te está manipulando, tú no quieres esto.

- Por favor ____, cálmate. Te prometo que no pasara nada malo- Se acerco y tomo mis manos, era común que lo hiciera.

- ¡Tú me prometiste que ya no talarías más arboles! Lo hiciste...

Grite, comenzando a sentir una punzada en mi pecho.

- Se que lo prometí, pero hare lo que tenga que hacer para ver bien a mi familia, y tú eres parte de ella.