Norma

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( Este capitulo será un poco mas largo que los demás, espero les guste, pues este libro comienza a entrar en su etapa final. Quédense a leerla ;) )



Se despertó de golpe luego de tener una pesadilla, soñó algo terrible con ____, soñó que había padecido una terrible enfermedad y la había vuelto a ver dormida dentro de un cajón.

Se levanto con un sudor frio corriendo su frente y decidió cancelar todas las citas y pendientes que tenía ese día, necesitaba descansar un poco.

Luego de desayunar y dejar más de la mitad decidió ir a caminar para recordar viejos tiempos.

Luego de caminar un poco se encontró con el árbol en el que con ayuda de una piedra había marcado su nombre junto al de ____. Si, tal vez algo infantil pero bastante inocente y tierno.

Acaricio la corteza del árbol y se sentó bajo este, a descansar.

Se comenzó a sentir mareado y antes de poderlevantarse y hacer algo al respecto, todo se volvió negro.


- ¿Y bien doctor? ¿Cómo está mi hijo?

Escucho la voz de su madre y abrió lentamente los ojos, encontrándose sobre su cama rodeado por un doctor, su madre y su secretaria.

- Ahora que acaba de despertar puedo hablar formalmente con él...




- ¿Qué paso? - Pregunté, tocando mi cabeza y sentí una punzada de dolor en esta.

- Usted tuvo un colapso debido al estrés y ansiedad bajo las que esta ahora mismo. Su cuerpo no resistió y fue su manera de pedir ayuda y un merecido descanso.

Se acerco a mí y chequeo que todo estuviera bien, una vez lo hizo comenzó a guardar sus instrumentos.

- No pensé que fuera tan grave... Pero ahora sé que debo descansar más, seguiré sus indicaciones.

- No es solo eso, joven Once-ler. Su desmayo no solo fue por eso, note unos niveles de alcohol muy elevados en su sangre, y dígame, ¿Suele fumar tabaco a menudo?

Tal vez al menos unos 20 o más al día

Pensó el pelinegro.

- No diría que muy a menudo, pero en promedio por día fumo unos 15 tabacos, o quizá más.

- ¿No diría que muy a menudo? Con todo el respeto que merece Sr Once-ler, usted está por encima de un fumador moderado.

- Es algo que no le discuto, pero tengo mis razones.

Dijo comenzando a sentirse molesto, no le gustaba en lo más mínimo sentirse como un niño regañado.

- Se que es un hombre muy ocupado y ahora mismo está en un momento de su vida por el que está pasando por mucho estrés, pero no es razón para acabar con usted mismo.

Me quede en silencio, pensando en las palabras del doctor y buscando apoyo en mi madre, la cual solo me dedico una mirada severa.

- Usted tranquilo doctor, nos encargaremos de cuidar su salud. Se cómo hacerlo- Dijo la rubia, mirando la secretaria con mirada cómplice.

Luego de que el doctor terminara de darleindicaciones sobre su salud y como cuidarse, se retiró y lo dejo allí, acostadosobre la cama con una crisis existencial.

Cafuné - OncelerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora