Smoke

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¿Fumas? -HanBin sacó la cajetilla y la agitó, intentando convencerle.

Acabaron saliendo del local y se sentaron en un banco frente al parque, mirando hacía el río. Sung encendió un cigarro sin decir nada más, cuando abrió los ojos se encontró con una mano, ahora sin botella, que le pedía uno. Decirle que no era hipócrita, cuando él era el primero que le había sacado con esa excusa. Acabó por encenderle un cigarro y se quedaron allí, consumiendo sus penas en tabaco.

-¿Por qué fumas HanBin? -se aventuró a preguntar Zhang Hao, demasiado borracho para importarle lo que decía.

-Últimamente tengo más preocupaciones... Creía haberlo dejado pero aquí estoy otra vez. -Hao solo asintió- ¿Y tú?

-Es difícil...-se apoyó en la pared-

-Supongo...-HanBin suspiró, pasando el humo por su nariz-

-¿El amor duele? ¿Alguna vez has sentido que el amor no tiene sentido?...-Sung se giró a mirarlo, el moreno se encontraba allí, parado con los ojos vidriosos y las mejillas rojas por el alcohol, tan delicado que sentía iba a romperse en cualquier momento-

-El amor no debería doler Hao... El amor solo debe doler cuando no estas con la otra persona, cuando amas tanto a alguien pero está lejos, ese es el único dolor que debería haber...

-¿Y sí me duele? ¿Qué debería hacer?..

-¿Por qué te duele el corazón? -HanBin dio en el clavo, encontró la pregunta que Hao deseaba no le preguntaran, porqué entonces abriría la puerta y dejaría ese dolor en el pecho salir sin control.

-Es un gilipollas... He cambiado todo en mi vida por él, quería estar a su lado. Siempre pensé que estaría a mi lado, él me lo prometió y yo estaba seguro, tanto que le creí pero ahora...¿Ahora qué?... ¿No soy suficiente? ¿No me quiere porque no soy suficiente para él? Lo he dado todo HanBin, he sacrificado todo por él. Ya no tengo nada... No sé vivir sin él...

-HanBin le miró, aunque esperaba lágrimas solo encontró dolor, uno árido, que hacía que apareciera el rencor, el odio por una persona que le había fallado, que había roto sus promesas. Tiró el cigarrillo al suelo y lo aplastó, colocó sus manos enfrente de Hao que lo miró desconcertado.

-Pega, golpea mis manos, piensa que soy él. -El moreno esperaba cualquier cosa, un abrazo, una burla pero no aquello, justo lo que necesitaba. Golpeó primero con cuidado las manos de Bin quien ni siquiera retrocedió.

-¡Dale! -le gritó y él obedeció, le pegó más fuerte dejándose arrastrar por el dolor, eliminando la pesadez en el pecho. Bin fue retrocediendo con los golpes, riendo por la cara enfadada del moreno. Nunca pensó que le vería así, siendo él tan naturalmente. Se dejó también llevar por la situación, olvidando sus propios problemas, olvidándose de todas las cosas, de las personas. Tropezó entonces, cayéndose hacía atrás, trató de agarrarse a los brazos de Hao, pero su estado y su pésimo equilibrio le impidieron sujetar a ambos, cayendo milagrosamente en las aguas del río Han.

-¡Me ahogo Hao! ¡No se nadar! -gritó el pelinegro desesperadamente, tratando de no hundirse. Zhang solamente río, cogiéndole del brazo para calmarle.

-Haces pie -Bin solo se calló, comenzando a sentir como el calor subía hasta sus mejillas cuando tocó sin dificultad el suelo. Ocultó su cara entre sus manos pero Hao las apartó, dejando sus propias manos en las muñecas del menor.

-Muchas gracias... -Sus ojos guardaban el universo, al menos así lo sintió HanBin. El frío del agua había desaparecido, sustituido por el calor en su pecho que venía acompañado de taquicardias. Miró su rostro, húmedo por la caída, su pelo alborotado y olió aquella mezcla entre tabaco y un dulce aroma cítrico del que no se cansaba. Se sentía mareado, como aquella primera vez, pero esta era otra. Era la primera vez que deseaba besarlo. Aquel sentimiento era persistente, durando todo aquel momento en el que sintió el tacto de sus manos en las muñecas, su cara cerca de la suya.

Y se asustó, porque nunca había sentido algo como eso, ni siquiera con Haneul. Haneul, cayó en ese momento, que iba a hacer, como la iba a mirar a los ojos sabiendo que había querido besar a otra persona. Subió su cuerpo y se dejó flotar atormentado por todo aquello.

Hao se dejó llevar también por el agua. Se sentía liviano después de sacar el dolor, sin embargo aún quedaba algo más, una pesadez nueva, eléctrica, no tan mala como la anterior, que solo surgía cuando estaba con él, con HanBin, cuando no podía tocarle.

-Hao...¿Alguna vez has sentido que no puedes más?

-Sí -musitó, el alcohol que antes le había mantenido despierto ahora le adormecía, sólo el agua fría de casi octubre le mantenía consciente.- Muchas veces... Cada vez que toco el violín, recuerdo todo lo que no pude hacer.

-Yo no puedo más... Estoy jodidamente agotado. Mi cabeza no para de pensar, yo no paro de trabajar y dudo si todo tiene algún sentido...

-¿Por qué lo haces?.. ¿Recuerdas tu objetivo final? -giró levemente su cabeza, lo necesario para conectar de nuevo sus miradas-

-América... Quiero ir a America a estudiar. Cuando acabe la carrera y haga el servicio militar iré... Y seré el mejor -río- Por eso trabajo tanto, para ahorrar.

-Me das envidia -sonrío Zhang Hao cerrando sus ojos- Ojala mis sueños fueran más fáciles o yo estuviera más decidido.

-¿Tus sueños?..

No recibió respuesta y Bin se asustó cuando Hao empezó a hundirse, tomó su mano para que no se alejara y lo agitó. "¡Eh!" Gritó para que se levantara, lo hizo con rapidez, asustado por el agua que se había colado hasta su garganta.

Sung limpió su cara con cuidado, asustado por si algo malo le había pasado. Miró con cuidado su rostro, comprobando que todo estuviera bien. Suspiró cuando Hao sonrío dulcemente, pidiendo perdón con sus grandes ojos negros.

-Yaa, no me asustes así...-se quejó HanBin, quien quitó por último el pelo de su frente.

-Lo siento...-musitó en respuesta. Tomó con cuidado la mano de Sung, temiendo su reacción, sin embargo, esta fue buena. "Gracias" susurró agradecido.

-Hao... No digas que no eres suficiente, no digas que no tienes nada. Lo tienes, eres suficiente, no lo puedes ver ahora porque te han convencido de que no está. Solo debes mirar con cuidado, volver a encontrarlo, encontrarte a ti mismo de nuevo... -El moreno le miró, confortado por sus palabras y le abrazó. Sentía que debía hacerlo,más bien quería hacerlo, para saciar la necesidad de sentirle cerca.

HanBin se quedó congelado, acobardado por todo lo que estaba sintiendo, por el ansia de seguir sintiéndole tan cerca, porque sentía que estaba mal devolverle el abrazo. Pero sobre todo, porque sentía que caía por él, que se volvía loco por las mariposas de su estómago y el calor en sus mejillas.

Acabó perdiendo, dejándose caer, siendo empujado por la respiración cálida de Zhang Hao en su cuello. Le abrazó fuertemente, agarrando su ropa mojada, acercándolo a él, esperando que no sintiéramos fuertes golpes en su pecho.

-Deberíamos irnos a casa... -acabó por decir cuando sintió la cabeza de Hao descansar sobre su hombro por el sueño que volvía a ganarle.-Te acompañaré hasta tu apartamento, no me fío de que puedas llegar solo.

Le ayudó a salir del agua, ambos se estremecieron al notar por primera vez el frescor de la fría mañana de otoño, el calor del verano comenzaba a perderse tristemente. Hao comenzó a tiritar, HanBin rescató su chaqueta de algún lugar de la pequeña pradera y se la colocó por encima. Se tumbaron en el césped esperando a que el viento les secara mínimamente para poder subir a un taxi.

El amanecer comenzaba a asomar, pintando el cielo de colores dorados y rojizos y les recordó a su clase, aquella en la que se habían conocido hace menos de un mes atrás.

-Hoy no hemos avanzado nada...

-También merecemos unas vacaciones -bromeó Hao-

-Tengo ganas de escucharla ya.

-Eres un bebé llorón, todos los días dices lo mismo.

-No soy un - y se calló, porque hasta él mismo sabía que lo era. Chistó su lengua y se levantó. -Vamos -le regañó, aunque el moreno notó las buenas intenciones en su tono. Tomaron un taxi hasta la residencia, el camino no fue largo, pero era indiferente para Hao, quien acabó por dormirse en el hombro de un HanBin al que todo le daba vueltas. Su mundo estaba girando de nuevo, demasiado rápido para poder entenderlo y demasiado tarde para poder pararlo.

Broken Melodies - HaoBinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora