—Son las ocho de la mañana, ¿qué haces despierto?
—Confrontándote— dice Jin directamente, siempre ha sido de los que van directo al grano—. Necesitamos hablar.
—¿Sobre qué?
—Sabes a la que me refiero— Seokjin esta decidido. Claramente no esta de humor para perder el tiempo, que es exactamente lo que Namjoon temía.
—De echo, acabo de recordar que no encuentro mis llaves, ¿las has visto?— pregunta rápidamente.
—Están en el mueble de la sala,— dice Jin frunciendo aún más el ceño—no intentes cambiar el tema. Tendremos esta conversación sin importar lo mucho que quieras huir.
Sentándose en la mesa cuidadosamente y considerando sus opciones, suspira derrotado.
—¿Qué pasa?
Seokjin no desperdicia un momento más.
—¿Por qué estas ignorándome?— sus palabras salen más filosas que una navaja. Cortando cualquier semblante de tranquilidad en la habitación. Namjoon se estremece, haciendo una mueca.
—No estoy ignorándote.
—No mientas— Jin esta furioso —. Respóndeme sin rodeos. ¿Porque mierda me estas ignorando?
Si quisiera poner la paciencia de Seokjin a prueba aún más, haría una broma para aligerar la tensión, pero la manera en que su rostro está torcido en frustración y sus ojos están mirándolo peligrosamente, le indican que no es ni el momento adecuado ni mucho menos, una buena idea.
—No lo hago al propósito — dice en lugar. No es que sea una mentira totalmente.
—Oh, ¿entonces ahora es inconsciente? Estas inconscientemente tratando de alejarte lo más posible de mí todo el maldito tiempo. Woow. Perfecto.
Y ahí es cuando Namjoon ve el dolor escondido en sus ojos detrás de la irritación y la molestia, la vulnerable confusión que esta sintiendo porque su "mejor amigo", que se supone debe de estar ahí para él todo el tiempo, ya no lo esta.
Lo hace sentir con dolor en el estomago.
Lo hace sentir enfermo.
—Es solo... que estoy ocupado— dice Nam nerviosamente—. Lo siento. Lo siento mucho, Jinnie. Yo no...Nunca quise herirte. Y te extraño. Te extraño mucho— Namjoon traga bruscamente. Eso definitivamente no fue una mentira. Sí, extrañaba a Seokjin, extraña hablar con él, hacerlo sonreír, extraña tocarlo y pasar tiempo con él. Lo extraña demasiado.
—Yo también te extraño— Jin hace un puchero—. ¿Por que me ignorabas?— es tan inocente cuando lo dice. Tan dulce y comprensivo. Namjoon de verdad que no puede manejar esto.
—Yo... no sé. Es solo que... no lo sé.— No sabe como justificar esto cuando nunca ha pasado antes, por que nunca ha tenido una razón para esconderse de Seokjin—. Es solo que... estoy confundido. — Jin se tranquiliza con eso, mirándolo con comprensión.
—Dímelo la próxima vez... habla conmigo Nam.
—Lo siento .— Dice Namjoon con impotencia, resistiendo las ganas de jalar a Jin a su pecho y sostenerlo en un abrazo hasta que la asfixiante sensación disminuya y pueda respirar de nuevo. En un día normal, podría hacerlo. Se abrazan la mayoría del tiempo. Siempre están bien. Pero hoy no. No hoy cuando se siente más frágil y sensible que incluso una pequeña sonrisita de Jin, podría destrozarlo.
Sin embargo no depende de él, porque Seokjin es el que cierra la distancia entre ellos. Tira sus brazos alrededor del cuello de Namjoon y lo aprieta con fuerza, como si estuviera tratando de sacar sus problemas con toda la fuerza en sus brazos delgados.
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¿Y sí hacemos porno?
FanfictionDonde Nam y Jin no tienen dinero y la renta esta apunto de vencer, dando como resultado; una propuesta muy descabellada. A tiempos dificiles, medidas drasticas.