Jin lo mira con los ojos grandes, luciendo celestial con su suéter que es dos veces mas grande que él, tal vez es uno de Namjoon ahora que lo piensa, Seokjin tiene el pelo revuelto. Mientras Namjoon pone una rodilla en la cama, piensa que no será muy difícil para Jin venderle la imagen de inocencia al publico. Namjoon lo mira a los ojos, asegurándose de que esta bien en todo momento, antes de acomodarse entre sus piernas.
— ¿Qué tenemos aquí?— arrastra sus palabras con voz gruesa. Toma las caderas de Jin sintiéndolo temblar bajo su toque. Sus dedos se deslizan por debajo del suéter de Jin, rozando su caliente piel—. Los chicos buenos no vagan por las habitaciones de chicos como yo, ¿estas perdido, ángel?
Suspirando suavemente, Jin cierra los ojos y traga, el movimiento de su manzana de Adán es fascinante. Namjoon no sabe si esta actuando o no, pero de cualquier manera es muy bueno en esto.
—¿O sabias exactamente lo que querías al venir aquí?— continua Namjoon con sus manos deslizándose mas arriba bajo su suéter—. ¿Viniste al propósito, ángel? Entraste a la guarida del león, justo en la boca de las bestia— agacha su cabeza y muerde la mandíbula de Jin, sintiéndolo saltar y luego removerse, temblando—. Eso es exactamente lo que hiciste ¿uhm?
Dirige una de sus manos hacia abajo a los jeans de Seokjin e inmediatamente presiona la palma de su mano sobre el pequeño bulto endureciéndose bajo su cremallera. Jin jadea, levantando sus caderas. Namjoon sonríe de lado, agachándose y chupando en su garganta.
—Viniste aquí buscando algo...— Namjoon lo dice fuertemente para que el micrófono de la cámara logre escucharlo, aunque las ganas de susurrarlo en el oído de Jin le carcomen la piel, para sentirlo estremecer justo después de decirlo—. Dime lo que quieres — murmura con voz suave y sensual como la miel que le espera en los labios rosados de Seokjin.
—Quiero...— Jin se arquea cuando Namjoon presiona la palma de su mano más fuerte—. Por favor— jadea—. Por favor, follame — suena destrozado, temblando en las sabanas y de algún modo luciendo obsceno con toda su ropa aún puesta, un rubor rosa extendiéndose por sus mejillas y por su cuello y sus labios rojos debido a que se los ha estado mordiendo.
—Oh, ¿eso es lo que quieres?— pregunta Namjoon en la piel de su cuello—. Quieres mi pene, ¿uhm? ¿Quieres que te arruine, ángel? ¿Que te haga gritar y llorar y luego enviarte a casa con un dolor entre tus piernas que te recuerde a la bestia que te lo dio?—agarra el pene de Jin por encima de sus jeans, mientras su otra mano arruga su suéter para jugar con sus pezones. Se ríe ligeramente cuando Seokjin se retuerce—. Pensé que los ángeles sabían que no deben meterse con demonios.
Los ojos de Jin se abren y deja escapar un pequeño gemido, muy suave, pero aún así va directo al pene de Namjoon, quemando atreves de su ya poca paciencia.
Continua acariciando a Jin por encima de sus jeans, titubeando cuando lo siente. Mira hacia abajo y se congela, sus labios torciéndose en suficiencia.
—Oh, ángel— dice con adoración con la voz suave como la seda—. Estas mojado.
—Por favor—suplica Seokjin con voz agitada mientras se presiona con la mano de Namjoon —. Por favor, follame.
—Bueno, ya que lo pediste muy amablemente—canturrea Nanjoom. Se agacha y junta sus labios, tragando otro gemido agudo. Le quita el suéter de encima y Jin pelea con su camiseta, sus manos temblando de lo abrumado que esta.
Se desnudan rápidamente y Namjoon no tarda en rodear su mano en el pene Seokjin, haciéndolo arquear de nuevo mientras lo empieza a masturbar suavemente—. Eres tan ruidoso ángel pero nadie mas que yo puede oírte. Soy el único que puede escucharte gritar.
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¿Y sí hacemos porno?
FanfictionDonde Nam y Jin no tienen dinero y la renta esta apunto de vencer, dando como resultado; una propuesta muy descabellada. A tiempos dificiles, medidas drasticas.