AMOR POR CONVENIENCIA © Sterek

9

—Gracias por prestarte a esto, Derek. No planeaba beber de este modo —dijo mientras estaban en el elevador subiendo a sus respectivos apartamentos. —Creo que luego del baile todos quedaron bastante convencidos, especialmente Allison y Scott — recordó la mirada de Matt mientras salían de la casa, el rumor estaría por toda la oficina para el lunes. No lo aguantaba.

—Fue un placer — fue todo lo que dijo el otro, parado en su sitio sin hacer ningún movimiento brusco.

Stiles estudió su rostro por un momento a través de las puertas mientras este miraba al suelo. Notó que tenía la mandíbula tensa, y no pudo dejar de preguntarse qué pasaría a continuación. Sabía que eran solo vecinos, y que él había accedido a acompañarlo para darle una lección a Scott, no significaba ningún compromiso. Aun así, ¿por qué sentía ese impulso por lanzarse a sus brazos? Nunca se había sentido atraído tan poderosamente a otro hombre, y si Derek mostraba algún signo de interés también... no sabría qué hacer.

Además, Scott siempre le decía que debía subir de peso, incluso había estado comiendo menos desde la ruptura, probablemente ahora se viera más escuálido que antes. No tenía la valentía para desnudarse frente a nadie ahora mismo, mucho menos Derek Hale, sería... penoso.

—Stiles —el moreno llamó su atención cuando las puertas se abrieron —No podemos ir más allá que esto. Lo sabes. ¿Verdad? Mi trabajo no me deja mucho espacio para este tipo de cosas —

—Lo sé, lo entiendo —contestó mientras salía, para su sorpresa Derek bajó detrás. —Está bien que quieras dedicarte plenamente a tu profesión —sonrió a través de la poca luz del pasillo.

—Ese es el plan —musitó él, tras una pausa.

—Estoy agradecido por la ayuda, y lo que sea que hayas hecho para poder estar aquí hoy —afirmó caminando hasta su puerta. Escuchó los pasos de Derek seguirle, y abrió la puerta decido a acabar con la noche ahí mismo.

—Stiles...

Volteó en medio de la entrada y le miró expectante. ¿Qué era lo que quería decir y no se atrevía?

—¿Sabes? Creo que... estoy un poco sediento —

—¿Sediento?—

—Mentir me da sed —dijo y Stiles quiso reír, pero se contuvo. —Creo que pretender toda la noche que soy tu novio, y vivimos juntos me dio mucha sed, porque sabía bien que todo era una farsa —

—Ya, y yo... tengo agua ¿quieres pasar? — preguntó Stiles abriendo la puerta a lo grande haciéndose a un lado despacio, y volvió a mirarlo.

—No, creo que debería irme, en realidad —

—¿Ni siquiera un beso de buenas noches? —preguntó, sin saber de dónde sacó el valor para decirlo, quizá el alcohol.

—Eso podría ser peligroso —respondió mirando al suelo, luchando contra sí mismo. Stiles estiró una mano hasta el cuello ajeno y sintió la piel morena reaccionar a su toque. Entonces solo asintió y lo guio dentro del apartamento oscuro lentamente. Cerró la puerta despacio y se acercó a Derek hasta el punto de poder escuchar su respiración.

—Pero a ti te gusta el peligro, ¿verdad, Derek?

—Me refería a que podía ser peligroso para ti —contestó él, tomándole la cara entre las manos.

Entonces, los labios del mayor se acercaron a los suyos. Stiles abrió un poco la boca, sintiéndose derrotado y seguro que el deseo era recíproco.

El beso viajó por su mejilla, hasta su oreja, y luego su cuello. Casi sin saber cómo, Stiles se giró levemente y dejó caer su chaqueta al suelo. Derek tiró de su remera exponiendo su hombro y lo besó mordisqueando levemente la piel.