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Un trueno fuera de la ventana lo quitó de transe y observó la lluvia chocando contra los vidrios fuertemente, habían pasado solo minutos desde que habían dejado de hablar y la lluvia había comenzado a caer. A Derek no le gusta la lluvia. ¿Estará bien? Sin analizarlo mucho arrastró los pies fuera del departamento y bajó las escaleras de dos en dos hasta frente al edificio con un paraguas en mano. Su llanto se mezclaba con la lluvia, y por mucho que quisiera encontrarlo no sabía dónde comenzar a buscar. Solo quería saber si estaba seguro. ¿El hospital era una buena idea? Tendría que seguir ahí ¿verdad?, está lastimado así que no debería moverse de ahí.

Corrió cuadras enteras sin saber muy bien si iba en la dirección correcta. Sabía que el hospital queda en esa dirección, pero no sabe si tomó el camino corto o largo. Sus sentidos están un poco nublados y la lluvia y los truenos no ayudaban demasiado a darle claridad a su mente. Por momentos recuerdos llegan a su mente y por más que quiere alejarlos, también quiere saber de ellos.

Se apresuró a cruzar la avenida cuando oyó una bocina a lo lejos y volteó viendo las luces aproximarse. Alguien tiró de su cuerpo de manera agresiva porque él no pudo moverse y cuando abrió los ojos se encontró a centímetros de un par de ojos verdes, que lo miraban cargados de preocupación.

—¡¿Qué demonios Stiles?! 

—Derek...

—¿Por qué te quedas parado de ese modo? ¡Dios! Si no llegaba a tiempo... —

—¿Qué haces...? —preguntó con los labios temblorosos por el frío y la lluvia, y con el poco aliento que le quedaba 

—Buscándote —respondió este también agitado. ¿Había estado corriendo a pesar de su estado?

—¿Estás loco? —preguntó —El hospital... —

—Lo estoy, de hecho —interrumpió  —Me traes muy loco Stiles Stilinski —confesó

—No, no te entiendo, yo literalmente acabo de... decirte... que —

—Había gasolina —soltó —Las investigaciones arrojaron restos de gasolina en la casa y alrededor, y las puertas fueron bloqueadas desde afuera —explicó insistentemente —Así que no hay manera, no hay ninguna posibilidad de que hayas tenido algo que ver con eso —

—Aun así, dijeron que no había pruebas de que fuera provocado, y si había gasolina entonces yo... las chispas... —respondió rápidamente. Derek le abrazó por la cintura contra su pecho, de una manera protectora.

—Mi padre estaba metido en cosas ilícitas, lo mejor era dejar todo como un accidente para mantenernos a nosotros a salvo. Peter nos llevó lejos para salir del radar de quien sea que lo hizo—

—¿Qué...?

—Lo siento mucho Stiles —el moreno le apretó junto a él y hundió el rostro en su cuello —No puedo imaginar por lo que acabas de pasar Stiles, la angustia y el dolor de haber creído que fuiste responsable. Lamento no haberte dicho la verdad. No quería involucrarte porque sé que investigarías sin cansancio y no quería que cargaras con la frustración con la que yo cargo desde entonces —

No pudo controlarse y lo alejó de un empujón, corrió entre unos arbustos y vomitó sintiéndose demasiado enfermo de pronto. El mayor lo asistió, le ayudó a sentarse en la calzada, y le cubrió con su chaqueta negra buscando protegerlo de la lluvia.

—¿Cómo puedes ser tú quien se disculpa en una situación como esta? —

—Dije que estaría a tu lado sin importar lo que fuera... Y no fui sincero —siguió diciendo

—Derek —llamó y buscó su mirada

—Sé que mi vida gira entorno a la oscuridad, mi pasado es oscuro, mi trabajo es oscuro, y tú eres... luz, eres la luz al final del túnel, eres quien siempre encuentra la forma, y realmente pensé que podría seguir con mi vida como hasta ahora, pero estoy aterrado, Stiles. Me he enfrentado a guerras, delincuentes, mafias y guerrillas, pero nunca había sentido tanto miedo como ahora, cuando dijiste que no te buscara, creí que..., la posibilidad de no volver a verte me aterra —

AMOR POR CONVENIENCIA © SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora