A veces no sabe de donde sale su confianza para "coquetear", su difunta abuela decía que él se volvería un rompe corazones, pues sus mejillas adorables y sus labios de ensueño harían caer a cualquiera, lastima que a día de hoy solo se fijan en su apariencia, en sus kilos de más y la ropa grande que oculta sus problemas. Tal vez, en otra vida, o cuando el gimnasio de sus resultados, si sería un rompe corazones, aunque él solo tenga para ofrecer amor puro y dulce. Hoy no busca ser un rompe corazones, todo lo contrario, solo quiere verse bien y lindo para salir y apreciar el ensamble del que Yoongi le platicó unas horas atrás en el gimnasio, por eso busca entre su ropa algo bonito y cálido, pues el frío empieza a ser más fuerte y con una sudadera ligera no será suficiente, es curioso como el clima cambia tan drásticamente, puesto que, por la mañana el clima era cálido y ahora puede sentir el aire frío hundirse en sus huesos.
- Minnie, ¿vas a salir? - Su madre se asoma por el espacio entre la puerta semi abierta y el marco, usando una de sus clásicas sudaderas viejas para andar en casa y el cabello sujeto en una coleta alta que deja ver su rostro angelical y su cuello alto.
- Hay un grupo de ensambles que quiero ver...
- ¿Vas solo? - Jimin niega tímidamente, no esperándose el gritito emocionado de su madre y como entra rápidamente a la habitación para inspeccionar su cara rojiza por la vergüenza. - Ven, vamos a maquillarte un poquito.
- ¿¡Eh?! N-no es necesario, estoy bien así.
- Tu jovencito le harás caso a tu madre.
Jimin sabe que no hay manera de desobedecer a su madre, menos cuando ya lo a sentado en el silloncito frente al tocador y ha empezado a mover su cabello en todas las direcciones habidas y por haber en busca de un estilo nuevo. Esta casi seguro que si tuviera más tiempo su madre le teñiría el cabello sin dudarlo e incluso sin consultárselo, gracias al cielo que no es así. Algo de rubor en sus mejillas esponjosas, tinta en los labios y oscuridad en sus ojos se hacen presentes en su rostro y está casi sin aliento por lo bien que se ve, quién iba a pensar que un toque oscuro en sus ojos le iban a dar aires de sensualidad de los cuales nunca creyó poseer. Su madre pasa al closet, buscando algo más que simples pantalones deportivos oscuros y sudaderas amplias. Le muestra unos pantalones de mezclilla que ajustan en las zonas correctas, y una sudadera azul celeste que combina con una chaqueta de cuero negra la cual, si mal no recuerda, es de su padre.
- No voy a una cita mamá. - Responde apenado, buscando su teléfono que dejó cargando al lado de su cama.
- Yo se, pero me gusta que te arregles y salgas.
- Bien, ya me voy que se me hace tarde y tengo que pasar por alguien. - Tal vez no debió decir que iba a pasar por alguien, la mirada pícara y la sonrisa de su madre le dan miedo algunas veces. Corre rápidamente al baño de su cuarto, trayendo consigo una cajita negra que cubre con ambas manos.
- Ten, la protección es importante. - En cuanto Jimin lee el contenido de la caja esta misma cae rápidamente al suelo y niega repetidas veces con la cara más roja que un tomate.
- ¡No voy a hacer lo que tu pervertida mente está pensando! - Su madre se está riendo de él, pero no puede odiarla por algo así, aunque si le haya sacado un susto y una vergüenza que jamás podrá olvidar.
(emoji)
Yoongi y Taehyung hablan tranquilamente en el pequeño consultorio del gimnasio, esperando a que el cabello de Yoon termine de secarse pues ha tomado una ducha rápida en las regaderas del gimnasio, y gracias al cielo traía en su maleta ropa decente y calzoncillos limpios, cosa rara pues siempre espera hasta llegar a su apartamento para bañarse, cambiarse y ver algo tonto en la televisión mientras hace su cena. Taehyung le comparte de sus clásicas barritas de granola y una taza de té del cual no logra distinguir bien el sabor, pero es rico, así que no hay por qué quejarse sobre eso. Es bien conocido por tener una fascinación al té, incluso compró una maquina especial para hacer té, no una cafetera, una maquina exclusiva para el té, raro pero lindo.
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SG GYM
FanfictionLa obesidad no es un juego, Jimin lo sabe mejor que nadie, pero no encuentra la manera de bajar de peso. Perdido y sin esperanza llega al único lugar donde no critican su cuerpo: SG GYM. - ¿Te gustaría un día de prueba?