Cálido

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El hogar de Yoongi es pequeño, pero cálido.
Se encuentra en un edificio de 5 pisos color crema, con ventanas estéticamente perfectas y de arco, una puerta doble de madera oscura y un recibidor simple donde un hombre adulto vigila tras el mostrador y recibe la correspondencia. El hombre adulto parece estar tomando una siesta, así que ambos jóvenes pasan de largo y se dirigen a las escaleras.

- Espero no te molesten las escaleras, están arreglando el ascensor. - comenta Yoongi, aún procurando que Jimin mantenga el abrigo puesto. El menor aún parece perdido en sus pensamientos, así que Yoongi toma su mano regordeta entre las suyas y lo guía despacio por el pasillo hacia las escaleras. Para su buena suerte el camino no es tan largo, su pequeño departamento se encuentra en el segundo piso del edificio, así que un par de escalones más son suficientes para llegar a la única puerta de azul cielo con un tapete oscuro en la entrada. Yoongi se apresura a abrir la puerta y encender la luz, además de dejar frente a Jimin un par de zapatos para andar en casa. 

Hasta este punto Jimin es consiente de donde está y con quién. Yoongi le a permitido entrar a su pequeño hogar y ponerse cómodo en el sofá mientras él prepara el chocolate caliente en la cocina del lado izquierdo. Los gustos de Yoongi parecen ser simples según Jimin, muebles de tonos oscuros, luces cálidas y cero decoración sobre cargada, cosa que sorpresivamente le gusta a pesar de ser alguien de colores pastel y amén de colgar obras de arte que compra en subastas de segunda mano. 

Yoongi deja sutilmente una taza de dibujos de gatitos enfrente de él, sobre la mesita de centro, junto con un plato de pastelitos pequeños con un glaseado oscuro que da olor a chocolate amargo.

- El chocolate amargo es lo más dulce que tengo, perdón. Igual, creo que contrasta bien con el chocolate caliente, también tengo café si prefieres eso. Bueno... uhm, ¿quieres ver una película? También hay series que podríamos ver. No tengo juegos de mesa, pero si muchos libros de colorear y de sopas de letras, a mi hermana le gusta venir los fines de semana y quedarse aquí así que con el tiempo los va olvidando.

- Gracias por preocuparte por mi. Una película está bien.

Jimin está perdido viendo su taza de chocolate caliente humear tranquilamente, extrañamente el movimiento suave del vapor en el aire lo relaja, lo mantiene en un estado de trance donde no se está haciendo daño. En casa, donde la soledad y el encierro de las cuatro paredes de su cuarto, los malos pensamientos son mas sensibles a aparecer, logrando su propósito de lastimarlo. Al menos agradece no haberse lastimado tanto, solo unos pequeños rasguños a lo largo de su cuello que cubre con una bufanda, y el paquete de gomitas que se a tragado de golpe, como un intento de auto sabotear su progreso de dieta y ejercicio. Es verdad que ha logrado perder peso con su rutina actual de vida y salud, pero su mente sigue jugándole bromas sobre su apariencia, la forma de su cuerpo, su peso, todo. 

Yoongi regresa de nueva cuenta al sillón, dejando una manta negra de textura suave sobre sus piernas y deja una luz tenue encendida desde la cocina para no permanecer en oscuridad total. Enciende la televisión y deja a libre albedrío de Jimin el control remoto y escoja lo que más desee ver. Simplemente revisa el catalogo y se decide por un musical que le devuelve las ganas de vivir. Tick, tick... boom.

Yoongi no es alguien de ver musicales, mas bien ve animes que su hermanita le recomienda y una que otra película de acción, pero la manera en la que empieza el musical captura su atención al primer instante. Jimin da un sorbo a su chocolate y busca un cojín del sofá para abrazarlo y acomodarse mejor en la manta, al igual que Yoongi que también cubre sus piernas con la manta y mantiene sus ojos fijos en la pantalla. 
Ninguno dice nada, pues el silencio parece ser una zona de confort para ambos y deciden mentalmente en disfrutar el musical y soltar sonrisas y suspiros melancólicos en diferentes escenas sentimentalistas.
Jimin esta sonriendo por dentro aunque no lo aparente, y es que para él es muy difícil disfrutar de algo sin tener un sentimiento de culpa carcomiendo su cerebro. No sabe porqué, pero algo en su propio sistema le hace creer que debería sentir culpa por disfrutar algunas cosas.
Yoongi tiene un efecto sanador en las personas, puede sentirlo en cada fibra de su ser, desde su forma tranquila de hablar, hasta como cuida sus acciones para no incomodar a los demás, le admira mucho para ser sinceros.
¿Quién en su sano juicio haría todo esto por él? Absolutamente nadie, piensa, dejando su taza ya vacía sobre la mesita de centro.
Yoongi pone pausa al musical para voltear a ver a Jimin con sus ojitos gatunos, esperando pacientemente que cualquier cosa salga de su boca.

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