Taehyung detesta el transporte público, es de las cosas mas desesperantes del mundo, siempre hay mucha gente, hace calor y tarda una eternidad, pero en casos como estos, donde no quiere caminar dos horas para llegar al gimnasio, tiene que tomar el autobús puesto que su coche está en el taller, algo sobre las bujías y el aceite. No sabe mucho de coches, así que lo dejan en manos de su primo que si sabe de mecánica y solo espera la llamada para ir por él. Revisa despistadamente la hora en su teléfono, además de una que otra foto en Instagram, volteando de vez en cuando hacia la calle para ver si viene el autobús, pero lo único que viene es ese enfermero guapo de brazos trabajados y un lindo lunar en el cuello. No es tan alto como él, pero su porte impone elegancia y le gusta. Se pone de pie junto a él, esperando el bus sin voltearlo a ver. Taehyung está decidido a que hombres como él no se ven todos los días, pero seguramente no comparten las mismas preferencias, o eso cree cuando de su mochila resbala un llavero con la banderita que él conoce muy bien. ¿Más perfecto puede ser este hombre desconocido? piensa, sosteniendo con un temblor extraño el teléfono entre su mano derecha. El autobús no parece querer llegar pronto, y antes de que el muchacho cruce la calle para pedir un Taxi, Taehyung lo detiene con un grito demasiado fuerte para su gusto.
- ¿Si? - Pregunta el enfermero, quitando un audífono de su oído para escucharlo mejor.
- Uh, y-yo... - Taehyung se a quedado en blanco, como si el system 32 de su cerebro se haya reiniciado, ¿Qué pensaba decirle? No está seguro, solo extiende su teléfono sin decir una palabra, pero el muchacho no ve sus manos si no mas bien sus ojos y las gafas de armazón grueso que usa.
- ¿Necesitas algo?
- Perdona, ¿hay posibilidad de tener tu número? - Taehyung quiere golpearse mentalmente por haber sonado tan formal, ¿Qué mierdas le pasa? él no suele ser así, tan tímido, usualmente a él es a quien le piden el número, es raro. El joven de filipina aqua le sonríe tan dulcemente que casi se desmaya, pero en cambio le regresa la sonrisa cuando toma su teléfono y empieza a anotar el número, tecleando despacio. - Oh, muchas gracias. - Susurra Tae, viendo como sus manos están a nada de sudar. - ¿Cómo te llamas?
- Soy Jungkook, ¿y tú?
- Ta-Taehyung...
- Lindo.
Y antes de poder decirle algo más, el chico cruza la calle antes de que le ganen el taxi de enfrente.
🏋️♂️
Yoongi y Taehyung se miran entre ellos de una forma extraña. Ya es tarde, por lo que el gimnasio esta vacío y entre ambos evaden su responsabilidad de limpiar y dejar ordenado todo para el día siguiente. Yoongi está terminándose una botella de agua mientras Taehyung solo da sorbos pequeños a su té de canela para luego de soltar suspiros extraños que captan su atención. Los dos parecen perdidos en su mundo, sin hablarse y sin mirarse, al menos así es hasta que Taehyung recuerda su teléfono cargando y sus manos pican por mandarle un mensaje al enfermero sexy de la parada del autobús.
- Me paso algo. - dice el par de amigos al mismo tiempo, riéndose por esa extraña conexión mental que generaron con el tiempo. - Tu primero. - Anima Yoongi.
- Le pedí su número a un total desconocido, y ahora tengo vergüenza de enviarle un mensaje.
- Creo que a mi me coqueteo Jimin.
Y adiós a su preciado té de canela. Taehyung acaba de escupirlo todo debido a la impresión. Yoongi sigue rojo como un tomate, pensando en la propuesta indecorosa de Jimin, aunque, si lo piensa bien, no está tan mal, sería como matar dos pájaros de un tiro, acariciaría los bonitos muslos de Jimin y ganaría dinero al hacerlo. Se ríe internamente por lo tonto y pervertido que suena eso, negando con su cabeza como si sus pensamientos los pudiera escuchar su amigo.
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SG GYM
FanfictionLa obesidad no es un juego, Jimin lo sabe mejor que nadie, pero no encuentra la manera de bajar de peso. Perdido y sin esperanza llega al único lugar donde no critican su cuerpo: SG GYM. - ¿Te gustaría un día de prueba?