Diferente

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Jimin ha hecho lo que había estado soñando hace mucho tiempo.

Su madre había estado al pendiente de lo difícil que era para el seguir yendo a una escuela donde lo molestaban seguido, dónde no podía estar tranquilo en ningún lugar del plantel, por eso, cuando el señor Park había regresado de su viaje de negocios los tres hablaron sobre hacer algo al respecto.

Al final, lo mejor fue cambiarse a una escuela con modalidad en línea donde sus notas, esfuerzo e inteligencia sí eran valorados como debía haber sido desde el principio. Su nueva escuela era lo mejor, veía a sus compañeros algunos días a la semana, el horario le permitía seguir yendo al gimnasio en la hora donde no había tanta gente y su cercanía con Yoongi se volvía cada vez más gratificante.

Todo estaba empezando a ser diferente.

Además, debido a su nuevo horario, al fin podía entrar a esas clases particulares de violín que tanto estaba deseando.
De alguna manera la música clásica que suele escuchar se sentía diferente, algunas veces más alegre, con un sentimiento amoroso que abrazaba su alma.

Hoy precisamente va caminando hasta el gimnasio, cuidando su estuche de violín pues después del entrenamiento tiene una clase en la pequeña academia de música.

Una nueva canción de su conjunto musical favorito resuena en sus audífonos, sonriendo mientras avanza emocionado hasta donde está Yoongi.
Al parecer van llegando, Yoongi apenas está levantando las cortinas metálicas del gimnasio.

- ¡Minnie! - Yoongi lo saluda animadamente al notar su presencia, y Jimin sonríe con su dulce sonrisa de miel y ayuda a levantar las otras cortinas.

Hasta ahora Yoongi se ha puesto a observar su cuerpo completo, de pies a cabeza, y nota que tanto entrenamiento duro está dando sus frutos.
Jimin ha presentado un cambio físico impresionante en todo este tiempo que va al gimnasio, y no solamente de cuerpo, incluso su autoestima, su manera de ser, su confianza, todo va cambiando para bien de él.

- ¿Cómo estuvo tu día ayer? - Pregunta Yoon, y Jimin entiende que se refiere a su cita con el psicólogo.

- No tienes que preocuparte, todo va bien. Pasitos pequeños dice mi doctor.

- Me alegro mucho. - Yoongi apenas nota que Jimin carga algo diferente en su hombro, y no es hasta que lo deja al lado del mostrador principal que nota lo que parece ser un violín. Sonríe, imaginando que tal vez ya sea hora de decirle que el también guarda un pequeño secreto musical por ahí. - Sabes Jimin... hoy vuelve a tocar el conjunto instrumental que vimos la otra vez, los chicos del parque.

Jimin voltea interesado, sonriendo ante la idea de que Yoongi lo está invitando a una cita musical.

- ¿Enserio? No lo recordaba... ¿Tienes algo en mente?

Yoongi retiene una sonrisa que amenaza parecer coqueta, y se cubre la cara vergonzosamente al ser descubierto por Jimin una vez más.

La verdad es que desde hace un poco tiempo ha tenido ganas de invitar a Jimin a salir, lejos de algo romántico, simplemente pasar el rato con su agradable presencia. Le gusta Jimin, pero solo un poquito, o eso es lo que cree, últimamente la presencia de Jimin le parece preciosa, sus temas de conversación, sus recomendaciones musicales, todo, todo Jimin le parecen cautivantes.

Tal vez solo sea cuestión de tiempo para que su cerebro y corazón entren en razón sobre su sentimiento hacia Jimin.

Tal vez Jimin si le gusta un poquito más que ayer.

- Eso depende ¿Estás ocupado más tarde? – Yoongi ya está encendiendo las bocinas del gimnasio, esperando como un gatito ansioso que Jimin le muestre la nueva canción de la que tanto estaba hablando toda la semana pasada.

- Uhm, tengo una clase de violín a las 5, después de eso estoy libre.

Responde sin más, estirándose y sonriendo al escuchar por novena vez la canción nueva.

- Perfecto, paso por ti al finalizar tu clase, ¿Qué hora te parece bien?

Hasta ahora Jimin regresa a la realidad se da cuenta de lo que acaba de pasar. Yoongi lo está invitando a salir, y el acaba de decirle que sí.

Santo dios.

- A las s-seis y media o siete... creo.

- Muy bien, luego me mandas la dirección, ahora vamos a entrenar.

Y ahora sí que Jimin ha podido ver la sonrisa coqueta que Yoongi estaba tratando de ocultar.

🏋️

Las consultas en el hospital han estado tranquilas, la mayoría fueron personas nuevas que fueron enviadas desde el médico familiar o el especialista nefrólogo. Pacientes que requerían una dieta especial para mejorar su salud, para no malpasarse con su diabetes, azúcar, etc. Nada del otro mundo.

Esta terminando de guardar los registros en la computadora, además de engrapar y archivar algunos documentos que los pacientes deben llevar de nuevo con su médico familiar o especialista referente a su control alimenticio.

El toquido suave en la puerta de su consultorio captura su atención, pero está tan concentrado en su trabajo que solo grita un 'adelante' sin separar la vista de la computadora.

- Vaya... yo creí que los nutriólogos tenían el trabajo más sencillo.

Taehyung levanta la vista al fin, viendo frente a su escritorio a nada más y nada menos que el enfermero Jeon.

- Bueno, a veces si tengo ganas de trabajar. – Bromea, ofreciéndole la silla frente al escritorio y una taza de té.

- ¿Cómo va todo hoy? – Pregunta Jungkook amistosamente, escogiendo un sobre de té entre tantos que tiene Taehyung en la cajita al lado de la cafetera.

- Cansado. Los médicos familiares del segundo piso me odian, no paran de enviarme pacientes por cualquier cosa mínima. Apenas estoy descansando y ya falta media hora para que termine mi turno. No te miento, llegué cinco minutos tarde y ya tenía fila afuera del consultorio.

Jungkook se carcajea suave, una risa que podría considerarse entre varonil y tierna, muy Jungkook.

Taehyung se asegura de guardar bien los archivos en la computadora, además de crear una copia de seguridad solo por si las dudas, nunca se sabe, y se levanta de la silla para estirarse y guardar todas las carpetas de su escritorio en el archivero.

- Oye, no quiero parecer grosero, pero... ¿y el café? – La pregunta de Jungkook lo toma por sorpresa, pero en cuanto ve que señala divertido la pequeña mesa donde tiene la cafetera y todo lo demás, entiende su pregunta.

- No bebo café, no me gusta.

- ¿Qué clase de demente eres? El café es el elixir de todos los días para seguir viviendo.

- Espera a que veas lo que le hace a tus riñones y adiós elixir de la vida. – Ahora es Taehyung quién se carcajea por la cara de preocupación de su pequeña visita.

- Eres cruel... - Pucherea de manera infantil, dando sorbitos pequeños a su té de Manzana/Canela. Revisa su reloj, viendo que los 10 minutos que tenía sobrante se han terminado. – Ups, se me acabo el tiempo, debo volver.

- ¿Psiquiatría de nuevo? – Jungkook asiente, terminándose de tope el té y tirando el vaso desechable en la basura junto a la puerta del consultorio. – Oye Jungkook, ¿Por qué psiquiatría? No pareces ser una persona que le interese esa área.

- Creo que tu pregunta debería ser ¿Por qué no? – Responde sonriente, dejando a Taehyung con la duda. – Bueno, termino a las 3:30, ¿Te paso a buscar?

- ¿Perdón?

- Tomaré eso como un sí, nos vemos a la salida. – Jungkook le guiña coqueto antes de abandonar casi corriendo su consultorio.

SG GYMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora