Pequeño

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Jimin se remueve incómodo dentro del pequeño sofá cama, buscando la manta sobre sus piernas con sus dedos regordetes. Suspira alto, temblando un poco de frío por la falta de sensación cálida en sus pies, pues mientras duerme tiene la manía de poco a poco retirar sus calcetines. Se levanta despacio, estirando sus brazos y girando su cabeza pues se ha quedado dormido en una posición incómoda. Mira la mesa de centro, la luz fuerte del ventanal tras él, unas zapatillas oscuras para andar en casa que no le pertenecen, y es en el segundo bosteo que se da cuenta que esa no es su casa, esos no son los  muebles de su sala, ¿Qué rayos está pasando?, piensa, rascando sus ojos de manera suave para no lastimarse. Unos pasos tras de él alertan la presencia de alguien más en el lugar.

Yoongi aparece con una sonrisa adormilada y saluda alegre a su huésped, pasando de largo el pequeño sofá para adentrarse en la pequeña cocina.

- Espero que el sillón no fuera incómodo, ¿Tuviste frío? - Jimin niega aún confundido, revisando por mala costumbre sus muñecas. Al menos no tiene cicatrices, algo bueno debió haberle pasado o hecho para que no terminara con heridas en su cuerpo. - ¿Sucede algo? - Yoongi nota las reacciones extrañas que Jimin tiene sobre su propio cuerpo, y no es que le alarme a primera instancia, al menos no hasta que nota que Jimin está sollozando en silencio, intentando vagamente y de manera violenta limpiar las lágrimas que salen de sus pequeños ojos.

- Ey, ¿Qué tienes pequeño? - Yoongi se aproxima a gran velocidad con una cajita de pañuelos desechables, frotando dulcemente la espalda de Jimin para que trate de calmarse.

- Per-perdón... no es malo, de verdad.

-¿Qué no es malo dices? Estas llorando. Si te hace sufrir así, entonces es malo.

Jimin no dice nada, solo limpia sus lágrimas con el pañuelo y normaliza su respiración a una más tranquila.
Yoongi lo observa con algo de preocupación en su semblante, pero si Jimin dice que no es nada malo intentará creerle. Las mejillas de Jimin están rojizas por el llanto, y puede notar que al dormir mucho sus ojitos se inchan al punto de parecer aún cerrador, pero no deja de verse tierno y pequeño. Cada que mira a Jimin hacer cualquier cosa le parece lo más tierno del mundo, se ve tan lindo y pequeño haciendo cosas insignificantes como beber de su botella de agua o escuchando su música.
Las lágrimas se detienen de a poco, y el abrazo repentino que Jimin le da lo toma por sorpresa, tan cálido y dulce, piensa Yoongi, apretujando con cariño el cuerpo de Jimin.

- Me disculpo si te preocupé hyung, no era mi intención que me vieras así. - Dice con voz baja, en un susurro suave que apenas es audible para Yoongi. Jimin sigue abrazándolo, escondiéndose en el cuello ajeno que desprende un olor a jabón con escencia de algo fuerte. Al parecer Yoongi se había dado un baño antes de que él despertara.

- Nada que disculpar jiminshi, me alegra haber podido ayudarte. Anoche estabas muy tranquilo de hecho...

- Tomé una Alprazolam de mamá después de que te llamé.

Yoongi se alarma por el medicamento, lo conoce perfectamente, Taehyung le hablo de eso. El área de Nutrición en el hospital donde Tae trabaja medio turno está muy cerca del área de Psiquiatría, hace no mucho Taehyung le platicó que intentaron robar la farmacia buscando ansiolíticos y somniferos. Alprazolam era uno de ellos.

- Minnie... No debiste tomar medicamentos. ¿Por eso te dormiste muy rápido?

Jimin asiente en silencio, distrayendo su mente con los bordes de los cojines del sillón.

- Lo siento, sentí que no tenía otra opción.

Yoongi lo mira con dulzura, buscando desde el fondo de su corazón las palabras correctas para no lastimar el alma tan pura de Jimin. El no es un experto en el tema de la salud emocional, pero si dalgo está seguro es que Jimin parece estarse rompiendo a pedacitos muy pequeños. Puede notarlo con lo poco que lleva conociendole, como con cada carga emocional que se guarda una pequeña parte de el se va desprendiendo de su alma, de quién verdaderamente es y debe seguir siendo.

- Minnie, por favor, cuando algo te esté lastimando... Búscame a mi como tú primera opción para todo.

🏋️

Taehyung está terminando de guardar sus cosas en el maletín oscuro que siempre lleva al hospital.
A partir de esa semana en adelante ha conseguido un horario que le permite cubrir más horas de jornada y además no obstruye con su apoyo en el gimnasio.
Se asegura de apagar la computadora y guardar bien los expedientes de sus pacientes para sus próximas citas, desenchufa su celular que había dejado cargando y revisa sus mensajes antes de abandonar su área de trabajo. Al parecer su auto está listo y puede llegar por el cuando lo deseé, cosa que agradece casi de rodillas pues estaba cansado del transporte público.

Voltea hacia la farmacia para decir adiós a la enfermera que recibe las recetas y por inercia voltea al pasillo que conecta a Psiquiatría, observando una silueta que le parece conocida.
En cuanto el hombre de filipina negra se da la vuelta puede divisar los ojitos grandes y el cabello castaño bien peinado. Es el chico de la otra vez, Jungkook.

¿Debería saludar?

Se pregunta a si mismo, viendo lo bien que le queda a ese chico la filipina negra. Hasta parece más fuerte a la última vez que lo vió.
Cuando se decide a qué lo mejor es dejarlo pasar, dándose media vuelta y caminando hacia la puerta, una voz fuerte lo llama a sus espaldas. Voltea intranquilo, topandose con la sonrisa dulce el enfermero.

- Hola... - Saluda tímido el enfermero, sacudiendo despistadamente algunas pelusas en su camisola. - No sabía que trabajarás aquí... Doctor Kim. - Jungkook aprovecha la cercanía para leer el bordado de su bata médica.

- Oh, hola, si. Yo... Uhm, soy nutricionista o nutriólogo, como prefieras llamarle. - señala con su maletín el consultorio atrás de él, esperando que memorize dónde puede encontrarlo. - Veo que te gustan los retos, enfermero Jeon. - Taehyung también aprovecha esa cercanía para leer el gafete de su compañero, observando el título de enfermería psiquiatrica.

- ¿Psiquiatría? No está tan mal, excepto en la madrugada. Algunos pacientes dan miedo.

Tae quiere reírse, pero sabe que eso sería muy poco ético de su parte, así que se abstiene a su risa y asiente comprensible.

- ¿Te vas a casa? - Jungkook es quién pregunta, notando que Tae ya se ha desabrochado la corbata y guardado toda su instrumentaria médica.

- Si, entre a las 7 a.m y salgo a las 2 p.m

- Genial, a mi me falta una hora. Mi entrada es a las 8 a.m toda esta semana, la próxima tengo turno por la madrugada. - Taehyung lo ve revisar su reloj, poniendo una cara alarmada al ver la hora que es. - Tengo que irme, tengo un paciente que necesita unos medicamentos. ¿Estás libre mañana?

- ¿Eh? - Taehyung está boquiabierto. No sé esperaba esa pregunta tan pronto. - Uhm... Creo que sí.

- Genial, ¿Me permites invitarte un café?

- No bebo café... - susurra Tae muy bajo, sientendose mal por la invitación.

- Waaa, eres el primer doctor que conozco que no consume café. Entonces... ¿cualquier otra bebida caliente?

Taehyung asiente sonriente, intentando procesar que acaba de pasar. Su crush a primera vista acaba de invitarlo a salir.

- Bueno, lo veo mañana... Doctor Kim. - dice coqueto, despidiéndose y caminando en dirección a la farmacia.

¿Acaso pasó lo que creo que pasó?

Piensa, aún en trance, mientras abandona el hospital sintiendose tan pequeño.
















Por fin volví, según iba actualizar no se cuando pero me entretuve leyendo para agarrar inspiración.
Pd. les recomiendo que compren los Libros de Satoshi Yagisawa, increíble.

SG GYMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora