Dulce entrenamiento

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Yoongi adora su gimnasio, lo aprecia mucho pues es aquello que le da para vivir dignamente. No genera cantidades absurdas de dinero, pero si lo suficiente para costear el pago de su departamento, y sus gustos. Trabajó mucho después de la escuela para tener su gimnasio, además de continuar estudiando una carrera en línea, su gimnasio lo es todo para él. Justo ahora termina de limpiar las ventanas, pues todo lo que tenga que ver con el aseo es como su terapia, le gusta que todo esté limpio y en orden. 

Justo hoy, después de 2 días sin verlo, espera a que Jimin llegue para comenzar con su rutina. Los minutos pasan y un Valiant oscuro se estaciona en la acera de enfrente, dejando ver a un muy animado Jimin con unos shorts que casi le provoca un infarto a Yoongi. Tal vez debería de bajarle la intensidad a las rutinas de pierna, un día de estos va a terminar con unas piernas de ensueño y, para desgracia de muchos, hay acosadores en todas partes. Jimin tiene una estructura ósea muy peculiar, un rostro infantil y precioso con un cuerpo "grande", pero que no deja de ser sexy, los brazos que comienzan a perder grasa y a tonificarse, el abdomen que aún falta por definir y esas piernas que asfixiarían a quién Jimin desee. Esta perdido viendo los resultados de los entrenamientos que no nota la sonrisa cálida de Jimin y la caja entre sus manos.

- Buen día Yoongi Hyung. - Saluda Jimin, poniendo más de cerca la caja y el termo de entre sus manos. - Es un presente, bueno, es comida. Gracias por abrir tan temprano solo por mi, traje el desayuno y algo de café descafeinado. No se si te guste, pero es el que tomamos en casa, sabe casi igual, traje los sobrecitos de azúcar por si te gusta dulce.

Yoongi sonríe agradecido, tomando entre sus manos la caja con comida y el termo para darle un sorbo pequeño, notando que el sabor no es tan fuerte como el café normal pero sigue teniendo un toque dulzón sin necesidad de ponerle azúcar, tal vez algo de canela o caramelo, no lo sabe, pero es rico y vuelve a tomar otro sorbo antes de abrir la puerta del gimnasio y darle entrada libre a Jimin quién rápidamente corre a la bocina para poner algo de Taylor Swift. Yoongi voltea a verlo divertido cuando pone Blank Space, cosa extraña para él pues creyó que pondría su característica música clásica. Deja el termo sobre el mostrador, y abre la cajita donde algunas frutas y panqueques de avena y plátano adornan el centro, con un botecito de miel natural de abeja en un lado, Yoongi busca alguna etiqueta para saber de donde ha comprado Jimin un desayuno tan bonito, pero no hay nada en la caja, solo el desayuno y unas servilletas junto a cubiertos de plástico. Jimin cuelga su mochila en el perchero de la entrada, y con la confianza que a generado este mes pasa tras el mostrador para guardar su botella de agua en el frigobar, pues por las prisas no puso a enfriarla y el agua caliente no es agradable cuando se hace ejercicio.

- ¿No te gustan los de avena? También hice de plátano. - Yoongi casi se atraganta con el otro sorbo de café que estaba por dar, volteando a ver a Jimin con unos ojos muy expresivos.

- ¿Hiciste? espera... ¿Hiciste todo esto tu solo? - Jimin asiente sonriente, robándose una pequeña fruta del plato para llevársela coquetamente a la boca. Yoongi enmudece y ahoga la respiración en su garganta cuando presta atención de más en los labios rechonchos alrededor de lo que fue una fresa.

- Soy buen cocinero, y amante de las cosas dulces. - Responde simple, limpiando disimuladamente el jugo de la fresa que escurrió por sus labios. - Busqué otras alternativas más saludables para mi gusto por los dulces, y nació esto. Yo ya desayuné, todo esto es para ti.

- Oh Minnie, no debiste, muchas gracias. - Yoongi sabe que lo mejor es desviar la mirada de los dedito de Jimin que limpian sus labios, y mejor toma un trozo del panqué para llevárselo a la boca y comenzar a saborearlo, disfrutando del sabor dulce antes de volver al café. El liquido humeante es adictivo, piensa, esperando que nunca se acabe pues realmente sabe bien. Jimin lo espera pacientemente a que termine de comer, estirando y calentando sus músculos de brazos y piernas pues hoy tendrá ejercicios entremezclados de brazos y piernas, Yoongi lo ve desde el mostrador, terminando con una de las frutas antes de acercarse para comenzar con su entrenamiento. 

- Jimin, ¿te puedo preguntar algo?

- Adelante. 

Yoongi piensa bien su respuesta en base a sus dudas, precisamente a sus dudas sobre lo grande y musculosas que se están haciendo las piernas de Jimin, algo no muy normal pues no impone tanto ejercicio para pierna, así que probablemente Jimin continúe los ejercicios en casa o haga algo más de lo que no está enterado. No mal interpreten, le preocupa que esté haciendo algo que dañe su salud o se sobre esfuerce con ejercicios que todavía no debe de hacer.

- Bueno, no tengo derecho a preguntar verdad, solo es una duda. Si mal no recuerdo, yo no te doy rutina pesada para pierna, pero no entiendo porqué se volvieron mas grandes. No digo que esté mal, pero algo en mi rutina no cuadra Jiminshi... ¿algo que confesar? - Pregunta divertido, cruzándose de brazos en espera de una respuesta.

- Oh, es porque sigo otra rutina en mi casa. - Dice sin más alzando sus shorts un poco más para que Yoongi vea los resultados. 

- ¿Por qué tu necesidad de tener muslos grandes? - Okay, tal vez no debió preguntar aquello, probablemente esté tratando con alguna inseguridad de la cual no estaba enterado, pero la sonrisa nerviosa de Jimin dice lo contrario. El chico se sienta en uno de los banquitos alrededor del gimnasio, y palmea el lugar libre junto a él para que Yoongi se siente, es momento de explicar algunas cosas.

- Yoongi hyung, ¿No te parece extraño que un chico de mi edad tenga su propio auto, un teléfono caro, tarjetas de débito y demás sin hacer nada? Y antes de que digas que soy niño de papi o algo por el estilo, estas equivocado, mis padres no ganan lo suficiente para costear mis "lujos".

Yoongi no sabe que pensar, es verdad que Jimin tiene cosas que muchos chicos de su edad no conseguirían tan fácilmente a menos que sean herederos de primer nivel, y Jimin no da esa impresión, aunque si posea cosas que algunos ricos tienen.

- No entiendo. - Responde Yoongi, intentando ignorar los labios rosáceos de Jimin.

- Tal vez se escuche mal, pero vendo fotos de mis muslos. - La cara de Yoongi es un poema de casi 6 estrofas, y Jimin atina a reírse de la cara del mayor por lo graciosa que es. - Hay gente enferma en todos lados, con fetiches raros, y muchos pagan cantidades absurdas por ver muslos gorditos y bonitos, como los míos. - Jimin alza nuevamente sus shorts para que Yoongi los vea, y el mayor los escanea más de la cuenta cuando se da cuenta que las piernas de Park Jimin son verdaderamente sexys. Sus manos cosquillean y siente el sudor en la palma cuando un deseo no tan puro aparece en su mente de sus manos apretando esos suaves muslos. Si no fuera por lo bien que sabe controlarse, sus manos ya estarían recorriendo toda la piel suavecita de Jimin.

-Uh, hoy harás pecho. - Yoongi opta por cambiar rápidamente la rutina de Jimin, pues esta seguro que tendrá problemas si lo ve hacer la rutina de pierna que ya había establecido para él. 

- Eres muy dulce Yoongi hyung. - El comentario de Jimin lo saca fuera de su zona de confort, y antes de responderle algo al respecto, el menor se acerca peligrosamente hasta tenerlo frente a frente y toma con algo de rudeza su muñeca, alzando su mano para escanearla con sus almendrados ojos. - Tienes manos bonitas, deberíamos colaborar, pagan bien cuando manos como las tuyas sostienen los muslos.

Yoongi traga grueso, y sin estar en sus cinco sentidos asiente en silencio a la petición.



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