-Nop literalmente cayó del cielo...- indicó Freen, riendo al recordar su primer encuentro.
Mientras la pelinegra limpiaba y revisaba la herida de Rebecca, le contaba acerca de su pasión por volar, y cómo había conocido a personas alrededor del mundo con quienes compartía su afición. Con algunos de ellos había formado buenas amistades, pero ninguna como el vínculo que la unía a Nop, el dueño de la cabaña.
-A qué te refieres con que "cayó del cielo"?- inquirió Rebecca.
-A eso...literalmente. Así nos conocimos. Nop estaba en mi país, recorriendo con una avioneta alquilada, y yo me encontraba de campamento en un pueblo algo alejado de la ciudad. Vi a lo lejos como la aeronave hacía unas maniobras arriesgadas en el aire, hasta que empezó a perder altitud muy rápido, debiendo hacer un aterrizaje forzoso, y me apuré a acercarme para ayudar si había algún herido. Allí encontré a un chico, de cabello oscuro alborotado y mirada curiosa. Tenía puestos unas gafas de aviador que le daban un aspecto muy excéntrico, y observaba la avioneta anotando cosas en un cuaderno. Yo no entendía cómo es que estaba anotando cosas si acababa de casi estrellarse contra el suelo. Le pregunté si estaba bien, y me contestó en un español muy trabado, por lo que intuí que era mejor dialogar en inglés. Nop es una especie de genio loco, le gusta experimentar con casi todo, maniobras de vuelo, objetos, hasta le gusta inventar trabalenguas- relató Freen, con una sonrisa muy sincera en su rostro. El pensar en su amigo Nop siempre la llevaba a un lugar feliz en su corazón.
-Como la avioneta había sufrido un daño en una rueda, no podía despegar de nuevo, así que me ofrecí a llevarlo hasta el aeródromo desde donde había salido. En el camino hablamos mucho, como si nos conocieramos de toda la vida, y descubrí que era tailandés. Le conté acerca de mi sueño de visitar Tailandia por una larga temporada, y que estaba ahorrando dinero para ello. Él me invitó a quedarme aquí. Originalmente él iba a estar aquí también, pero un mes antes de mi llegada, a él le surgió un viaje a Dinamarca, así que me ofreció quedarme igual, y hacerme cargo de las cosas de la granja, pudiendo usar sus vehículos- terminó de explicar Freen.
Rebecca estaba asombrada por la historia, pero al mismo tiempo tenía una sensación de molestia por cómo hablaba la aviadora de su amigo, con tanto cariño y ternura. No entendía qué le molestaba, al fin y al cabo, ellas apenas se conocían.
-Y cuándo es que vuelve Nop?- preguntó la castaña.
-No lo dijo, sólo me indicó que podía quedarme el tiempo que quisiera y que podía volar cuanto me apetezca, lo cual para mi sonaba fantástico. Nunca en mis sueños más locos me hubiera imaginado que iba a poder venir a Tailandia, quedarme en una cabaña sin pagar hospedaje, y además, tener una avioneta a mi disposición. Nop es como un ángel realmente- prosiguió Freen, haciendo crecer involuntariamente la molestia de Rebecca.
-No te parece un poco sospechoso? Digo, cuántas personas conoces que te den alojamiento libre, tengan una camioneta, ni que hablar de una avioneta, y simplemente te dejen sola con todo eso?- incidió Rebecca con desconfianza.
Freen la miró con una expresión confundida, y ligeramente ofendida de que la castaña desconfiara de su amigo. Aunque no estaba segura si la desconfianza era hacia Nop o hacia la misma Freen.
-De verdad debe haberte pasado algo muy feo para que desconfíes tanto de todo- respondió Freen cortante.
Rebecca la miró a los ojos con el ceño fruncido, y alejó su brazo de las manos de la pelinegra, quedándose hundida en la silla, y bajando la vista al piso.
-Freen, ¿puedes no ser tan bruta? ¡No era necesario que digas eso!- pensó Freen, tragando seco y emitiendo un sonoro suspiro.
-Perdoname Rebecca, fue muy grosero de mi parte decir eso- alegó la aviadora, intentando tomar la mano de la castaña -Es sólo que...no estoy acostumbrada a estar mucho con otras personas, suelo estar siempre sola. Creo que se me olvida un poco cómo socializar. De verdad quisiera ayudarte a que confíes en mí- concluyó Freen.
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Fuerzas naturales | FreenBecky
أدب الهواةFreen Sarocha sólo buscaba los hermosos paisajes de sus abuelos. Pero conocerá a Rebecca Armstrong en inusuales circunstancias, y sus expectativas cambiarán sin evitarlo. Las fuerzas de la naturaleza pueden actuar de maneras misteriosas. Historia O...