Estrella

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Bueno, como avisé previamente, faltan sólo 5 capítulos para el final de esta historia.

Por un tiempo estaré sin publicar, pero cuando vuelva será para publicar todos los capítulos juntos, asi que, lean despacito este capítulo

Nos leemos luego!

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Doi Phi Lu

Freen se encontraba perdida en sus pensamientos mientras miraba el bosque a su alrededor.

No había podido soportar quedarse en la cabaña más de un par de horas desde que Rebecca se había ido. Todo le recordaba a la actriz, y su pecho dolía en cada recuerdo.

Aprovechando que los instrumentos de acampar ya estaban en la camioneta, había decidido irse al bosque, buscando desesperadamente alejarse de los recuerdos. Terminó pasando la noche en el bosque, y aún se sentía triste.

Había pasado sólo un día, pero extrañaba a Becky con cada fibra de su ser.

–Quizás sólo necesito tiempo...para acostumbrarme a estar sola de nuevo. Si pude estar sola todo este tiempo antes de conocerla, puedo volver a estar bien– se decía a sí misma.

Caminando para adentrarse entre los árboles buscaba encontrar algún árbol donde trepar y acomodarse para ver el bosque desde la altura, siendo ya una vieja costumbre desde su infancia.

Siempre buscaba las alturas.

A lo lejos logró divisar un árbol de copa muy amplia, con ramas bajas y un ancho tronco.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca, identificó que era un chamchuri, o árbol de la lluvia. El árbol perfecto para trepar, debido a la enorme cantidad de ramas que tenía.

Mientras se preparaba para iniciar la escalada del árbol, su mente divagaba, como no podía ser de otra forma, a la chica que la había conquistado.

–Seguramente debe estar contenta con su vida de nuevo...ugghh...no creo que se sienta tan miserable como yo...ufff...debe estar rodeada de periodistas, y celebridades como ella...auch, mierda, eso estuvo cerca...tengo que dejar de ilusionarme...ella está bien y feliz seguro...– balbuceaba mientras sus piernas la impulsaban hacia arriba en las ramas, y sus manos se aferraban a la madera cubierta de musgo, que resbalaba un poco.

Mirando hacia abajo calculó que ya estaba a unos buenos 30 metros de altura. Aún faltaba para llegar a la copa, pero no tenía planeado ir hasta arriba, ya que las ramas se veían más débiles.

Se acomodó entre algunas más fuertes, que daban la sensación de una especie de cuna por la forma curva que tenían, y sacó el libro de su mochila.

La tarde caía, mientras los sonidos de los pájaros y los grillos rellenaban el ambiente.

"La soledad de estos parajes celestes, es un bálsamo para mi alma que se reanima y se inflama con los placeres de la estación. No hay un árbol, no hay una planta que no sea un ramillete de flores: y uno querría poderse convertir en mariposa, para bañarse en este mar de perfumes, y poder sacar de allí, todo su alimento. Estoy solo, y la vida me parece deliciosa, en un sitio hecho expresamente para almas como la mía. Estoy abismado en la idea de mi tranquila existencia..."

–Claramente este hombre nunca se enamoró...– pensó en voz alta, mientras envidiaba la paz que el autor describía en el párrafo. Era el colmo, ahora envidiaba a un personaje de un libro.

Fuerzas naturales | FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora