13. Un corazón noble y un amigo peludo.

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Al haber terminado los exámenes, no nos hicieron ir a clase por el resto de semana. La fiesta de Hiyori sería el Sábado, cuando tenía planeado decirle a (Tn) todo lo que sentía por ella. Últimamente me había pasado mucho rato frente al espejo practicando y pensando en cómo se lo diría y qué le diría. Quería expresarme bien, sin malentendidos. Lo último que quería es que no me entendiese bien y las cosas se tornaran raras entre nosotros, o se enfadase o... ¡No sé, esa clase de cosas que suelen pasar en esos dramas que le gustan a mi madre!

Sin embargo, después de un par de ensayos frente al espejo me rendí. Decidí que lo mejor sería hacerlo natural, como me saliese en ese momento. Si era hablar de ella, no creo que hubiese problema para expresarle como me sentía.

El viernes, decidimos ir a la bolera, ya que hacía mucho tiempo que no íbamos allí y siempre nos lo pasábamos muy bien. Esta vez, solo estábamos los del grupo de amigos.

—¡Chicas, mirádme bien, voy a hacer a ese marimo morder el polvo! —Dijo el cejas rizadas nada más le llegó el turno, que era el primero. Rodé los ojos desde el sillón en el que estábamos sentados todos de brazos cruzados. De pronto, (Tn), que estaba a mi lado me tocó el hombro.

—¿Y si competimos? —me giré y la vi inclinada, con los ojos brillantes. Aunque fuese muy educada, era muy competitiva y le gustaba ganar. No había cosa que no convirtiese en competición.

—¡Qué buena idea! —Dijo Luffy inclinándose para mirar a (Tn), con una sonrisa que enseñaba todos sus dientes. Cuando esos dos se juntan son un caso perdido, ya lo comprobé el día que fuimos a la playa.

Todos nos reíamos con los grandilocuentes tiros de Luffy, que parecían estar dirigidos a cualquier lugar menos a esos bolos de madera que había que tirar, y que, aún así, conseguía tumbar, haciendo plenos o semiplenos. Ussop se cayó un par de veces, lo que también nos hizo reírnos a carcajadas.

—¿Chopper, estás seguro de que no quieres una bola más pequeña? —Preguntó Vivi con aspecto preocupado mientras veía a nuestro amigo sacar con muchos esfuerzos la bola.

—¡No, sé tirar con esta! —Efectivamente, no sabía, ¿Cómo iba a saber, si el bolo era tan grande como su cabeza? Lo intentó tirar, pero los dedos se le quedaron atascados y la bola por poco lo arrastra hasta el fondo de la pista. Sorprendentemente, tumbó casi todos, aunque tuvimos que ayudarlo a salir del pasillo.

Los turnos pasaban, y por ahora (Tn) y yo estábamos empatados. Se levantó, ya que era su turno de tirar.

—Bien, te voy a adelantar y voy a hacer un pleno con este truco que me ha dado Luffy —se crujió los nudillos y cogió una bola grande, decidida.

Hizo un movimiento bastante exagerado, que provocó que todos, incluso ella, riésemos. La bola cayó en el pasillo, resbaló con mucha velocidad y dio al bolo del medio, haciendo que los demás cayesen también, resultando así, en un pleno, tal y como había dicho que haría.

Sin despeinarse, hizo una reverencia con expresión burlona y le chocó los 5 a Luffy.

—¡Tus trucos son los mejores, Luffy! —Después de celebrar con el pelinegro, se sentó a mi lado y se giró hacia mí con una sonrisa burlona—. Supera eso.

Sonreí.

—Lo haré. Y sin los trucos de nadie. —le guiñé el ojo y cogí una bola.

Me puse frente al pasillo, concentrado. Los bolos nunca habían sido mi punto fuerte, pero no podían ser tan difícil. Tomé aire, corrí y solté la bola. Resbaló también con mucha velocidad y después chocó . El último bolo se balaceo, vacilante, pero al final cayó. Me giré y le di una sonrisa burlona a (Tn), quién me devolvió la sonrisa y asintió.

Voluntad de acero (Zoro x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora