VI .- Capítulo

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Daishinkan lo rodeo con sus brazos, Shin estaba más tranquilo pero al sentir como Daishinkan lo abrazaba estaba seguro de una cosa ese ángel le transmitía seguridad, no pensó que Daishinkan lo abrazara, pero lo necesitaba. Necesitaba sentirse protegido y seguro y en los brazos de Daishinkan lo estaba, estuvieron así unos momentos hasta que Shin se separo del abrazo y lo vio a los ojos.

—M-Mecha Zam–Zamasu...Mecha Zamasu –tartamudeo–Fue el quien me hizo ese daño, fue el quien abuso de mi y me mantuvo cautivo durante esos 2 años, Daishinkan permaneció tranquilo ante esa declaración.

Shin bajo la cabeza avergonzado. El solo mencionar ese nombre, le transmitía miedo y dolor, un sin fin de cosas que paso por culpa de él. Se trataba de una parte oscura de su vida, el capítulo negro que trataba de olvidar a toda costa pero, no podía, por más que quería no podía. Esos daños siempre quedara como una cicatriz y le recordaban como no pudo defenderse y como su agresor hizo de las suyas con su cuerpo.

—Ya veo... gracias por tenerme confianza joven Shin...y descuide su seguridad sera velada por mi persona, no permitiré que nadie se atreva a lastimarlo...Adem-

Shin nuevamente abrazo a Daishinkan sin dejarlo terminar y Daishinkan correspondió al abrazo. Sintió un líquido mojar su atuendo y vio que eran las lágrimas de Shin, no imaginaba el dolor que ese Shin-jin habría sentido no podría comprender la magnitud de su dolor. Shin se despidió de Sunme y se fue con Daishinkan al planeta sagrado, su ancestro y kivito lo estaban esperando. Al ver al menor lo abrazaron, Daishinkan se comprometió en cuidar a Shin y con el permiso de ambas deidades, se llevaría por un largo tiempo al palacio de Zeno-zama, ellos no se oponieron y lo aceptaron. Shin se fue a su habitación a empacar lo que llevaría tenía una gran sonrisa en sus labios.

—Por fin seré libre, por fin mi dolor acabará–decia feliz.

—Valla...valla, Veo que lo hiciste.

Shin soltó la ultima prenda que iba a colocar en la maleta.

—Veo que mi advertencia no te importo...ahora correrás a los brazos de Daishinkan.

—...Eres un....miserable, y un maldito ser despreciable Shin intento darle un golpe pero Mecha Zamasu lo detuvo y lo empujo a la cama.

Mecha Zamasu estaba sobre él, le sujetaba las muñecas por encima de su cabeza y las apretaba con fuerza contra la cama. Estaba aterrado y su cuerpo temblaba, no sabia que hacer. ¿Alguien vendría a su ayuda? Se preguntaba mentalmente y su respuesta fue pronunciar Daishinkan, Mecha Zamasu se molesto y le dio un golpe en el rostro .

—Sabes por que te secuestre por esos 2 años, o por que te hago todo esto. Pues mira la piel liza y suave que tienes, me da celos pensar que alguien más antes que yo te hubiera tocado. Pero aun así eres mío Shin, disfrute profanar tu cuerpo, tocar y recorrer ese angelical cuerpo que mis deseos mas perversos mandaron sobre mi.

—Me repugnas más... Me hiciste mucho daño, me violaste innumerables veces, yo te pedía que pararas pero a ti no te importaban mis suplicas, me fracturas te los brazos  y piernas por mucho tiempo abusaste de mi psicológicamente y físicamente y sobre todo mi cuerpo esta con innumerables cicatrices no te basto hacerme la vida un infierno.

—Eres solo mío...veo que a un no lo entiendes cual es tu lugar...me iré pero no creas que de mi te libraras, y te diré algo.

tu ya no seras feliz

Y con esas palabras se fue, Kivito toco la puerta avisando que Daishinkan tuvo que irse por el llamado de Zeno-zama pero volverá en la tarde y Shin lo acepto la misma frase volvió a retumbar en su cabeza, decidió descansar un poco.

En su sueño

Shin...

—Bills....

Shin vio a Bills a lo lejos, corrió a su dirección pero cuando trato de alcanzarlo él se alejaba, no importa cuanto lo llamaba simplemente lo veía alejarse. Sólo, nuevamente se encontraba sólo. Hasta que sintió una mano en su hombro y vio que era Daishinkan, lo abrazo, no sabia el porque pero lo había abrazado. Las lágrimas no se hicieron esperar.

—Nadie puede ayudarme–Salió de los labios del menor.

—Dejeme ser la luz, que usted necesita...Yo calmare el dolor que hay en su corazón–Le dijo, con dulzura le tomo la mano y lo abrazo–Yo prometo ayudarlo...

Shin despertó

Aún se encontraba en su habitación y vio por la ventana que ya era tarde ¿Tanto he dormido? Se preguntó, dejo la maleta en la cama y se acerco a su mesa de noche, había una fotografia donde salían el y Bills abrazados, lo dejo en la mesa. Con la maleta en su mano vio por última vez su habitación, y seguidamente salió rumbo al árbol donde vio a Daishinkan y entonces no pudo evitar recordar lo que Daishinkan le dijo en su sueño y dejo de pensar en eso.

—Todo Listo–habló Daishinkan.

—Si...estoy listo para ir, Antepasado y Kivito gracias, gracias por todo.

—No tienes nada que agradecer Jovencito–Dijo el ancestro.

—Esperó pueda volver hacer el mismo Shin-jin de antes señor.

Shin los abrazo y Daishinkan tomo la maleta de Shin y espero que que Shin terminara de despedirse, cuando shin se separó Daishinkan le extendió la mano y el lo tomo para caminar hacia el portal y desaparecer ante la vista de los mayores .

—¿Antepasado cree que Daishinkan pueda ayudar a Shin? –preguntó repentinamente, ganándose la atención del viejo Ro que lo miró.

—No lo creo....lo afirmo, se que Daishinkan hará lo posible–Sonrió para tomar asiento en la mesa y ver su bola de cristal, pero su rostro cambio a una de preocupación–Pero gracias a eso, varias personas saldrán lastimado y no debería hacer así.

—Por que lo dice Antepasado...¿Qué pasará?–Kivito se mostró preocupado y quería ver la bola de cristal pero esta desapareció.

—Todo depende de Shin, el es el único que puede evitar eso–Diciendo eso tomo un libro para leer y Kivito se quedó confundido pero no dijo nada y acompañó al viejo Ro tomando el té.

Nadie Puede AyudarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora