VII .- Capítulo

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Al llegar al palacio, fueron recibido por los Zeno-zama y sus 4 guardias. Daishinkan le explicó lo sucedido con Shin, y como petición le dijo que si Shin puede estar por un tiempo en el palacio, Zeno-zama comprendió y aceptó la petición de Daishinkan, el lo guió a una habitación para que se instale mientras el iba a solucionar unas cosas, shin vio que la habitación era el doble que su cuarto  y se sentía raro, pues nunca había tenido una gran habitación para el solo acomodo sus cosas, se acostó en su cama y miro el techo por unos minutos antes de ver que por la puerta se asomaban los dos Zeno-zama y de inmediato se arrodillo frente a ellos.

—Señores Zeno-zama, necesitan algo si es hací....Daishinkan esta....

—levantate si...Queremos que juegues con nosotros si...estamos aburridos sí..

Shin estaba confundido pero aceptó la petición de ambos Zeno-zama ellos lo llevaron hasta un amplio jardín lleno de vegetación, parecía un cuento de hadas y el lo veía maravillado, nunca antes había visto un lugar así en los años de su existencia.

—Señores quieren ver algo–dijo llamando la atención de ambos dioses y shin creó mariposas y conejos y ambos dioses quedaron maravillado y lo perseguían de un lado a otro felices, esa escena le causo mucha ternura a shin, no pensaba como aquellos niños podían causar tanto miedo, tal vez por su poder o su inocencia de no saber las cosas pero salio de sus pensamientos al ver como Zeno-zama atrapo al conejo y este desapareció y estuvo a punto de llorar hasta que Shin lo cargo en sus brazos y estuvo tranquilo, hasta que el otro Zeno-zama salto en su espalda y sonrió de alegría. Toda esa escena era vista por Daishinkan, el los veía pero toda su concentración estaba en shin, esa sonrisa. Lo había visto en anteriores ocasiones pero no se comparaban con esa, esa sonrisa era distinta y el lo sabia.

—Sin duda, tome la decisión correcta...al traer a shin–susurró para si mismo–Ayudare a sanar tu dolor shin , por que tu mereces ser feliz y yo me encargare de que hací sea–diciendo eso se fue a terminar su labor correspondiente.

Shin los coloco en el suelo y creo dos grandes mariposas donde subió a un Zeno-zama, y lo mismo hizo con el otro. Las mariposas alzaron vuelo y volaban por el gran cielo azul, ellos se divertían y shin lo veía felices. Ambos dioses le pidieron que lo acompañen y Shin creo otra mariposa para acompañarlos, en el aire Shin se sentía libre, muy diferente a como volaba no se sentía así, ahora sentía como cada uno de sus músculos volvían a nacer, se sentía en otra realidad, una paz, por un momento se había olvidado de Zamas, de todo el daño que le hizo pero salio de su transe al escuchar el grito de uno de los Zeno-zama y cuando vio, notó que uno de los Zeno-zama estaba callendo al suelo, fue a su rescate pero sintió un dolor en la cabeza y una de las frases de Zamas llegó a su mente eso lo dejo aturdido y no pudo alcanzar a Zeno-zama, se arrojo de la mariposa y vio que estaba a unos metros del suelo, abrazo al pequeño dios y lo cubrió con su cuerpo e impacto con el suelo creando un cráter, El Zeno-zama se separo del abrazo y vio a Shin preocupado.

—Oye....oye..despierta si...Shin....–Zeno-zama estaba con miedo y el otro Zeno-zama vino y también se asusto cuando señalo que salia sangre de la cabeza de shin al igual que de su cuerpo. Ambos dioses llamaron a Daishinkan que de inmediato llego y vio a Shin en ese estado, se asustó, por primera vez Daishinkan estaba asustado y era por el supremo Kaiosama que estaba a su cuidado.

—Se va a morir–preguntó el del futuro.

—Se va a morir por mi culpa–hablo el del pasado.

—No fue culpa de nadie mis señores, fue un accidente– diciendo eso. Cargo a Shin y lo llevo al palacio–Aunque no se sintió bien al decir que fue un accidente, el sabia que no era hací pero prefirió quedarse callado.

Al despertar Shin noto que estaba en su habitación pero varias vendas estaban en su cuerpo, trato de levantarse pero de inmediato un gran dolor no se lo permitió. La puerta de abrió y vio que era Daishinkan en compañía de ambos dioses.

—Joven Shin...veo que ya despertó–Dijo ingresando a la habitación con una bandeja de comida.

—Oye...yo...yo pensé que te ibas a morir si...y todo por mi culpa–Decia triste el del presente–Por salvarme si....

—Mi señor, fue un accidente es todo–le brindo una sonrisa Shin.

—Lo siento–Volvió a disculparse el pequeño Dios abrazando a Shin y el otro Zeno-zama también se unió.

Daishinkan toseo para llamar la atención de los tres deidades y funciono. Ambos Zeno-Zama se alejaron de shin y el Le entregó la bandeja de comida y Shin tomo un baso de agua para luego preguntar.

—¿Por cuanto tiempo estuve dormido?–Le preguntó Shin y Daishinkan le contestó que una semana, lo cual le sorprendió pero no dijo nada.

—La caída de ese impacto fracturó algunos huesos de su cuerpo, pero no se preocupe ya me encargue de curarlos solo debes reposar por unos días y estarás bien ¿estuviste dispuesto a dar tu vida por salvar a Zeno-zama?–Le preguntó repentinamente y Shin se quedo callado, Pues no pensó cuando se arrojó para salvar a Zeno-zama, solo quería llegar a el y protegerlo de aquel impacto y uso su cuerpo para eso.

—¿Lo volvería hacer, fue un descuido de mi parte y debía arreglarlo si eso implicaba protegerlo con mi cuerpo–le dio esa respuesta y ambos Zeno-zama bostesaron, se despidieron de Shin y salieron de la habitación dejando solos a Daishinkan con shin.

—Ya veo...–Intento tomar la mano de Shin pero este lo apartó –Lo siento...Por un descuidó mio salio lastimado–Daishinkan vio a Shin y el desvío la mirada a otra dirección.

—No se disculpe, usted no sabía que algo hací iba a pasar –Shin coloco la bandeja a un lado y Daishinkan se sorprendió por esa respuesta pero no dijo nada–Señor Daishinkan por favor salga de mi habitación, necesito estar solo por favor, se lo suplicó.

—No se preocupe, siento incomodarlo con mi presencia, lo único que quiero que es...

—No lo hace, simplemente quiero estar solo es todo–Le dijo y Daishinkan salio de la habitación como Shin le pidió pero no se fue, se quedo ahí por un momento viendo la puerta y luego se marcho.

Shin vio a una esquina de la habitación y había una sombra, shin sabía quien era y no necesitó hablar para que, aquel individuo abordará el tema.

—Valla...no pensé que el gran sacerdote muestre preocupación por ti shin...pero seguro lo hace por lastima...le das lastima Shin, crees que a el le interesa tu bienestar, no ...claro que no...tu ya estas manchado...eres una hoja que ya sido utilizado...oh vamos Shin , te dolieron estas palabras...–Se burló y Shin arrojó la bandeja a su dirección pero el lo esquivo

—No te cansas de atormentarme Zamasu, lo único que haces es hacerme infeliz–Shin se detuvo por la carcajada que Zamasu Gozaba–Arruinaste mi relación con Bills, yo lo amaba pero tu....tu lo arruinaste. El señor Gowasu que diría si supiera lo que me haces conmigo el estaría decepcionado de ti.

Aquella sombra se fue y Shin pudo respirar tranquilo, Esta vez pudo afrontarlo sin quebrarse en el intento y se sentía feliz, era un comienzo...y ojala pudiera hacer Así. Bajo de su cama para poder recoger el desastre pero el dolor en su cuerpo y en sus pies lo obligo a caer al suelo, pero aunque el dolor era fuerte tuvo que levantar lo que había lanzado. No quería ocasionar problemas a Daishinkan, limpio el desastre y salio de la habitación con dificultad a medio pació cayo al suelo y antes de cerrar sus ojos vio a Daishinkan venir a su ayuda. Lo que dijo Zamas, que Daishinkan solo le ayudaba por lastima lo atormentaba pero sus ojos se cerraron y todo a su alrededor se volvió oscuro.

Nadie Puede AyudarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora