V .- Capítulo

112 18 10
                                    

Una semana ha pasado de eso, durante ese lapso Shin permaneció en su habitación aislado de las personas que alguna vez fueron importante para el y que ahora las evitaba, una, dos, tres. Fueron las veces que fue tomado en contra de su voluntad, su animo se deterioraba al pasar los días. Ahora tendido en la cama donde su agresor había hecho de las suyas su cuerpo, no tenia fuerzas para levantarse tal vez era por que no estaba alimentado bien o por que su orgullo ahora estaba en el suelo. Pisoteado como una alfombra que ya no servía y que dejaba ver las grietas del suelo, probablemente esas grietas fueron su corazón que ya no pudo soportar mas y se quebranto como un vidrio.

Shin con dificultad trato de cambiarse pero las lágrimas y el dolor de cada parte de su cuerpo se lo impedían , de su entreda salia aun semen, eso le dio asco, se sentía usado y denigrado nuevamente. Su agresor lo tomo de las manos y lo beso, el tenia que corresponder, ese beso conllevaba rechazo, asco; repugnancia duro unos minutos hasta que su agresor lo soltara y pudo respirar agitado.

-Shin, solo te pido una cosa. Es una cosa muy sencilla solo debes amarme y seras libre como una paloma.

-Nunca, yo nunca voy amarte, eres un ¡maldito bastardo!-Exclamó con toda la rabia que llevaba por dentro pero eso fue un grave error, por que al instante sintió un fuerte golpe que lo lanzo hasta la pared golpeándose la cabeza y eso hizo que sangrara.

-¿Cuanto tiempo más piensas hacerme sufrir ?-le pregunto Shin con la voz quebrada-¿Cuanto tiempo más tendré que soporta este dolor y violación tuya Mecha Zamasu? ¡¿cuanto tiempo más?!-le gritó y su agresor conocido como Mecha Zamasu solo se río a carcajadas .

-Por hoy dejaremos el juego mi pequeño juguete, pero tendrás que venir dentro de una semana, de esto no te atrevas a decirle a nadie o tus seres queridos pagaran las consecuencias o mejor aun tu mejor amiga sunme la humana eso no quieres o si Shin.

Mecha Zamasu salio de la habitación con una sonrisa triunfante, había jugado muy buen sus piezas al usar el nombre de la mejor amiga de Shin. Sin duda era un punto a su favor y con ello sabia que Shin se quedaría callado, por otro lado, Shin no sabia que hacer no quería que nadie salga lastimado y menos su mejor amiga Sunme, no podía ir al planeta sagrado en esas condiciones ya que su antepasado o kivito se preocuparían por el y le pedirían explicaciones y Shin no quería dar explicaciones de lo que paso. Con la poca energía que tuvo se teletransporto al planeta tierra cuando llegó estaba frente a una puerta de color azul y antes de que pueda tocar perdió la conciencia y cayo inconsistente.

Shin al despertar noto varias vendas en su cuerpo. Trato de levantarse pero el dolor aumento y noto como la puerta se abrió dando paso a Sunme, ella la miraba preocupada y el no sabia que decir

-Shin...

-Sunme...yo

Antes de que pueda terminar de hablar, Sunme la abrazo y Shin pudo llorar tranquilamente en los brazos de su mejor amiga, estuvieron así un par de minutos. Hasta que Sunme inicio la platica.

-¿Me dirás que fue lo que te pasó?-Le preguntó ella y Shin se tenso, no podía decirle por mas que quisiera no podía, la amenaza de Zamasu estaba en su cabeza y le intuía miedo.

-No puedo Sunme, no puedo.

-Shin...sabes muy bien que puedes confiar en mi ¿ lo sabes verdad ?-Le dijo ella y Shin asintió-Eres mi mejor amigo.

-No quiero que salgas lastimada, yo estoy solo en esto Sunme por favor no insistas. Mi antepasado y kivito también no dejan de insistir en eso y...

-¿Ellos están preocupado por ti, lo único que quieren es tu bienestar y yo también?... No voy a insistir, aceptó tu decisión.

Se escuchó que alguien había tocado el timbre y Sunme salio dejando Shin. Shin tenía miedo, un miedo mayor al que Zamasu le propagaba, vio al costado de la cama encima de la mesa de noche una fotografia suya y de Sunme abrazados frente a un mar, su sonrisa de esa fotografia lo lastimaba.

-Desearía que todo fuera como antes-Al decir eso lloro desconsoladamente pero recobro su compostura al ver la manija abrirse y vio a Sunme acompañada de la persona que Shin no pensaba verlo nuevamente.

-Los dejó solos para que puedan hablar-Al decir eso Sunme salio cerrando la puerta.

-Gran Sacerdote....¿Que hace usted aquí ?-trato de sonar serio y tranquilo pero no podía , se sentía frágil frente a Daishinkan.

-Su antepasado vino al palacio de Zeno-Zama y me comentó que usted desapareció sin decir nada, el pensó que corría algún peligro y me pidió que detectara su ki y que lo encontrará, y no se equivocó al verlo en esas condiciones.

-No debería preocuparse por mi-Shin desvío la mirada y noto como Daishinkan se sentaba a su costado-Pierde su tiempo .

-Éste tema nunca se lo conté a nadie y es que. Yo comprendo su dolor, yo no pase lo que usted paso pero comprendo el dolor que usted siente, llorar en silencio sin que nadie pueda ayudarlo yo perdí a mi esposa ella murió frente a mis ojos y no pude salvarla y entonces usted me recordó a mi en el pasado, solo se refugiaba en el dolor.

-El mio es distinto, y usted es diferente-Señaló Shin y Daishinkan lo observó-Yo me siento solo a pesar de que tengo a mi antepasado y a kivito, quisiera decirles que me ayuden pero no puedo y lo único que puedo es soportar el dolor que cada día siento y rogar que esto acabe.

-Joven Shin, usted no puede lidiar con este dolor por si solo, en lo personal yo me o fresco en ayudarlo.

Shin se arrojó a los brazos del gran sacerdote y rompió en un llanto desgarrador, impresionando a Daishinkan que nunca antes lo había contemplando así. Shin sentía un gran dolor en el pecho, un nudo en la garganta que no le permitía respirar tranquilo. No le importaba que en ese instante estaría abrazando al mismísimo Daishinkan, el ser mas poderoso y temido por todos, estaba cometiendo una falta al abrazar a Daishinkan y Shin lo sabía perfectamente pero eso no le importaba, necesitaba sentirse protegido y Daishinkan estaba ahí, el le estaba proponiendo protección y Shin por fin estaría tranquilo.

Nadie Puede AyudarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora