IV .- Capítulo

89 18 9
                                    

Shin salio de su trance al sentir una mano en su hombro, por miedo comenzó a temblar y llorar pidiendo que no lo lastime.

¿Supremo Kaiosama se encuentra bien?

Escuchó una voz llamarlo se dio la vuelta, encontrándose con la mirada del gran sacerdote. Que lo miraba confundido, y eso fue un alivio para el puesto que por un momento pensó que al voltear se encontraría con aquella voz que le causaba escalofrío de tan solo oírla.

—G-Gran Sa-Sacerdote ...–Shin se arrodillo de inmediato.

—No es necesario que se arrodille , por favor levantase–Pidió Daishinkan y Vio como Shin se levantaba para luego agregar–Siento haberlo asustado, como no lo vi en la junta decidí venir a buscarlo y lo encontré mirando a la nada, nuevamente o fresco mis mas sinceras disculpas de haberlo asustado. No fue mi intención.

Shin lo vio confundido y avergonzado. Daishinkan se estaba disculpando y el no respondía nada ya que su boca se mantuvo cerrada ante lo que decía Daishinkan

—N-No...No se preocupe–Respondió después de unos minutos en las cuales noto que Daishinkan lo veía esperando a que hablara.

—Ahora responde a mi pregunta Supremo Kaiosama.

La misma pregunta le fue hecha, el no podía responder no es que no quería simplemente no sabia que decir Que se encontraba bien, cuando no lo estaba, ¿Cuánto más se seguirá mintiendo?, Daishinkan no era alguien al que se podía mentir con facilidad y lo sabia perfectamente. Mas no podía decirle la verdad, su ser no se lo permitía aunque quisiera.

—¿Supremo Kaiosama se encuentra bien?–Le volvió a preguntar Daishinkan al notar el silencio del menor.

—Si....me encuentro bien gran sacerdote.

—Joven Shin mentir no es de usted–Daishinkan lo miro y Shin se tenso–¿Por que miente?.

—¿P-por q-que dice eso?–trato de sonar lo más tranquilo posible pero, le era imposible por la mirada penetrante que Daishinkan le dedicaba.

—No es común que usted llorara y pida que no le lastime . Sin embargo. Su ancestro me comento que usted no quiere recibir ayuda, y de favor me pidió que yo personalmente hablara con usted. Estoy al tanto de lo que usted ha pasado, Joven Shin yo se que no es un buen momento y ni el lugar indicado para hablar sobre este tema pero... puede confiar en mi, yo le puedo brindar protección, solo quiero ayudarlo.

Shin no sabia que decir, no tenia la fuerza para verlo. No tenia tan siquiera el valor para mirarlo ¿Por qué su ancestro le comento de su situación? Pero a pesar de eso no cambiaba el hecho de lo que sentía. Esas palabras le brindaba seguridad muy diferente a lo que Bills le transmitía. Shin nunca pensó que esas palabras saldrían de la boca del mismo Daishinkan, Era extraño que ese ángel le dijera eso ¿Sera verdad? ; ¿Puedo confiar en el? Era las preguntas de Shin en su mente.

—¿Por qué intenta ayudarme?–le preguntó–Usted es el gran sacerdote por que intentaría ayudar a un lamentable shin-jin como yo ¿Por qué intenta ayudarme, sólo por que mi ancestro le pidió?.

—No es por eso, Usted sabe que pasa si un Shin-jin llega a tener un colapso mental.

—.......

—Lo sabe, su silencio lo dice no es verdad joven Shin. En el libro Rojo pagina N° 1999 se dice “Si un Shin-jin, por motivos llega a tener un colapso mental y eso no es beneficioso para su universo, sera retenido en la dimensión prisión y su universo sera eliminado”.

—Yo estoy bien, no mentiría con eso–Grave error, Daishinkan dio un paso y extendió su mano directo a su rostro y Shin cerro los ojos retrocediendo por miedo.

—Lo ve, usted tiene miedo. Y por ello puede llegar a tener un colapso mental, por todo el daño que usted ha sufrido eso generara odio y dolor en su corazón y sabemos que pasa–Se detuvo y seguidamente llevo su mano a su espalda y vio como Shin agacho la cabeza–leyó el libro Naranja la pagina N° 222.

—Si....pero eso no pasara conmigo, no sería capas de lastimar a nadie–Contestó levantando la mirada.

—¿Cuánto tiempo llevas soportando esa situación, joven Shin? ¿Esta vez sólo tiene cicatrices, cuanto más piensas que esto durará? ¿Cuánto más se seguirá engañando?. Usted no esta seguro si es capas de retener su odio y dolor albergado en su corazón o si, Que le garantiza que eso no se saldrá de control o que llegue a perder el sentido y pase lo peor. ¿Quiere que eso suceda?

—Agradezco su ayuda, pero no la necesitó. No quiero que nadie salga lastimado por mi culpa, ya es demasiado doloroso para mi haber terminado con Bills–Lo ultimo que dijo aún le causaba dolor, aún era una herida abierta en lo más profundo de su corazón. Hablar de eso le hacia sentir mal, Daishinkan tenia razón ¿Cuánto más se seguirá engañando el mismo?. Alejar a las personas que se preocupan por el para protegerlos, era lo que Shin creía pero el más que nadie sabia que era él, era él, él que se estaba lastimando y nadie notaba eso.

—Piense lo, cuando este seguro busque me y tratare de ayudarlo.

Ambos de aquel encuentro, se dirigieron a la junta. Ninguno hablo y por otro lado no tenían la intención de dirigirse la mirada. Ha pasado una semana, durante esa semana. Bills no vino haberlo y Shin evitaba a su ancestro ¿Pero por qué?.

Después de la junta ( antes de una semana )

—Ancestro, ¿Por qué le comento de mi situación al gran sacerdote?–kivito se mostró sorprendido y vio al viejo Ro tomar un sorbo de su te y respondió.

—Jovencito...tu necesitas ayuda, creí que Daishinkan podría ser el indicado para esto pero...

—Pero que antepasado, usted sabe que ese tema es personal. No puede así como así comentarle a cualquier persona que usted crea que me puede ayudar.

Kivito pidió que se tranquilice, Shin respiro un poco y el viejo Ro aprovechó para darle un último sorbo a la taza de té y levantarse para acercarse al menor.

—Lo se, pero hago el intento de poder ayudarte, de ayudarte para que vuelvas hacer el mismo shin-jin que yo conozco. Y tu, jovencito no intentas ayudarte, tú no intentas en tan siquiera recibir ayuda. Te empeñas en esconderte como un caracol en su caparazón y llorar y sufrir sin que nadie pueda escucharte para que te puedan ayudar. Muchas veces eso trae consecuencias negativas para ti y lo que menos quiero es que tu colapses hasta un punto donde no puedas salir y te ahoges.

—Antepasado, no es que no intente ayudarme. Es que nadie puede ayudarme y yo entendí eso, yo solo estoy con este dolor.

Fin del Flash Back

Shin se encontraba en este instante dirigiéndose al lugar donde recibirá su castigo, mas no lo sintió así. Ir a ese lugar es como ir a la boca de la muerte donde no podrá escapar.

—Veo que ya llegaste, Creí que no vendrias–sonrió perversamente y se hizo a un lado para que el shin-jin pueda pasar–Estaba a punto de traerte a las fuerzas, pero eso ya no será necesario.

—Estoy tomando la decisión correcta ¿verdad?. Cualquiera que este en mi lugar y lo que ha pasado también lo haría ¿Verdad?. Nadie puede ayudarme, nadie podrá sacarme de este pantano donde yo estoy destinado a caer ¿Habrá alguien, que pueda ayudarme?–Se preguntó Shin, al ingresar a esa casa y la puerta se cerraba a su atrás y donde comenzaría su cruel tortura.

Nadie Puede AyudarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora