Hazaña.

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Contenido Sexual.
Tom no ocultaba su gran hambre
Por las chicas, pero con la hermana
De su amigo siempre se habia
Contenido.

-Practica por favor, no vuelvas a irte al maldito bar porque vengo y te rompo una botella en la puta cabeza

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-Practica por favor, no vuelvas a irte al maldito bar porque vengo y te rompo una botella en la puta cabeza. —Amenazó Bill dándome las llaves del edificio.

-Como si lo hiciera siempre, emo.

-No tardas, amigo... Bien, me voy. Cuídate, no salgas tan tarde. —Me dió un rápido abrazo comenzando a caminar. —No olvides cerrar, Tom!

-Ya cálmate con tus advertencias. No tengo 10 años, mierda. —Respondí comenzando a subir hacia el siguiente piso.

Suspiraba cansado a cada paso que daba. Practicar hasta tarde cuando faltas a los ensayos, ese era el castigo que estaba cumpliendo.

Me dirigí únicamente hacia el estudio cuando una música llegó a mis oídos, provenía de la única habitación con luz en el piso... Que extraño, se suponía que estaría solo.

La puerta entreabierta me dejó ver la silueta de alguien; me acerqué para preguntar quién era cuando... Al mirar, me encontré con Tn, la hermana de Georg... Una candente pelinegra mayor que yo... Ya me hubiera acostado con ella sino fuera hermana de Georg... Y si no me mirara con ganas de matarme cada que venía.

Mi mirada subió por sus piernas encontrando que no tenía mi pantalón ni bragas puestas... Miraba su reflejo en el espejo buscando, qué se yo, mujeres.

Llevaba su camisa arremangada sobre su pecho lo que me permitía ver el inicio de sus pequeños, pero manejables senos.

Ignoré el hecho de que la estaba espiando y que probablemente me odiara cuando sentí ese calor familiar tocar mi vientre bajo... Me quedé mirando y disfrutando el gran placer visual al que me sometía. Cuando vi sus ojos fijarse en mi en el espejo.

-¿Tom? —Se sentó sobre el sillón detrás poniendo sus manos sobre ella intentando taparse.

-¿Q-qué haces aquí?

-¿Yo? ¿Qué haces tú aquí?

-Vine a ensayar, tengo castigo, ¿No sabias?

-¿Y por qué estás ahí mirándome como un maniático?

-Contesta mi pregunta. ¿Qué haces aquí?

-No tengo donde dormir hoy, Georg me dijo que me quedara... Pero jamás mencionó que estarías tú... De haber sabido yo hubiera rechazado la oferta. —No pude evitar llevar mis ojos a sus manos cubriendo su parte... No tuve el placer de verla completa. —¿Por qué actúas como si jamás hubieras visto a una chica desnuda? —Se puso de pie inesperadamente dejándome ver feminidad.

-Jamás te había visto a ti.

-Entra. —Ordenó cerrando la puerta detrás de mi. —Sino fueras una perra chismosa, tendrías a muchas chicas más.

-¿Perra chismosa? —Reí.

-Si, perra chismosa... Algunas buscan qué su vida sexual no se publique en MTV. Puedo complacerte... Todos los hombres con los que he estado aseguran que la chupo como nadie.

-O-oh. —Trague saliva. Normalmente era yo el que daba la famosa charla sucia.

-Si prometes no decir nada, podría... Verte aquí las veces que quieras.

-¿Eso incluye a tu hermano?

-Sobre todo a mi hermano, Tom... No creo que le guste saber que su hermana se sumó a la lista del famoso Tom Kaulitz. —Comenzó a ponerse de rodillas frente a mi. —Difícilmente algo me prende... Si dices que no, me iré yo... Pero... Si dices algo... Diré que gemiste el nombre de tu mamá.

-¿Qué?

-Una respuesta clara, niño. —Comenzó a pasear sus manos por mis piernas sin despegarme la mirada.

-... No diré nada. —Puse una mano sobre su mejilla con intención de ponerla de pie y poder terminar con la dolorosa erección que tengo desde que entré.

-Una cosa más... Sólo la chupo, no más. —Comenzó a desabrochar mi cinturón hasta que por fin bajo por completo mi pantalón. –¿Bóxer de Snoop Dog? —Me miró juntando el entrecejo.

-Es edición limitada, poser... Vale más que tu celular... O-oh... —Apreté los puños al sentirla meter, sin previo aviso, mi pene en su boca.

Sin tomarse tiempo para lubricar o acostumbrarse a mi tamaño, comenzó a meterlo hasta toparme con su garganta... Aún teniéndolo todo en su boca, no presentó ninguna arcada, lo que de hecho, me ofende un poco.

Hacia pausas para sacarla de su boca conectandola con un hilo de saliva hasta sus labios; aprovechaba para pasar su mano de arriba a abajo con velocidad.

Tensaba mis hombros cuando pasaba su lengua por la sensible punta.

Tomé su cabello en una coleta despeinada comenzando a embestir su garganta con rapidez. Doblé un poco mis rodillas y cerré los ojos mientras soltaba suspiros y gruñidos ante tan refrescante sensación...

Mis gruñidos pasaron a gemidos cuando sentí el orgasmo extenderse desde mi estómago hacia todo mi jodido cuerpo.

Di unas cuantas estocadas más hasta que lo saque y con mi propia mano terminé sobre su rostro.

Los espasmos me hacían mover mi mano con torpeza y simplemente no querer volver a la dimensión en la que me encontraba al principio... Acababa de tener uno de los orgasmos más jodidamente deliciosos de mi vida.

-Te corriste en mi ojo. —Reclamó pasando su mano por la zona mencionada.

-M-mierda... —Suspiré con la respiración aún entrecortada.

-Te acabo de destrozar, amigo. —Sonrió orgullosa por la gran hazaña.

-Dame un momento... Te juro que estoy a punto de pedirte que seas mi maldita esposa.

-No te pongas raro. Ya vete...

𝔎𝔞𝔲𝔩𝔦𝔱𝔷 𝔒𝔫𝔢 𝔖𝔥𝔬𝔱𝔰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora