Contenido sexual. Nada disfruta más que verte Satisfecha, pero, algunas veces Cree que pones su placer por Sobre el tuyo.
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-¿Te gusta? -Tom cuestionó hacia la chica pelinegra qué tenía justo debajo de él.
-S-si. -Apenas pudo formular.
El chico alemán embestia con fuerza a su novia mientras sostenía sus piernas y la mantenía lo suficientemente abierta para poder deleitarse de la imagen de la morena en el punto de satisfacción en el que comenzaba a perder la razón, dejando sus ojos en blanco por varios segundos y soltando varios espasmos quebrados.
La cama rechinaba y Tom se permitía soltar profundos gemidos ante tal nivel de satisfacción.
Unas cuentas embestidas más fueron suficientes para que la pareja de novios alcanzara su tan trabajado orgasmo.
El mellizo se dejó caer junto a su novia ambos subiendo y bajando su pecho tratando de recuperar el aliento.
-Ah... No sabes cuánto te amo. -Tom se giró quedando frente al cansado cuerpo de su chica. Tomó su mano y la llevo a sus labios dejando un húmedo beso en ella.
-Yo también, Tomy. -Sonrió girando se también para quedar frente a frente.
-Vamos, hay... Hay que descansar. Me dejas cansado como la mierda. -Sonrió abrazándose al cuerpo de la mujer.
Un último beso y varias palabras de despedida soltaron antes de caer en los brazos de Morfeo.
...
E
l primero en despertar a la mañana siguiente fue Tom. Soltó un bostezo y miró el cuarto y la cama a su alrededor, sonrió al ver el desastre; cobijas y almohadas en el suelo, dos envolturas de condones, sus celulares, y, su cosa favorita, la ropa interior de su novia junto a la suya tirados de manera brusca en el suelo. Todo, huella de una magnífica noche.
-Mira todo este desastre, hermosa. -Tom susurró en el oído de la aún dormida Tn. No era un secreto que el guitarrista amara las rutinas de sexo matutinas. -Arriba, amor... Alguien ya despertó... -Al momento de quitar la sabana que cubría el cuerpo de la chica, su sonrisa cayó lentamente... Al ver la cantidad de marcas que había en todo su volumen.
Moretones en sus caderas, piernas, pechos, estómago y cuello; rasguños en sus pantorrillas y en su espalda... Tom amaba dejar marcas en el cuello de Tn definitivamente, pero... Esto era demasiado.
-¿Ya despertaste? -La voz coqueta y somnolienta de su novia lo saco de su trance. -Hey... ¿Qué pasa? -Tn llevó su mirada a la misma dirección de Tom y entendió su estado. -... Amor...
-¿Yo te hice eso? -Su novia lo miró en silencio sin intención de darle respuesta a su pregunta. -¿Por qué no me lo dijiste?
-Porque no sentía nada... Estaba envuelta, ¿si?... Ya sabes... En el calor del momento.
-Oh, claro que no... Te lastimé, Tn... ¿Cómo puedes permitirme hacerte eso?
-Porque me gusta verte satisfecho.
-Mi satisfacción no estará completa sin ti satisfecha... Mierda... Mírate... Te hice mucho daño. Perdóname. -Tom tomó el rostro de Tn entre sus manos y comenzó a repartir varios besos en él.
-Ya, no seas dramático. -Rió alejandolo. -Me gusta, de hecho.
-No... No hagas eso otra vez. Avisame cuando te lastime. -El chico dejó un último beso en sus labios antes de comenzar a dejar otros en las marcas que había provocado en su novia; en su cuello, en sus pechos, en su estómago, en sus piernas y muslos, terminando en sus tobillos.
-Ah... Tom. -Suspiró acariciando el largo cabello hecho trenzas del contrario.
Repentinamente, el chico se levantó de la cama y entró al baño dejando algo perpleja a su pareja. Después de unos segundos volvió con una pomada en sus manos.
-¿Eso qué? -Lo miró algo burlona.
-Es pomada de árnica. -Abrió aquel tubo de pomada y virtio una pequeña cantidad sobre su dedo.
-Aagh... Tom! Me gustan las marcas.
-No digas mentiras, mujer. Es como si tuviera un moretón en el pene. -Se puso sobre la chica comenzando a untar la crema sobre sus marcas.
-Bueno, de ti me lo esperaría.
-La verdad si. Hazme los moretones que quieras en el pene. -Tn soltó una risa siendo acompañada de Tom. Eran un balance perfecto.
Ayuda, mi gata está en la adolescencia Y hoy me rompió mi cargador.
