Capítulo 3. Cicatrices que no se ven

72 3 0
                                    

—Grayson es el doctor y yo estoy de acuerdo en que descanses un día, así que podemos aprovechar para recorrer la ciudad—dijo Dominic entrando al hotel tras su hijo. Había sido otro día productivo en cuanto a entrenamiento.

—Aceptaré el día de descanso, pero no quiero ir a más casinos, prefiero quedarme aquí—admitió Dylan apoyándose en la pared del ascensor. Los demás ya debían estar en sus habitaciones, pero él se quedó atrás hablando con su papá.

—De acuerdo, descansa mañana, yo aprovecharé para salir, Damian también quiere recorrer la ciudad—dijo Dominic tranquilamente.

—Bien, diviértete—dijo Dylan sonriendo antes de empezar a caminar hacia su habitación, y luego de desearle una feliz noche a su papá, entró a la habitación, pero terminó pisando una hoja que estaba junto a la entrada, creyó que era una nota del idiota de Jeremy, así que la levantó tranquilamente y la abrió.

Gracias.

Tal vez use el dinero para apostar a mi manera, podría apostar en una de tus peleas, lo pensaré.

Rachel.

Dylan sin duda no se esperaba eso, incluso creyó que la pelinegra lo esperaría para lanzarle el dinero a la cara y le diría algo como "no necesito tu ayuda", pero agradeció que eso no pasara, porque sería un fastidio tener que explicarle a su papá que devolvió todo el dinero que ganó, aun así, sonrió levemente al leer la nota, no entendía a Rachel, pero lo mejor era dejarla tranquila.

Horas después, Rachel se puso la pijama y se acomodó en la cama para ver la televisión un rato, no había visto a Nathen en toda la tarde, pero este le envió un mensaje para decirle que estaba cerrando otro negocio, aunque Rachel sabía que eso no era cierto, debía estar ocupado con otra mujer, pero bien por ella, así estaría tranquila, sin embargo, sus planes se fueron al caño cuando Nathen entró a la habitación y parecía que había bebido un poco, así que se acercó a Rachel, acariciando sus piernas.

—Estás borracho—dijo Rachel molesta, apartándose de Nathen, pero este la detuvo del brazo.

—No, pero ¿Sabes cómo estoy?, desesperado, ¿Qué hombre no sentiría, eso, si su esposa no deja que la toque?—dijo Nathen enojado, pero Rachel se soltó con dificultad.

—No voy a hablar de esto mientras estás borracho, lo mejor es que duermas en otra habitación—dijo Rachel, levantándose de la cama, pero esas palabras terminaron de enfadar a Nathen, quien no procesó lo que pasaba, solo dejó que su enojo actuara.

—No, Rachel, no voy a irme porque mi lugar es junto a mi esposa, y va siendo hora de que cumplas con tus deberes, llevo nueve años esperando—dijo Nathen antes de levantarse para aprisionar a Rachel contra la pared, besando sus labios a la fuerza, pero la pelinegra empezó a removerse.

—Suéltame Nathen, hablo en serio—dijo Rachel intentando conservar la calma, pero segundos después se movía con violencia para que Nathen la soltara, aun así, este se negó, bajando sus manos al trasero de Rachel y empezaba a besar su cuello—¡Suéltame!—agregó Rachel desesperada antes de golpear el rostro de Nathen, y, cuando este se apartó un poco, la pelinegra salió corriendo hacia la puerta, pero su esposo la detuvo con violencia.

—Tú no te vas Rachel, soy tu esposo, no vas a sufrir, la pasaremos bien—dijo Nathen, empezando a besar a la pelinegra, pero esta se removía, y ante eso, Nathen terminó haciendo que esta tropezara y cayera al suelo, aun así, se acercó para besarla cariñosamente, pero Rachel empezó a llorar.

—¡No por favor!, ¡Suéltame!, te lo pido—gritó Rachel desesperada y terminó pateando a Nathen para arrastrarse a la salida, pero este la detuvo nuevamente—¡No me toques!, ¡Ayúdenme!—gritó la pelinegra nuevamente al ver que Nathen se acercaba, pero segundos después alguien literalmente abrió la puerta de golpe, prácticamente destrozó la chapa.

What Hides My Hearth 🥊🩰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora