Capítulo 4. El comienzo de todo

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Luego de esa charla, Rachel partió rumbo al teatro donde ensayaban los recitales, allí vio a Tyler y a sus amigas.

—A mí no me engañas Princess, sé que ese idiota te hizo algo—dijo el pelinegro molesto, pero Rachel sonrió mientras calentaba y realizaba un par de estiramientos, al igual que Tyler.

—Te prometo que estoy bien, siempre discuto con él, pero no le demos más vueltas al asunto—dijo Rachel sonriendo.

—A propósito, no nos contaste por qué Nathen quería viajar a Las Vegas, ¿Se gastó tu dinero en el casino?, es un imbécil—dijo Candece Collins, una de las tres rubias, porque sí, curiosamente todas las amigas de Rachel eran rubias.

—Fuimos porque Nathen quería patrocinar un boxeador—respondió Rachel levantando su pierna para que tocara su cabeza.

—¿Un boxeador?—preguntó June Bell, sorprendida.

—Sí, yo también me sorprendí, pero de hecho no es mala idea—dijo Rachel tranquilamente.

—¿A cuál boxeador?, ¿Es famoso?—preguntó Candace moviéndose suavemente por el salón, todos estaban calentando, aprovechando el tiempo antes de que la mujer que dirigía los recitales llegara.

—Parece que sí, ha ganado varios campeonatos, su nombre es Dylan...—empezó Rachel, pero la última rubia sonrió ante eso.

—¿Sykes?—preguntó Audrey Bennett sonriendo, pero Rachel dudó.

—No sé su apellido—admitió Rachel.

—Ay niña, ¿No lo buscaste en internet?—se quejó Audrey.

—Perdón, era el negocio de Nathen—dijo Rachel riendo.

—¿Es él?—preguntó Tyler enseñándole a Rachel su teléfono, donde estaba la imagen de un castaño.

—Sí, es él—dijo Rachel sonriendo.

—Ese tipo es hermoso—dijo Audrey sonriendo.

—Es cierto, eso sí, es un hombre—dijo Tyler alegremente, observando las fotografías.

—¿Desde cuándo te gusta el boxeo?—preguntó June riendo, mirando a Audrey, quien sonrió antes de defenderse.

—No soy fan del deporte, pero mira ese cuerpo, yo besaría ese abdomen—dijo Audrey riendo, y los demás sonrieron ante eso.

—¿Qué pasaría si tu novio te escucha decir eso?—dijo Candece riendo.

—Oigan, amo a mi novio, pero no soy ciega—se defendió Audrey.

—Es un buen argumento—dijo June sonriendo antes de ajustar sus zapatillas. Rachel se acercó a su bolso para tomar su teléfono, ¿Cómo demonios no se le ocurrió buscar a Dylan en internet?, ahí debía encontrar su apellido, ni siquiera pudo darle este a Olivia, pero aprovechó el momento para enviarle el apellido a su terapeuta, aunque dudaba que consiguiera su número, este no podía estar en internet.

—Nos desviamos del tema principal, dijiste que cerraron el negocio ¿No?, ósea que vas a patrocinar a Dylan—dijo June curiosa, y Rachel dejó su teléfono para mirar a la rubia.

—Pues no es exactamente mi negocio...—insistió Rachel.

—Pero es tu dinero—dijo Tyler sonriendo.

—De todos modos es Nathen quien estará a cargo de eso—dijo Rachel tranquilamente, observando como los demás bailarines entraban al enorme salón.

—Cómo sea, deberíamos ir a una pelea—dijo Audrey alegremente.

—Yo apoyo esa idea—agregó Tyler.

—Lo pensaré—dijo June dudosa y Candace asintió de acuerdo, entonces los cuatro miraron a Rachel, quien sonrió.

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