Dos semanas después.
Rachel inició ese lunes como cualquier otro, ya había retomado los ensayos del recital y se sentía mejor, este prácticamente estaba listo, solo querían perfeccionarlo y ella entrenaba muy duro, pero se cuidaba en la comida, lo combinaba con ejercicio matutino y de esa manera podía comer para tener fuerzas; su matrimonio con Nathen seguía igual, salvo que ella ya no lo acompañaba a sus reuniones con sus amigos y eventos estrictamente sociales, aunque este se portaba mejor con ella, pero conocía ese truco, solo quería volver a ganar terreno en su vida y Rachel prefería ignorarlo, además, ya era parte de su rutina ver a Dylan, se aferró a él de tal manera que sus momentos de paz ahora se definían en tres momentos, en el ballet, cuando veía a su papá y cualquier momento relacionado con Dylan, así fuera un mensaje o una llamada, todo en él le daba paz, sin embargo, un pequeño suceso la devolvió a la realidad.
Todo empezó cuando llegó a la editorial para llevarle un par de ideas a Abby, pero alguien la estaba esperando en el estacionamiento, y no con buena intención.
—No entiendo qué hace aquí, lo que haga Dylan con su vida no tiene que ver conmigo—dijo Rachel tranquilamente, aunque su corazón latía con fuerza, porque Nicole aseguraba que ella estaba perdiendo el tiempo.
—Bueno, he notado lo mucho que lo miras cuando tu esposo y tú van al gimnasio a hablar con Dominic—dijo Nicole sonriendo.
—Eso no es cierto—
—Ay amiga, solo vengo a hacerte un favor, deberías concentrarte en tu esposo, sé que quieres meter a Dylan en tu cama, pero te lo digo por experiencia, él prefiere a las mujerzuelas—dijo Nicole enseñándole su teléfono a Rachel, quien lo tomó confundida.
—¿Qué es esto?—
—Son de ayer, Dylan y su equipo fueron al club de Hailey, ya sabes quién es, ella le ofrece los servicios de sus chicas a Dylan—explicó Nicole. Rachel observaba las fotos, eran de ellos llegando al club, de una mujer rubia recibiéndolos y luego estaban rodeados de mujeres que no vestían de forma vulgar, pero se notaba a leguas que eran damas de compañía.
—Dylan no tiene novia, ¿por qué es un problema que vaya a ese club?, además, ¿cómo sabes que fue ayer?—dijo Rachel con la misma tranquilidad, devolviéndole el teléfono, aunque le sentó muy mal la situación.
—Yo sé lo que hace Dylan, y conozco a Hailey, ella confirmó todo, eso sí, ¿por qué crees que Grayson no va con ellos?, porque su objetivo es desahogarse, yo solo digo que pierdes el tiempo, a Dylan no le gustan las mujeres serias y con clase, él prefiere las vagabundas, así que ríndete—dijo Nicole enseñándole la conversación con Hailey y todo tenía fecha y hora, al parecer ellos sí estuvieron allí el día anterior, y lo peor fue que Rachel recordaba que Dylan canceló sus planes de verse porque no pudo zafarse de cierta situación con su papá.
—Te agradezco la preocupación, pero te repito que estoy casada, y, aunque no lo estuviera, no se puede esperar nada de Dylan en ese aspecto, tú lo sabes mejor que nadie ¿verdad?—dijo Rachel antes de continuar su camino para entrar al edificio, sentía que todo su buen ánimo de las últimas semanas desapareció, pero no tenía razón, esa era una realidad que ella prefirió ignorar mucho tiempo, no podía pretender que Dylan estuviera solo con ella, eso era ingenuidad, así que debía aceptarlo o alejarlo, así de sencillo.
Durante el día Rachel no respondió los mensajes de Dylan, y no porque estuviera en sí molesta, solo quería ignorar la incomodidad que sentía al imaginarse a Dylan con otra mujer, porque no podía reclamarle la situación, eso sería absurdo, ella solo tenía intimidad con él, pero estaba casada, así que él tenía libertad de hacer con su vida lo que quisiera.
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What Hides My Hearth 🥊🩰
RomanceDylan Sykes lo tenía todo: talento, fama, y un título de campeón invicto del mundo en el boxeo. Su fuerza en el ring era tan imparable como la determinación de su padre, Dominic, quien había trazado cada paso de su vida. Dominic, un exboxeador con u...