12

313 41 9
                                    

"¿Truco o Trato?"

"¿Truco o Trato?"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Iba llegado a casa luego de 5 días entre las paredes de los Min, no fue nada fácil por supuesto volver en la madrugada por todo el camino oscuro y con el frío de temporada calando los huesos. Trataba de apresurar el paso y aunque mis pisadas pudieran alertar a algunos, no me preocupaba pues nadie sacaba su cabeza por las ventanas a estas horas.

Estaba paranoica de todos modos, no por los vivos, si no por los muertos, temía no saber diferenciar entre la realidad y lo que ellos me mostraban, temía de las cosas que me empezaron a suceder desde que acepte entrar en esa casa y vender prácticamente mi vida. Me gustaba imaginar como sería mi vida si mi padre no hubiese muerto en ese viaje...¿Podría haber terminado los estudios? ¿Me hubiese ido en barco a otro lugar ? ¿Hubiera conocido nuevos sabores y nuevas lenguas? Escuché una vez a mi padre hablar de pinturas y retratos.

Por un momento una sonrisa se dibuja en mi rostro pero cuando estoy de pie frente a la casa, esta se borra, no me gustaba vivir en la nubes, era acto de una mala agradecida. Pero sin embargo de vez en cuando era lo que apaciguaba el dolor en mi pecho. Empujó la puerta pero esta no cede, supongo que mi madre habrá olvidado que este era el día de mi retorno. Empiezo a tantear el suelo entre la oscuridad en busca de un palito pequeño o una rama mediana, lo que fuera para forzar la vieja cerradura, pero no doy ni con uno, ni con el otro, solo una piedra puntiaguda y un tanto pequeña.

-Siempre te las arreglas para que me de cuenta que nunca tendré lo que quiero -. Murmure al vacío.

Fue difícil, hacer que la punta de la piedra empujará el pestillo pero finalmente lo logré. La casa no es que fuera muy segura y no se encontraba en su mejor momento. Una vez empujada la puerta me di cuenta de que algo no andaba bien, habían cosas regadas por todas partes y una vela en el piso.

-¿Mamá? - .Pregunté al vacío.

Las cosas no lucían para nada bien, platos y cucharas en el suelo de tierra, una almohada sin dueño y el libro que mi hermanito nunca suelta. Salto en mi lugar en cuanto el viento frío cierra la puerta de golpe, por lo mismo mi ojos viajan hacia la puerta, por un instante creo que se a roto. Un llanto de agonía me eriza cada vello del cuerpo y ese latido de miedo, el que ensordece mis oídos y hacer que mi pecho queme, ya lo conocía muy bien. Con miedo mis ojos viajan hacia el pasillo.

-Por favor no aquí también -. Murmure para mi misma.

Pero solo se trataba de mi hermano, por una parte me alivia y por la otra la verdad es que no tanto. Tomando en cuenta la circunstancia.
Él corre a mi desesperado y pronto sus brazos están rodeando mi abdomen en un abrazo. Lo escucho hipar descontrolado, trata de comunicarse pero se le hace imposible.

Me agacho a su altura y trato de buscar alguna señal que me de la respuesta a qué está pasando, por ello le reviso el rostro, busco algún signo de lucha o lo que sea.

Los trillizos MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora