Los trillizos Min

15

"Teatro de sombras "

—J-Joven Min —balbuceé, mi voz temblorosa debido a los nervios de haber sido descubierta—. ¿Qué hace por aquí?

—¿Qué hace usted por aquí? Esta es mi casa —respondió con una mirada escrutadora.

—Estaba limpiando —mentí deliberadamente, tratando de mantener la calma.

El joven Min miró el lugar con deteniendo y respondió con calma:

—Lugares que ni Nam Joon ni yo sabíamos que existían —Enarco una ceja , con una nota de falsa sorpresa en su voz.

—A veces me adelanto a mi trabajo —Respondí con una sonrisa forzada, tratando de ocultar mi verdadera razón para estar allí.

Permanece inmóvil y sus ojos no se apartan de los míos. Inclina la cabeza ligeramente mientras me evalúa con escepticismo. Es evidente que no se cree ni una palabra de todo lo que ha salido de mi boca. Mis manos tiemblan nerviosamente, por lo que las escondo hábilmente detrás de mi espalda. Joven Min no muestra intenciones de irse, en cambio, avanza más adentro en la habitación, y siento un escalofrío recorrerme desde que estamos frente a frente hasta que parpadea una sola vez.

—¿Cómo encontraste este lugar? —pregunta con un tono que denota su curiosidad.

Guardé silencio. No había nada que pudiera explicar. A medida que él avanzaba, yo retrocedía, pero debido a mi torpeza, terminé atrapada con la espalda contra el escritorio. A Yoongi no parecía importarle en lo más mínimo. Evadió completamente mi espacio personal, tomándome de la barbilla y alzando mi mirada cabizbaja.

—Habla — Dice con autoridad.

Su aroma a pinos y té de canela me proporcionó una pista sobre quién había estado en la biblioteca hace apenas unos minutos. Sí,era él, por ello no había excusa creíble más que la verdad. 

Miré a la niña, ella permanecía tras la espalda de Yoongi, quien me observaba con sorpresa, y en un intento desesperado, con mi mirada intenté comunicarle que necesitábamos encontrar una manera de escapar. Yoongi notó esto y miró detrás de su espalda, pero, por razones obvias, no vio nada. Luego, volvió su mirada hacia mí.

—A este ritmo, nunca encontraremos nada —se quejó la niña con frustración en su voz.

Yoongi finalmente me soltó cuando se dio cuenta de que mis labios no revelarían nada más. Era inútil continuar, y aunque perder este trabajo significaría buscar otro, perderlo debido a una explicación que involucrara a un supuesto fantasma guiándome a un pasadizo secreto solo avivaría los rumores y ahuyentaría futuras oportunidades laborales.

—He estado buscando este lugar durante años —declaró el joven Min, dejándome sorprendida.

Me quedé perpleja. ¿Cómo podría haber estado buscando un lugar que había permanecido oculto desde el nacimiento del joven Min ? La lógica detrás de su afirmación simplemente no tenía sentido.

—¿Por qué? —pregunté antes de darme cuenta de mis propias palabras.

Él respondió con seriedad: